Víctor Curto no puede jugar más de media hora. Esa fue una de las frases más repetidas cuando el catalán renovaba con el Real Murcia. De momento, tras ocho jornadas, el 10 grana nunca ha sido titular. En ese periodo apenas ha disputado dos ratos. Lo que decía la afición se está cumpliendo. Lo que no sabían los aficionados ni Adrián Hernández es que a Curto le sobran con diez minutos. Si contra el Yeclano dio la victoria a los suyos, frente al líder UCAM

, el golpe sentó bien al Real Murcia. Reaccionaron los granas en el segundo tiempo, empataron con un tanto de Pedrosa y remontaron gracias a Víctor Curto. Pero si el murciano y el catalán fueron los protagonistas con los goles, David Segura fue el que reactivó a los suyos desde la izquierda.

Solo había que ver los onces para darse cuenta que ni Adrián Hernández ni José María Salmerón querían perder. Solo había que ver el overbooking de futbolistas en el centro del campo para saber que tanto el técnico del Real Murcia como el del UCAM preferían asegurar el empate y luego ya se vería.

No podía contar Adrián Hernández con Alberto Toril. Y posiblemente lo agradeció el murcianista. El jugar con dos delanteros, una apuesta más por obligaciób que por convicción, ya no era posible, lo que permitía reforzar el centro del campo con la entrada de Yeray. Tampoco arriesgó en defensa el técnico. La experiencia de Antonio López ganó la partida a un Miguel Muñoz que estaba respondiendo.

La retaguardia no solo fue la preocupación principal de Adrián Hernández. José María Salmerón también apostó por cubrirse las espaldas. Chacartegui y Adan Gurdiel fueron las apuestas en los laterales, mientras que Rafa de Vicente recuperó su sitio en el once, contando con Tropi y Adri León de guardaespaldas.

Se vio muy poco en los primeros cuarenta y cinco minutos. Pero lo poco que se vio fue suficiente para que los universitarios se adelantaran en el marcador. Con un UCAM bien colocado y sin arriesgar nada, el Real Murcia intentó luchar con sus armas. David Segura y Haro intentaban desequilibrar, sin embargo los acercamientos tímidos no eran suficientes para intimidar a un Biel Ribas que solo tuvo que entrar en acción en algún balón dividido.

No fue una buena primera parte. Solo se vio pelea. Y El UCAM solo se desahogaba a través de Santi Jara, pero sus centros no conectaban con un Aketxe demasiado aislado.

Pronto se vio lo que iba a pasar. En medio de la igualdad, el UCAM solo tenía que tirar de calidad. Lo demostró en el 38 cuando tras un saque de esquina, Aketxe cabeceaba un balón que cruzaba toda la portería para encontrar a un Charlie Dean que remataba al palo.

Cuatro minutos después, el UCAM se dejó de avisos para empezar a mandar en el marcador. Contó con la colaboración de la defensa, que despejó un balón que cayó a los pies de Rafa de Vicente en la frontal del área, y contó con la ayuda de Tanis, que fue a despejar como el que intenta matar una mosca. Entre unos y otros contribuyeron a que Rafa de Vicente estrene este año su cuenta goleadora y que el líder diese el primer puñetazo sobre la mesa en el derbi. Con el gol, la lesión de Jara justo al borde del descanso parecía menos dolorosa.

Lo mejor que pudo pasar al Real Murcia fue que el UCAM se adelantara. Reaccionó rápido Adrián Hernández. Desmontó el trivote el técnico grana y llevó el partido a la locura, que era lo que menos interesaba a los locales. Los avisos de David Segura encontraron premio en el 59. Pedrosa, que salió tras el descanso, ponía el empate en el marcador.

Mientras el UCAM daba por bueno el empate, confiando en su calidad para poder llevarse algo más, el Real Murcia siguió disfrutando de faltas y saques de esquina. En uno de ellos dio el golpe definitivo. Víctor Curto, otro de los revulsivos, demostró que con los años no se pierde el instinto asesino. David Segura sacó desde la esquina, el balón buscó en el área al delantero, y lo demás fue la locura. El Murcia no solo plantaba cara al líder, sino que daba un paso al frente para llevarse una victoria que ya no se escapó, pese a que Jauregi la tuvo en el 97.