Miguel Ángel Cordero, quien se ha marchado del FC Cartagena siendo uno de sus capitanes y un jugador importante en el ascenso a Segunda División, se va "lleno de amor y agradecimiento" y también "tranquilo y orgulloso por haberlo dado todo dentro y fuera del campo", tal y como ha expresado en una carta abierta que ha publicado en las redes sociales y en la que ha dicho que volverá.

El centrocampista sevillano, de 33 años y que recaló en el cuadro blanquinegro en agosto de 2017, firmó la rescisión de su contrato el martes al haber dejado de contar para competir en LaLiga SmartBank, en la que su presencia ha sido testimonial.

El jugador nacido en Lebrija (Sevilla) en 1987, que se formó en las canteras del Sevilla y el Real Madrid y también estuvo en el AEK de Atenas griego y en el Nástic de Tarragona, desde el que fue fichado por el Cartagena, con el que ha disputado 95 partidos, se ha incorporado a la disciplina del Atlético Baleares.

Precisamente, el conjunto balear es ante el que el FC Cartagena logró el ascenso hace cinco meses y medio en Málaga, y ya en su nuevo destino y de forma pausada ha hablado de su adiós como blanquinegro, "el día que nunca hubiera querido que llegara", según ha declarado.

"Me voy lleno de amor y agradecimiento y tranquilo y orgulloso por haberlo dado todo dentro y fuera del campo", ha comentado sin dejar pasar que ha logrado "el sueño por el que vine".

"Me llevo a una efesista y cartagenera de tres añitos que seguirá cantando el himno cada domingo y me llevo a este escudo en el corazón", ha afirmado para terminar su misiva con una intención de futuro: "No digo adiós porque volveré, siento que esta también es mi casa".