No es el mayor botín. Ni siquiera el resultado que pone fin a la mala racha que arrastraba el Cartagena. Sin embargo, después de cuatro derrotas consecutivas sabe algo más dulce un empate. Más aún cuando se cosecha en el estadio de uno de los equipos más fuertes como local como es el de Vallecas y en un encuentro en el que el conjunto de Borja Jiménez dio la cara, resistió las aproximaciones del Rayo y tuvo incluso algunas oportunidades para haberse llevado los tres puntos.

Salió el Cartagena con novedades en el once inicial con respecto al encuentro frente al Mallorca. No solo en lo que ha jugadores se refiere, sino también en el esquema. La entrada de Aguza en el centro del campo hacía que saliera Nacho Gil del equipo y que, por tanto, los albinegros jugaran con tres en el medio -aunque el medio estuvo muy pegado a banda izquierda-. Junto a él se situaron Clavería y Jurado, mientras que Carrasquilla fue el que se quedó fuera. Volvieron también a la alineación inicial Andújar, que formó pareja en el centro de la defensa con Rhyner, y Álex Gallar.

Enfrente, un equipo que llegaba con una racha de dos victorias consecutivas y siete puntos de los últimos nueve y que quería tumbar al Cartagena para dormir en puestos de play off.

Comenzó el encuentro con el conjunto albinegro muy intenso y metido en el juego. El partido empezaba recordando en cierto modo al desenlace del duelo disputado tres días antes en el Cartagonova. La polémica volvía a aparecer cuando habiendo transcurrido solo dos minutos de juego el cuadro de Borja reclamaba una mano dentro del área. Gallar lanzaba un saque de esquina desde la izquierda y el balón pegaba en el brazo de Santi Comesaña, pero a pesar de que se revisó de forma rápida por el VAR, no se señaló la pena máxima.

Fue un buen arreón inicial del Cartagena que no tardó en equilibrar el conjunto de Iraola. De hecho, a los diez minutos de juego Rhyner veía la cartulina amarilla por detener la primera acción de peligro de los locales con una falta al borde del área. El disparo de Joni Montiel en el libre directo pegó en la barrera. El Rayo dominó buena parte de ese tramo inicial pero no logró crear excesivo peligro de cara a la portería de Bulka. Tampoco se prodigó en ataque el conjunto de Borja, aunque sí que sumó alguna aproximación por mediación de Aguza, que pudo ver puerta con un disparo desde la frontal que salió blando a las manos de Dimitrievski.

Sin embargo, la más clara iba a llegar poco después en el área de Bulka. Una rápida transición pillaba desprevenida a la zaga albinegra e Isi Palazón se quedaba solo delante del guardameta polaco que aguantó hasta el último momento y logró desbaratar la oportunidad del atacante ciezano del Rayo. Unos minutos después también pudo adelantarse el conjunto madrileño con un zapatazo de Joni Montiel que se marchó muy cerca de la escuadra.

El peligro de Isi Palazón

Poco a poco se fueron igualando las fuerzas y el Cartagena incluso iba a terminar un poco mejor el primer tiempo. Aguza probaba suerte por segunda vez desde fuera del área en una contra en la que tenía varias opciones de pase antes del disparo que se terminó marchando por encima del travesaño. A pocos minutos para el descanso, Andújar tuvo un remate en un saque de esquina que no pudo contactar con claridad y se fue desviado.

Intensidad, disputas en todas las zonas del campo y sin un dominador claro. La tónica de la primera parte se mantuvo durante un segundo acto en el que el encuentro no terminó de romperse en ningún momento. El Rayo, a pesar de ser dominador casi absoluto en todos los encuentros que había disputado en casa, no logró maniatar ni crear excesivo peligro al Cartagena. De hecho, las primeras acciones de peligro llegaron sobre la portería de Dimitrievski. Jurado y Elady se probaron desde lejos, ambos sin fortuna, aunque el Rayo reaccionó con dos cabezazos -ambos desviado por encima de la portería- de Isi Palazón.

Tardaron en llegar los cambios en el conjunto de Borja. Solo Carrasquilla entró sustituyendo a Clavería, mientras que Iraola trató de buscar alternativas moviendo a los hombres de ataque sin demasiado acierto. Una de las acciones más claras del segundo tiempo, con la que el Cartagena pudo romper el empate, llegó en botas de Elady. El jienense se marchó de tres rivales por el borde izquierdo del área y sacó un centro al que no llegó Rubén Castro cuando lo tenía todo a favor para batir al arquero del Rayo.

Perdonó el Cartagena e hizo lo propio el conjunto madrileño. Isi filtraba un gran pase entre los centrales para que Pozo, llegando desde atrás, recogiera el balón dentro del área y buscara un disparo raso cruzado que no encontró portería. También pidió penalti David Simón por un pisotón dentro del área cuando el lateral se lograba llevar un balón dividido. El canario caía y pedía al árbitro que lo mirase en el VAR, pero esa comprobación nunca llegó y el Cartagena se vuelve a quedar sin -al menos- una revisión en una jugada más que trascendente. Parecía que con las llegadas más claras en uno y otro área iba a terminar de romperse el encuentro, pero sucedió lo contrario en los últimos minutos. El Rayo solo probó fortuna con disparos mansos desde lejos y el Cartagena esperó una contra que llegó en el tiempo de descuento en la que ni Nacho Gil ni Sergio Lozano -saliendo ambos desde el banquillo en los minutos finales- lograron acertar en el remate.

De esta forma, el Cartagena pone fin a la racha de cuatro partidos consecutivos sin sumar y se mantiene a una distancia prudente fuera del descenso antes de recibir el próximo miércoles a todo un Espanyol, el club con mayor presupuesto de la categoría.