El Yeclano Deportivo trabaja para la organización de la histórica eliminatoria de Copa del Rey que le enfrentará al Valencia CF el próximo jueves 7 de enero a las 19.00 horas en La Constitución. Si bien los jugadores se encuentran de vacaciones hasta el 28 de diciembre, en las oficinas del club no se da a basto para perfilar todos los detalles del encuentro ante el conjunto ché.

La directiva compareció en rueda de prensa para explicar la organización del encuentro, cuyo aforo dependerá de la situación epidemológica durante la primera semana de enero. Actualmente serían unos 1.600 espectadores los que podrían acudir al campo, pero si la situación empeorara la cifra estaría en torno a 900. El club ha priorizado en los abonados que apoyaron al Yeclano sin saber incluso si se iba a poder asistir a los partidos, ya que entrarán gratis al encuentro siempre y cuando recojan su entrada previamente en las oficinas del club antes del día 30 de diciembre. Además, se le ofrecerá la posibilidad de recoger otra entrada más en ese mismo momento por el precio de 50 euros. Una vez que los abonados hayan retirado sus entradas, la venta general también estará en 50 euros hasta completar el aforo permitido por las autoridades.

El presidente del Yeclano, Pedor Romero, destacó que éste es un partido histórico para la ciudad de Yecla, dándose la circunstancia de recibir al Valencia CF más de 75 años después de que inaugurara el campo de La Constitución. Preguntado por el alivio económico que puede suponer esta eliminatoria, Romero ha sido sincero y ha admitido que a las arcas le viene bien, pero que el impacto está muy lejos de lo que podría suponer un encuentro así si no hubiera un contexto sanitario como el actual.

Por último, el presidente del Yeclano pidió disculpas públicamente ante el revuelo causado por la emisión en una televisión nacional de unas imágenes del momento del sorteo donde se conoció al Valencia como rival de Copa, muy criticado en la sociedad yeclana al haberse realizado con un aforo excesivo en un local cerrado, sin guardar la distancia de seguridad y manteniendo contacto estrecho en la efusividad de la celebración.