Desde 2007 no ganaba el Real Murcia su primer partido liguero como local. La maldición del debut en NC se alargará un año más. Los granas, pese a iniciar la temporada con retraso al aplazarse sus dos primeros encuentros por coronavirus, dieron la impresión de querer alargar la pretemporada, de sentirse cómodos sin competir y sin la presión de tener que sumar. Comenzó el curso en Nueva Condomina y lo hizo con un empate en el marcador. Los de Adrián Hernández no pudieron ganar al Sevilla Atlético. El gol inicial de Chumbi no dio alas a los locales. Todo lo contrario. A los dos minutos ya habían desperdiciado su ventaja. Eliseo superaba a un Tanis que sigue demostrando que le falta nivel para vestir la camiseta del Real Murcia. No solo eso. Esta tarde hasta lució el brazalete de capitán.

De una primera parte de pelea y chispazos, gracias a los fallos forzados de uno y otro equipo, se pasó a un segundo tiempo para olvidar. Visto lo visto, agradecidos tienen que estar los aficionados de no tener que darse el paseo hasta Nueva Condomina para ver un espectáculo tan desalentador. De las tres ocasiones de Chumbi en la primera media hora se pasó a sesenta minutos en los que Alfonso fue un mero espectador. Poco bagaje en ataque y menos calidad, sin un centro del campo capaz de filtrar un balón en condiciones y con jugadores de banda que no desahogan.

La primera parte fue más de fallos que de aciertos. Ante la falta de dominio, tanto granas como sevillistas disputaban una lucha encarnizada en el centro del campo a la espera de que cualquier balón dividido cayese en sus piernas para lanzarse en busca de la portería contraria. Pocas veces lo consiguieron. Cada acción embotellada acababa en falta y vuelta a empezar, pero hasta así, hubo claras ocasiones de gol para marcharse al vestuario con ventaja para cualquiera de los dos equipos. El 1-1 al descanso reflejaba la igualdad y penalizaba a unos y otros por sus debilidades defensivas. Porque cuando Chumbi abrió el marcador, el aguileño ya había tenido dos para encarrilar la victoria. Y cuando Eliseo puso el empate, el Sevilla Atlético se acordaba de la que Casas había fallado ante Tanis en el primer minuto. Incluso cuando el colegiado señalaba los vestuarios, los más felices por el descanso eran los de Adrián Hernández, que después del 1-1 habían temblado como flanes cada vez que los visitantes pisaban el área. Porque hasta en dos ocasiones, los de Gallardo pudieron rematar todas las veces que quisieron ante la incapacidad de los locales para despejar el balón lejos de un Tanis cuya inseguridad ya no sorprende a nadie.

Por fin. Así se sintieron muchos aficionados cuando el colegiado señaló el inicio del partido. Desde sus casas, al no poder entrar público al estadio murcianista, los seguidores granas disfrutaban del debut en una temporada que se ha retrasado dos jornadas por el coronavirus. Apostaba Adrián Hernández por un once con dos delanteros. Chumbi y Alberto Toril ganaban la primera batalla por la titularidad, y el primero se dejó notar mucho en la primera parte, en la que se buscó la vida y logró un gol. Ante las bajas de Antonio López, Álvaro Moreno y Abenza, contagiados por covid, Edu Luna mantenía su puesto en el centro de la defensa, donde le acompañaba Miguel Muñoz. Por las bandas, Iván Pérez y Navas. Con Youness y Yeray en el medio, Pedrosa se colaba en el primer once, moviéndose entre la banda y la mediapunta. Por el otro lado aparecía Pablo Haro.

No se pudieron ver demasiados detalles. Y mira que el visitante Carlos Álvarez intentó dejar muestras de su calidad, pero pronto le bajaron los humos Youness, Yeray y cía. Más que una primera parte de fútbol fue una auténtica batalla campal. Con el Sevilla Atlético muy activo, presionando alto y evitando que los granas avanzaran, la lucha estuvo en el centro del campo. Y conforme pasaban los minutos, las faltas ganaban a los pases acertados. Pero entre golpe y golpe, siempre había futbolistas atentos para aprovechar cualquier balón que escapaba del barro.

Ni un minuto había pasado cuando los granas se llevaron el primer susto. El silencio de un estadio vacío se hizo todavía más evidente cuando Casas se plantaba solo delante de Tanis. Entre el mal tiro del delantero sevillista y el acierto del meta grana, el balón acabó en las manos del portero local. Fue el aviso incluso antes de la batalla. Como la señal de que los de Gallardo habían llegado a Nueva Condomina con ganas de guerra.

A los doce minutos respondió Chumbi. Como una bomba sin destino lanzada por uno de los guerrilleros, el balón cayó a Alberto Toril, escorado por la derecha. Levantó la cabeza el delantero grana y vio a un Chumbi que saltó libre de marca pero que se encontró con el cuerpo de Alfonso. En otra ocasión parecida, por aislada, el aguileño buscó la portería incluso sin tener una buena colocación, estando más bien escorado, y por poco sorprende a un Alfonso que se las vio y se las deseó para no encajar el gol tonto de la jornada. A la tercera sí llegó la vencida. Fue en el minuto 26. Con un disparo cruzado, tras pase de Iván Pérez, el murciano ponía el 1-0 en el marcador, logrando el primer tanto del Real Murcia en esta extraña temporada 20-21.

Poco, por no decir nada, duró la alegría en Nueva Condomina. Solo dos minutos después el Sevilla Atlético se estiraba, sacaba un córner y Eliseo también aprovechaba otro balón sin un destinatario claro para batir a un Tanis, que lucía el brazalete de capitán, que se quedaba embobado viendo cómo el balón le pasaba por encima.

Sentó mal el gol al Real Murcia. Aunque el partido no cambió el guion de lo que se estaba viendo en la primera parte, ahora todos los destellos en ataque eran para el cuadro sevillista. No eran ocasiones claras, pero la incapacidad de los granas para mostrarse contundentes, convertía cada balón en una oportunidad para los de Gallardo. Hasta en tres ocasiones tuvieron que gritar sálvese quien pueda los de Adrián Hernández, llegando a sacar el esférico casi cuando ya rozaba la línea de gol.