Era más que necesaria la victoria. A nivel deportivo, por el ambiente que se estaba generando y porque anímicamente era demasiado duro una semana más sin ganar. Así lo destacaba Borja Jiménez: «No ha sido una semana fácil para los jugadores. Son un grupo humano excepcional, que le tienen una estima brutal al cuerpo técnico. Se han comportado como cabrones. Hemos remontado por primera vez. Tenía que ser aquí, a base de tesón, de creer en lo que les decimos», decía.

Buena parte de la victoria se produjo gracias al buen nivel defensivo mostrado sobre el césped, ya que especialmente en la segunda parte el Málaga apenas creó peligro: «El equipo a nivel defensivo se ha comportado muy bien. Pero no solo en la línea defensiva. El trabajo ha sido de todos, Desde Nacho y Gallar, Rubén y Elady que han hecho muchos kilómetros para trabajar con mucha altura. También los jugadores del medio», afirmaba el abulense.

Con respecto a su propia figura, que andaba cuestionada, el técnico aseguraba que ni sentía ni le habían dicho que se estuviera jugando el puesto: "A mí nadie me había comunicado que pudiera ser mi último partido. Lo que ha ocurrido en las últimas semanas es algo habitual que está dentro del circo que envuelve al fútbol. Me gustaría que lo entendiéramos con cierta delicadeza. Creo que todo el mundo tiene derecho a opinar, pero hay ciertas barreras que no se deben pasar. Todos somos personas y hay cosas que puedes recibir que incluso te pueden llegar a asustar. Se lo tenemos que agradecer a los jugadores que han hecho un trabajo descomunal», destacaba.