Corto ha sido el periplo del Lorca Deportiva en la Copa del Rey. Cayó a las primeras de cambio ante el Numancia (4-1) y acabó con diez por expulsión, otra más, del argentino Baroni, gran protagonista de la noche.

El equipo lorquino acudió a este partido con el nuevo técnico, Juanjo Asensio, en la grada, aunque ya ejerce su labor. No fue revulsivo. Tiene mucho trabajo por delante.

El entrenador aguileño dijo que iba a respetar en este choque el trabajo de Antonio Mur. El sistema fue parecido al de los últimos partidos excepto el del pasado domingo. Hortal volvió a la meta. Los laterales, dos derechos, Emilio Iglesias en la diestra y Luismi en el izquierdo ante la ausencia por lesión de los inquilinos de esa demarcación, Sergio Rodríguez y Coyette. Britos y el lorquino Serrano en la parcela ancha, con Marcos Legaz en el costado diestro, el juvenil Cellou en el izquierdo, Marconato de enganche y Carrasco como hombre más adelantado.

El Numancia empezó con mayor dominio del partido, controlando mejor la parcela ancha, pero sobre todo creando problemas a través de balones centrados tras faltas laterales y córners. Es un debe del cuadro blanquiazul, aunque su presidente se ha empeñado en promocionar la camiseta verde turquesa con la que volvió a vestir. No había noticias del Lorca Deportiva de medio campo hacia adelante.

Las facilidades en defensa estaban siendo las mismas de los últimos partidos. Y así llegó el primer tanto. Corría el minuto veintisete, internada por la derecha de Álvaro Traver, quien centró y no estuvo acertado Alberto Hortal, quien ya había dados serias muestras de inseguridad, y Moha solo tuvo que empujar a la red.

Dos minutos después, Asier Benito estuvo punto de hacer el segundo, pero su vaselina no entró por poco.

El Lorca seguía muy mal en defensa y Galiano, que ya llevaba una tarjeta, se salvó de la expulsión porque el colegiado no vio una mano clara del central lorquinista. A los visitantes solo les duró el gas veinticinco minutos. Muy flojo.

Antes del descanso, el mejor equipo sobre el campo, el Numancia, marcó el segundo. Pablo Serrano perdió el cuero en el centro del campo, los locales montaron un contragolpe, Tamayo se plantó ante Hortal, este repelió en primera instancia, pero el rechace lo convirtió el jugador local.

Con ese resultado negativo y con una pobre imagen del Lorca Deportiva, se llegó al descanso en un campo donde se jugó con una temperatura de cinco grados.

La segunda parte empezó con mala suerte para el argentino del Lorca Marconato, quien se lesionó a las primeras de cambio y dejó su sitio al belga Musoni. Carrasco en los primeros compases de la reanudación, estuvo a punto de acortar distancias.

Los lorquinos salieron con otro talante en la segunda mitad hasta el punto de lograr acortar distancias. Corría el minuto cincuenta y ocho, balón parado que cae al área numantina y allí el central argentino enganchó un zurdazo, alojando el cuero en la red y poniendo algo de incertidumbre en la eliminatoria.

Fue un espejismo. Los regalos y, sobre todo, la falta de nivel de los jugadores lorquinistas para competir en Segunda B, volvió a ser una evidencia.

El tercero de los sorianos fue obra de Baroni, pero en su propia portería, en el minuto setenta y siete. El cuarto lo marcó Corral en pleno desconcierto del Lorca Deportiva, que se llenó de tarjetas fruto de la impotencia.

Asensio tiene mucho trabajo pero también su jefe, Hugo Issa, para apuntalar la plantilla si quiere luchar por no descender. La Copa del Rey ya es historia esta temporada.