El mes de enero va a ser un mes de mucho movimiento en el seno del FC Cartagena. Ayer conocíamos la decisión firme a la que habían llegado los directivos albinegros: dejar a Pepe Aguilar al frente del banquillo del Cartagena. En los últimos días esta hipótesis había cobrado más fuerza tras haber establecido contactos con diversos entrenadores, sin llegar a buen puerto en ninguna de esas negociaciones. Víctor Sánchez del Amo fue el mejor colocado para desembarcar en aguas cartageneras, pero finalmente no se sentará en el banquillo del Cartagonova.

El elegido para comandar la nave albinegra es el cántabro Pepe Aguilar. Hasta hace unas semanas, estaba al frente de un filial que funciona como una máquina casi perfecta. Gracias a su trabajo ha dejado a sus muchachos arriba de la clasificación tras haber disputado nueve partidos. Ahora, deja todo ese bagaje atrás para centrarse en el primer equipo. Pepe Aguilar se ha quedado por deseo unánime de directiva y jugadores.

Ahora, Pepe Aguilar tendrá la ardua tarea de dar salidas y pedir refuerzos para un Cartagena que anda justo en materia económica, lo que pondrá aún más complicado la confección de la plantilla. En Alcorcón salieron a relucir las carencias de los albinegros. Es necesaria una reestructuración del equipo, además de dar salidas. Lo hará en el mercado de invierno, la gran asignatura pendiente del FC Cartagena.

Los mercados invernales han dejado sensaciones diferentes cada año en la parroquia albinegra. Una de cal, y otra de arena. Precisamente, el año pasado fue el que más rendimiento se le sacó a los fichajes llegados en el mes de enero. Diegui Johannesson, Vinícius Tanque y Berto Cayarga fueron los tres refuerzos que firmó el Cartagena durante el mercado invernal.

El hispano-islandés llegó cedido desde el Real Oviedo para llenar el hueco que había dejado vacante Fucile en el lateral derecho. El uruguayo se marchó después de que Munúa tomase la decisión de volver a Uruguay. Diegui jugó ocho partidos, y alrededor de 600 minutos con la albinegra. Berto Cayarga dio también un nivel notable la campaña pasada, ganándose el crédito de seguir en la plantilla para la presente campaña donde se está convirtiendo en el ´plan B' por la banda izquierda. Caso aparte es el del brasileño Vinícius Tanque, que llegó en enero como una auténtica sorpresa y cayó de pie en Cartagena. El día de su debut, apenas 30 segundos después de haber pisado el campo marcó su primer gol con el Cartagena. Se desató la locura en el Cartagonova. En cuatro partidos marcó dos goles, y actualmente está cedido en el Atlético Baleares donde ya ha conseguido marcar cuatro tantos.

En la 18-19 tan solo hubo una incorporación, y fue una cara bastante conocida para los aficionados albinegros: Josua Mejías. El venezolano fue una pieza clave en el último tercio de la campaña 17-18 y tras una infructuosa cesión al Nástic de Tarragona, regresó al Cartagena cedido por el Leganés. En su segunda etapa jugó ocho partidos, siendo el tercer central en una defensa titular formada por Moisés y Sergio Ayala.

Remontándonos más atrás en el tiempo, en la 17-18, la de la catástrofe de Majadahonda fueron varias las incorporaciones del Cartagena en el mercado invernal: Diego Benito, Álex Craninx, Owusu, José Gaspar y Rubén Cruz. Lo cierto es que el único que pudo destacar en el Cartagena fue este último. El utrerano se convirtió en una revolución necesaria para una delantera que dependía únicamente del acierto de Aketxe. Rubén Cruz hizo 10 goles en 17 partidos con el Cartagena, una segunda vuelta de sobresaliente para el utrerano. Por su parte, José Gaspar dio el pase a la tercera ronda del play off gracias a un golazo de falta ante el Celta B. Lo que pasó en la tercera eliminatoria ya es historia, una nueva decepción albinegra.

Remontándonos al primer proyecto con aspiraciones de play off de Paco Belmonte con el Cartagena, debemos mirar al mercado de invierno de la 16-17. Llegó el cartagenero Juan Antonio Ros, Fernando Llorente, Artiles, Isi Ros y Germán Saénz, uno de los fichajes más recordados por ser uno de esos fichajes firmados in extremis. Llorente destacó especialmente en esa segunda vuelta, jugando 15 partidos como titular y llegando a marcar siete goles con los albinegros. Por otro lado, Isi Ros se convirtió en un buen recurso para las segundas partes, pero sin llegar a destacar especialmente. El resto, no contó con gran protagonismo y el año acabó con la derrota en el Mini Estadi, a tan solo un gol del pase a la final por el ascenso.

El Cartagena debe aprender de sus errores y aciertos en años anteriores para recomponer una plantilla descompensada y con ciertas carencias, además de potenciar la delantera, sin duda la mejor línea del equipo cartagenero. Se avecina un mes de enero muy movido en el que se esperan movimientos importantes en el club albinegro.