Se marchó el Real Murcia al descanso con 1-0 en el marcador y con 45 minutos que sin jugar un buen fútbol sí había logrado dejar mejores sensaciones que su rival, el Granada B. Se marchaba el Real Murcia al descanso confirmando que sus delanteros están en plena forma. Se marchaban los granas con ventaja gracias a un gol de Chumbi en el minuto 16, y lo hacían con tranquilidad, después de una primera parte en la que no habían sufrido, anulando a un conjunto visitante sin ideas y capado ante la presión alta de los murcianistas. Pero como en esos días en los que de un segundo para otro el sol desaparece para dar paso a un chaparrón inesperado, el Real Murcia descubrió que nunca puede dar nada por hecho. Porque en apenas seis minutos de la segunda parte lo perdió absolutamente todo.

Volvió del vestuario tan relajado, tan confiado en que era suficiente con el 1-0, que fue permitiendo que el Granada B diese señales de vida hasta el punto de que los visitantes remontaron el partido. Montoro en el 66 y Miguel en el 72 dieron la vuelta a un marcador que ya no se movió, porque el Murcia, que en el 79 perdía a Antonio López por roja directa, ya no supo reaccionar.

En seis minutos no solo perdió seis puntos, en seis minutos también se esfumaron las pistas que permitían tener esperanza en este equipo. En solo seis minutos el Real Murcia que se dejó remontar ante el Granada B engordó las malas sensaciones generadas en el empate frente al Sevilla Atlético y el sofoco en Lorca que solo Toril supo apagar.

Porque el Real Murcia que volvió del vestuario en la segunda parte no tuvo nada que ver con el equipo que en la primera parte había sabido maniatar al Granada B.

Después de varias temporadas, los delanteros del Real Murcia son protagonistas, y no para recibir todas las críticas. En este principio de campaña el equipo grana camina al ritmo de sus atacantes. Si contra el Sevilla Atlético fue Chumbi el que se reivindicó para confirmar su buena pretemporada y frente al Lorca Deportiva fue Toril el que dio un paso al frente para lograr una victoria muy importante, ayer en Nueva Condomina volvió a ser el aguileño el encargado de dar tranquilidad con un gol que abría el marcador cuando solo habían transcurrido 16 minutos desde que el colegiado señalase el inicio del partido frente al Granada B.

A las primeras de cambio el Real Murcia se quitaba un peso de encima y mandaba un mensaje a sus más críticos. Y lo hacía mejorando en la primera parte del choque frente al Granada B lo visto en las dos jornadas anteriores del campeonato liguero. A falta de control en el centro del campo, donde Yeray sigue siendo un mero espectador, los murcianistas se sintieron cómodos ante un rival cuyas imprecisiones lanzaban a los granas al ataque.

Desde el primer minuto, con un Granada B incapaz de salir de la presión alta impuesta por el Real Murcia y llevada a cabo por un gran trabajo de Chumbi y Toril, los de Adrián Hernández aprovechaban los numerosos errores de su rival para merodear por el área defendida por Ángel.

A la pelea de los dos delanteros, que están demostrando que se sienten cómodos jugando juntos, había que añadir que las dos novedades introducidas por Adrián Hernández para potenciar los extremos también resultaban interesantes vistas las deficiencias mostradas en partidos anteriores.

Tanto David Segura como Pedrosa daban sensación de peligro, inquietando a un filial rojiblanco que durante 45 minutos jamás fue capaz de mostrar nada interesante sobre el césped de Nueva Condomina. Hasta Tanis vivió un inicio tranquilo, sin que nadie le apretara demasiado.

Demostraba Pedrosa que se siente cómodo con libertad para correr, a la vez que Segura daba algo más de chispa, lo que nunca viene mal en un equipo al que no le sobra la calidad.

Con Youness multiplicando sus funciones y haciendo un favor a un Yeray que anda plantado en el césped, sin aportar nada, el Murcia obtenía premio a su presión en el minuto 16. Toril buscaba y encontraba a Chumbi, y el aguileño adelantaba a los granas al demostrar que ha recuperado su idilio con el gol.

No fue una primera parte de grandes ocasiones. Toril pudo ampliar distancias, pero no encontró puerta en las dos oportunidades que disfrutó. Sin embargo, el Real Murcia pudo marcharse al descanso con ventaja al apenas ser exigido por los granadinos. Algo a lo que también ayudó que tanto Navas como Adrián Melgar, este novedad ante la ausencia de Iván Pérez por lesión, limitaron sus funciones a defender, lo que dio más abrigo a una defensa que en jornadas anteriores había sido desmantelada por los laterales.

Parecía tan fácil, parecía el Granada B un rival tan asequible, que tuvo que llegar la segunda parte para demostrar que en la vida ya de por sí nadie te regala nada. Se relajó el Murcia, olvidó esa presión que le había favorecido antes del descanso, y se limitó a esperar. No miraron el área contraria ni nadie desde el banquillo dio un grito, como si la instrucción fuera guardar la ropa, como si con el 1-0 fuese suficiente. Nadie buscó a Chumbi ni a Toril. Nadie se dio cuenta que los delanteros murcianistas están en un momento que convierten en oro todo lo que tocan.

Cedieron el balón a los visitantes, posiblemente confiados en el mal día que estaban teniendo los de Tenorio a la hora de tomar decisiones correctas, y en el minuto 66 vieron como de repente tenían dos puntos menos que un segundo antes. Pero es que cinco minutos después descubrieron que ya no tenían nada. Un gol de Montoro tras un saque de esquina y un golazo de Miguel García permitía al Granada B dar la vuelta al marcador en un suspiro.

Por si fuera poco, en el 79, Antonio López era expulsado por roja directa. Tres palos seguidos de los que el Real Murcia ya no supo recomponerse. La victoria se marchó a Granada y las buenas sensaciones de la primera parte quedaron en el olvido.

Adrián: "Este tipo de partidos no se nos pueden escapar"

Adrián: "Este tipo de partidos no se nos pueden escapar"Adrián Hernández se mostró apenado por la derrota: «No se nos puede escapar este tipo de partidos», decía el técnico grana, que no entiende el cambio e imagen en la segunda parte. «La idea era seguir en misma línea, jugando en campo contrario, intimidarlos, mantener la presión planteada en el inicio». «No queríamos un repliegue constante porque al final se pierde la identidad», añadía. Adrián también indicaba que «un filial en un córner no nos tiene que hacer daño si estamos concentrados. Nos hemos equivocado en la interpretación de la segunda parte».

«Así es el fútbol. Lo hemos merecido y no hemos rescatado ni un punto», comentaba. El técnico grana intentaba quedarse con lo positivo: «Yo el equipo que quiero es el de la primera parte». Adrián Hernández también lamentaba no haber «matado el partido en la primera parte. No seguir con el nivel de activación en la segunda. Sea en casa o fuera estamos creando nuestra identidad, hemos dado un paso adelante, pero lo que importa son los resultados». «Vamos a salir reforzados porque lo que tenemos que fomentar que el camino es el de los 45 minutos», dijo el entrenador del Real Murcia.