No pudo ser. El UCAM Murcia no pudo con el Real Betis en un buen partido de los de Salmerón en el beSoccer La Condomina. Los universitarios tuvieron tres grandes ocasiones en la primera mitad pero perdonaron en exceso. Eso lo aprovechó el Betis, que antes del descanso se ponía por delante gracias a un gol de Montoya.En la segunda mitad, los de Salmerón intentaron aguantar el tirón pero la superioridad de los visitantes se impuso y Guido Rodríguez puso el 0-2 definitivo a un cuarto de hora del final.

Día grande para el fútbol regional. La ciudad de Murcia volvía a recibir a un Primera, casos que se pueden contar con los dedos de una mano en los últimos años. El UCAM Murcia recibía al Real Betis de Manuel Pellegrini en la primera ronda de la Copa del Rey. Volvía casualmente, en este partido, la afición al beSoccer La Condomina desde que comenzó la pandemia del coronavirus. Y hubo un gran ambiente previo en los aledaños del mítico estadio antes del comienzo del partido, con muchos aficionados del UCAM y también del Betis, que siempre ha tenido una buena relación con los aficionados de Murcia.

Mucho respeto mutuo entre ambos equipos. Pellegrini declaró que "no quería confianzas, ya que podía ser una alternativa para ir a Europa" y Salmerón dijo que "iban a ir a por la eliminatoria sin miedo". No se fio el técnico chileno del UCAM Murcia y sacó un once que bien podríamos ver en la siguiente jornada de LaLiga Santander. El Betis no se reservó nada y sacó un once de lujo con hombres como Claudio Bravo, Guardado, William Carvalho, Joaquín o Sanabria, entre muchos otros. El UCAM, por su parte, tampoco se alejó de su once tipo en liga y la únicas rotaciones importantes fueron la de Unai Agirre en la portería por Biel Ribas y la de Aketxe, con molestias, por Eneko Jauregi. Empezó con defensa de cinco con Admonio entre Charlie y Josete.

La emoción y los nervios se disiparon con el pitido inicial. El UCAM quería dar la sorpresa y el Betis, tenía la presión de no poder caer contra un Segunda B y continuar con la mejoría de sensaciones que arrastran en las últimas dos jornadas de liga. Con ese carrusel de sensaciones, comenzó el partido. El Real Betis, como no podía ser otra manera, se mostró dominante desde el primer minuto. También cedió terreno voluntariamente ya que es una situación en la que se suelen sentir cómodos. Y así fue, el Betis tuvo el control de la pelota prácticamente en los primeros cuarenta y cinco minutos, pero el UCAM se sentía muy cómodo. De hecho, la primera del partido la tuvo Eneko Jauregi después de una buena conducción. Se adentró en el área, regateó a Mandi con un recorte hacia su pierna izquierda y definió bien. Pero se topó con Claudio Bravo, un portero muy experimentado de talla mundial que volvía después de superar su lesión. Le adivinó las intenciones y salvó el primero con una gran estirada. El guión seguía igual, pero el UCAM se fue mostrando cada vez más cómodo incluso con la pelota. De hecho, mostraron un criterio en la toma de decisiones que han mostrado poco en la liga gracias a un muy activo Alberto Fernández.

El UCAM estaba jugando bien, con y sin balón. En una de esas llegadas, Tropi tuvo otra ocasión clarísima. Disparó desde fuera del área y el balón dio en los dos palos paseándose por la línea de gol sin llegar a entrar por muy poquito. El Betis estaba incrédulo. No estaba pudiendo desarmar la defensa de un equipo de dos categorías inferiores y encima, estaba teniendo las ocasiones más claras. La defensa de cinco estaba funcionando de la manera prevista, hasta que Josete se tuvo que marchar lesionado y entró en su lugar Adri León. Cambió el dibujo al 4-5-1 y empezó a tener más problemas el UCAM, aunque no demasiados. De hecho, tuvo otra clara al contraataque con un buen sprint hacia la portería de Bravo, que volvió a detener el disparo. El rechace le cayó a Xemi Fernández, que completamente solo, cerca del punto de penalti, definió arriba de la portería con Bravo ya vencido. Una pena, porque el UCAM tuvo tres y no aprovechó ninguna. Y eso, contra un Primera no se puede permitir. Fue antes del descanso cuando el Betis por fin encontró una rendija en el entramado defensivo universitario gracias a una gran jugada individual de Joaquín, marchándose de todo el que le puso enfrente y poniéndola atrás para que Montoya pusiera el 0-1 antes en el minuto 44. Un gol psicológico al filo del descanso que tiró por la borda todo el trabajo de los universitarios en la primera mitad.

En la segunda parte, el Betis comenzó de igual manera que en la Primera. Con el resultado a favor, las prisas y las precipitaciones desaparecieron y empezaron a mover el juego de un lado a otro con paciencia y encontrando el hueco. La presión disminuyó y el segundo parecía estar más cerca del empate aunque no fue capaz de generar tampoco llegadas con mucho peligro. Era más la sensación de que el UCAM estaba más fallón que en la primera mitad, aparte de que la energía, sobre todo después del gol, no era la misma. Lo intentó en el inicio con centros laterales de Johan y Viti, pero no encontró fortuna. Probó a mover el banquillo Salmerón e incorporó a Pablo Espina y Javi Moreno por Jauregi y Xemi, los dos que habían tenido las ocasiones del partido. Movió también el banquillo Pellegrini sacando a Nabil Fekir por Joaquín. El público asistente al beSoccer La Condomina despidió con una gran ovación a la leyenda del fútbol español. Le llegó ese gesto al veterano jugador, que se retiró dándose golpes en el pecho.

No fue una buena noticia para el UCAM Murcia que Fekir, campeón del mundo con Francia, entrara al campo. El primer balón que tocó acabó en gol para los hispalenses. Sacó un córner con su excelente zurda, peinó Mandi y Guido Rodríguez acabó con las ilusiones de los universitarios con ese 0-2. Restaban quince minutos que fueron de puro trámite para el Betis, que se dedicó a tener el balón y sufrir lo menos posible, además de intentar el gol en alguna ocasión más. Mientras, el público que ya lo veía muy negro, disfrutaba con los toques de calidad de Fekir. Y de eso se trataba esta noche aunque Pellegrini no se fiara de Salmerón. De disfrutar. Porque este partido es un premio por hacer bien las cosas en la Copa Federación y es un regalo para todos los asistentes al partido. En una noche fría de diciembre, un Primera volvía a Murcia para jugar un partido en el que todos disfrutaron.