Se ha hecho de rogar, pero ElPozo ha sumado su primera victoria en casa este curso. El cuadro murciano se impuso al Burela por un escaso margen (2-1) en un encuentro muy disputado pero en el que, en el cómputo global, fue mucho mejor el equipo local. Y eso que había mucha presión: Eran tres los partidos disputados en el Palacio sin sumar los tres puntos y, además, Giustozzi había dicho en la previa que el partido "era una final". Mal asunto habida cuenta de cómo le salen las cosas al equipo murciano en ese tipo de encuentros, aunque esta vez la moneda salió cara por su buen hacer.

El partido arrancó de la peor forma posible para los intereses de ElPozo pues se adelantó el Burela por medio de Pitero tras un robo en la salida de balón de la escuadra murciana al poco de empezar. En aquello de verse muy penalizado por los errores tiene un máster el cuadro de la capital del Segura. Los locales empezaron entonces a tocar mucho más la bola, acariciándola y aguantándola para intentar hacer daño desde jugadas más elaboradas. Les venía bien rebajar el tempo del partido pues el conjunto lucense estaba más cómodo con un ritmo más alto y ejercía mucha presión en el inicio de jugada de los de Giustozzi, quienes estaban algo incómodos con el compañero de baile que tenía frente a él. Poco a poco, la escuadra murciana se hizo con el mando, avisando cada vez con más peligro e incluso teniendo un lanzamiento al palo y encerrando a un Burela que se limitaba a tener jugadas aisladas que no llegaban a inquietar. Pero, puesto que a ElPozo no se le terminaba de ver del todo cómodo, el técnico argentino pidió tiempo muerto para pedir a los suyos más velocidad y más juego sin balón.

Fue extraño todo lo que le costó a los portadores de la elástica del jamón igualar la contienda teniendo en cuenta las ocasiones de las que dispuso, pero lo lograron con un tanto algo atropellado que firmó Paradysnki y que tiene el mismo valor que cualquier otro tanto. Fue el fin de los goles en un primer tiempo en el que osciló el ritmo, se contaron muchas ocasiones y que acabó bastante abierto.

En el segundo acto se instaló la locura y los equipos se entregaron a la verticalidad y la ofensiva. Y si bien los visitantes pusieron en algunos serios aprietos a Juanjo, fue ElPozo el dominador de las ocasiones, disfrutando de algunas muy claras, casi cristalinas, que no fructificaron.

Tan desmadrado estaba el duelo que Burela puso al portero jugador restando diez minutos para la conclusión y la jugada no le pudo salir mejor? a la escuadra murciana, que robó la pelota y Paradynski aprovechó la oportunidad de no tener a un guardameta delante para poner por delante a los suyos. El tanto no hizo que el cuadro lucense abandonase su ofensiva con el juego de cinco para cuatro y trató de instalarse a vivir en el campo de unos locales que aguantaban las llegadas y embestidas con mucho esfuerzo. La distancia en el marcador era tan escasa que cualquier gol podía desequilibrar el encuentro. Y, aunque los pupilos de Juanma Marrube lo intentaron por todos los medios, ElPozo supo contener a su rival, con mucho temple y oficio, y controlar el encuentro para acabar sumando un nuevo triunfo con el que mantienen su inercia en ascenso y escalada hasta la parte alta de la tabla.