La tranquilidad en el Águilas FC ha durado poco. Francisco Chavero, que hasta el pasado verano estaba al frente del club costero, ha iniciado los trámites legales para regresar a la entidad y poner fin a la gestión de Alfonso García. "Queremos informar que al no cumplirse el primer pago de la cesión del Águilas FC el día 15 de septiembre de 2020 como se estipuló en el acuerdo y tras varios meses de promesas de pago e incumplimiento por parte de Alfonso García Gabarrón, he tomado la decisión de rescindir la cesión del Águilas FC y para ello hemos comenzado los trámites legales", explica el mexicano en un comunicado enviado a Radio Águilas.

Alfonso García aterrizaba en el Águilas FC a principios del mes de julio para liderar un ambicioso proyecto. Colocando a Vicente Mir en el banquillo del equipo que milita en el Grupo XIII de Tercera División y apostando por fichajes de jugadores jóvenes y extranjeros, el empresario local anunció que quería llevar al club a Segunda B para después intentar dar el salto al fútbol profesional. «Tengo el objetivo de que cuando a los niños les pregunten de qué equipo son, digan que son del Águilas», decía en la rueda de prensa que llevó a cabo tras aterrizar en el club.

El empresario, que regresaba a la gestión de un club de fútbol después de vender por varios millones de euros el Almería al jeque Turki Al-Sheikh, comenzó su aventura en el Águilas renovando completamente las instalaciones de El Rubial. El campo estrenaba para esta esta temporada césped así como mejoras en las gradas. La plantilla entrenada por Vicente Mir ha empezado a un buen nivel en esta campaña. Ahora mismo son líderes del subgrupo A con 14 puntos, los mismos que el Pulpileño, aunque éste último con un partido menos. Este fin de semana los costeros reciben al Olímpico de Totana a las doce.

Habrá que esperar unos días para ver cómo afecta al club los movimientos de Francisco Chavero por recuperar el control al considerar que el actual presidente no ha cumplido con lo estipulado en el contrato firmado en verano.

Antes de hacerse con el control del Águilas, Alfonso García quiso convertirse en el máximo accionista del Real Murcia, aunque finalmente descartó la operación al considerar que desde la entidad grana le estaban poniendo muchas trabas.