El Lorca Deportiva tan solo ha sumado dos puntos de los doce que se han disputado. Solo los empates, en casa ante El Ejido y fuera frente al Betis B, han supuesto el pobre bagaje de los lorquinos quienes todavía no conocen la victoria. Tres goles a favor, los de Musoni, Marconato y Oscar Oliva, mientras que son cinco los encajados. El presidente Hugo Issa está intentando buscar soluciones en forma de fichajes, pero estos no llegan por la mermada economía de la entidad blanquiazul.

La pasada semana fue intervenido de la rotura del tendón de Aquiles, el centrocampista argentino Matías Nizo, quien era una de las esperanzas del mandatario lorquinista. Estará de baja entre cuatro y seis meses. La Federación Española ha autorizado al Lorca para que pueda remplazar esa ficha, pero todavía no se ha producido.

El técnico Iban Urbano aguanta como puede, sabedor de que su trabajo está mirado con lupa, cuestionado desde el minuto cero. El pasado domingo revolucionó el once, pero ni así. Ya son cuatro las jornadas disputadas y el objetivo que se había marcado Hugo Issa empieza a esfumarse. El mandatario argentino siempre ha comentado que su equipo aspiraba al ascenso, al menos en la futura Segunda B Pro.

Mientras tanto, el equipo lorquino no quiere perder comba pese a que el próximo fin de semana le toca descanso. Es casi el único del grupo que ha podido jugar todos los partidos programados. El próximo sábado, el Lorca Deportiva ha anunciado en su redes sociales un partido amistoso en la Ciudad Deportiva de la Torrecilla ante el Cartagena FC, a las 10.30.

Está a la espera que la dirección general de Deportes lo autorice. La próxima cita del equipo lorquino será otro derbi regional. Jugará en el estadio Artés Carrasco el Yeclano, quien también está en horas bajas. Para ese partido, Iban Urbano ya podrá contar con Héctor Galiano, quien cumplió un partido de sanción el pasado domingo.

Puede parecer una cifra baja, pero sin que los aficionados puedan entrar al estadio a presenciar los partidos, haber llegado a los trescientos abonados es un éxito para el club lorquinista en su vuelta a la Segunda B. Las oficinas sitas en la calle Lope Gisbert siguen abiertas para los interesados. Cien euros cuesta el socio oro y ochenta el plata.