El derbi de la capital se lo llevó el Real Murcia. Lo necesitaba más el club grana y se notó. Los universitarios iban a ser líderes pasara lo que pasara hasta después del parón y se vio, sobre todo en la segunda mitad, un equipo sin urgencias y acomodado en el terreno de juego. Y eso que los de Salmerón empezaron arriba en el electrónico. Sin mucho esfuerzo, el UCAM se puso arriba con la ayuda de su mejor aliado, Tanis Marcellán.

El portero del Real Murcia se marcó un Karius en el primer gol del UCAM y ya van varias del estilo desde que defiende la portería del Murcia. Se le ve un buen profesional que trabaja por y para el equipo pero quizá es que no le llegue para más. Y eso, no es suficiente para estar en una portería que históricamente siempre ha estado bien cubierta. Inseguro por arriba, a punto estuvo de liarla de nuevo en la recta final con un mal despeje de puños que casi acaba de manera trágica. Con el 0-1 en el marcador, pocos pensaban que el Murcia pudiera darle la vuelta al marcador.

Y no por la falta de ganas o de calidad -que posiblemente también-, sino porque enfrente estaba un equipo dirigido por José María Salmerón. Y eso es sinónimo de orden y pocos goles. De hecho, en toda la temporada, el UCAM Murcia solo había encajado dos goles en siete partidos, los mismos que le endosó el Real Murcia en apenas media hora. Sin embargo, los de Adrián Hernández se encargaron de tapar la boca de casi todo el mundo, incluyendo a los 4.119 asistentes que acudieron a Nueva Condomina.

Rafa de Vicente puso el primer gol del partido y pidió perdón por su pasado murcianista. Aunque solo estuvo un año y sin mucho protagonismo, parece tener mucho cariño al club. En esta temporada, no había cuajado sus mejores partidos con la elástica azuldorada e incluso la jornada pasada perdió la titularidad, por lo que este gol le da un punto de confianza necesario. El 1-1 lo puso Pedrosa, que es uno de los canteranos que más minutos está teniendo este año y tuvo su premio. Lo celebró tapándose los oídos.

Para el 2-1 volvió a aparecer Víctor Curto y curiosamente lo celebró como lo suele hacer Isaac Aketxe, con la mano en su oreja como queriendo que se le escuche. El partido en sí fue feo, sobre todo la primera mitad, aunque acabara con tres goles. De hecho, los aficionados de Nueva Condomina, lo único que pudieron aplaudir en el primer acto fue un taconazo de Mario Abenza sin trascendencia en el centro del campo. Triste pero cierto.

También tuvieron el detalle de pitar a Charlie Dean, que durante un tiempo fue admirado y querido por la afición. Y a Biel Ribas, que no se fue tan bien como el central. El momento del partido lo protagonizó Adrián, quitando a Sandoval después de 25 minutos en juego. Lo sacó en el descanso y lo quitó en el 70. Malgastó dos ventanas de cambios el técnico con ese movimiento. El futbolista se fue enfadado y dándole golpes a todo lo que veía. Le salió bien finalmente a Adrián Hernández, que consiguió remontar el partido y celebrar el partido con Camela sonando de fondo.