Un cambio de aires. Moverse en un nuevo entorno y jugar en otra competición para salir de la rutina -negativa-. Es quizá lo que necesita el Cartagena para cambiar el chip y entrar en una nueva dinámica que le haga salir de las difíciles que está travesando. Los albinegros recorren la península de punta a punta para enfrentarse al Pontevedra (20.00 horas) en la primera eliminatoria de Copa del Rey. Más de mil kilómetros que quién sabe si servirán para volver con el ánimo recuperado y con buenas sensaciones o con noticias aún peores que hagan que la situación se tuerza aún más. Un pequeño ´match ball´ en el que seguramente haya más que perder que ganar.

No va a ser la mejor prueba para medir el estado de forma del equipo después de la derrota ante el Sabadell el pasado domingo que tanto daño parece haber hecho. "Estamos intentando digerirlo", decía Borja Jiménez antes de viajar a tierras gallegas. Y es una muestra de que los ánimos andan tocados por las entrañas del Cartagonova. Tanto, que más que hablarse del encuentro de esta noche, lo que está en boca del entorno es la continuidad o no continuidad del técnico abulense al frente del banquillo.

Un ambiente que no es el mejor con el que afrontar una eliminatoria en la que los tropiezos no están permitidos. Partido único que te puede mantener vivo -que sería lo lógico por la diferencia de categoría- o te puede mandar de vuelta para casa con un problema aún mayor del que se cargaba en las horas previas. La mente puesta en eso y en el clave enfrentamiento del domingo en Santo Domingo ante el Alcorcón puede jugar una mala pasada a los albinegros.

Hacía tiempo que no sucedía algo así, pero el Cartagena se enfrenta después de muchos años en Copa a un rival que está en una categoría inferior a la suya. Un factor con el que se puede tender a la relajación, pero que en el caso del equipo que tiene enfrente, no le conviene ni mucho menos hacerlo. El Pontevedra es uno de los equipos punteros de la categoría de bronce y puede jugarle una mala pasada a los albinegros. Tercer clasificado en su grupo, con Unionistas y el Deportivo de la Coruña por delante, pelea por dar el salto y salir de Segunda B. El conjunto gallego tratará de dar el golpe con el ex portero albinegro Mario Fernández y el mítico delantero Charles en sus filas.

Los de Jesús Ramos solo han perdido un partido en lo que va de temporada, aunque esa derrota se ha producido este mismo fin de semana cayendo goleados por tres goles a cero ante el Coruxo. Además, no atraviesan no mejor estado de forma, ya que no han logrado la victoria en ninguno de sus últimos tres partidos, obteniendo dos de los últimos nueve puntos en juego.

Sorprendía la cantidad de jugadores habituales que Borja ha decido llevar al partido en un encuentro en el que a priori se deberían ver bastantes cambios en el once inicial. Aunque quizá lo que más llamaba la atención era que algunos de los menos habituales se han quedado fuera. Verza, Kleandro y William no viajan por decisión técnica. Tampoco lo hacen Cordero, sancionado, ni Esteve por molestias físicas. De los que acumulan más minutos en las piernas se han quedado en casa David Simón, Carlos David, De la Bella y José Ángel Jurado.

De los que acumulan más minutos en las piernas se han quedado en casa David Simón, Carlos David, De la Bella y José Ángel Jurado.

El Fútbol Club Cartagena disputa este jueves el primer cruce de la Copa del Rey. Los albinegros viajan a Pontevedra para medirse en Pasarón al conjunto gallego tratando de olvidar y dejar a tras las malas sensaciones y la derrota del pasado domingo ante el Sabadell: «Esta semana estamos disgustados por la derrota. Era un resultado que no esperábamos. Estamos intentando digerirla y nos toca llegar listos al partido de Copa, que es lo más cercano y en lo que estamos centrados», comenta Borja. Una competición que muchas veces se ve como un estorbo para centrarse en el verdadero objetivo que marca la liga, aunque Borja no lo ve ni mucho menos así: «Siempre interesa ganar. Para los que nos gusta la competición de Copa del Rey, el único objetivo es ganar», asegura.

Con su figura y continuidad en entredicho, el técnico afronta como cualquier otro partido el encuentro en Pontevedra y no piensa que pueda tratarse de su último partido en el banquillo: «Los entrenadores tenemos que estar preparados en cualquier momento para lo que pueda venir, pero no de ahora. Hace unas semanas también se habló de esto, antes de la visita a Málaga. Yo no siento que tenga un ultimátum. Siento la misma presión que tengo cada semana por ganar», afirma.

Al ser cuestionado por si se ve capaz de remontar la situación, el entrenador albinegro lo tiene claro: «Ojalá terminara la competición hoy, porque significaría que estamos otro año en Segunda. Así que ojalá en mayo estemos en el mismo puesto que estamos hoy. Llevamos muchísimas semanas sin estar en descenso, que es el principal objetivo», afirmaba.