Tenía que llegar en algún momento y fue en Montilivi. El Cartagena pone fin a la racha de cinco partidos sin perder después de caer derrotado en Girona (2-1) en un encuentro marcado por la polémica. El Cartagena se quedó con uno menos después de empatar por una rigurosa expulsión de Forniés y pidió un penalti sobre Cayarga al borde del descanso.

Volvieron a aparecer las rotaciones en el once inicial del Cartagena- Forniés volvió a la titularidad, para dar descanso a De la Bella, mientras que en el otro lateral se mantuvo David Simón. Álex Martín estuvo en el eje de la zaga y a su lado apareció por primera vez Rhyner para suplir la baja de un Andújar que se quedó fuera de la convocatoria por molestias. En la medular estuvieron Carrasquilla José Ángel Jurado, que también retornaba al once. En la punta de ataque se mantenía un Rubén Castro en estado de gracia. Por detrás del canario volvía a estar Elady Zorrilla. En la banda izquierda aparecieron Berto Cayarga y la gran sorpresa del once. Delmás fue el encargado de suplir la ausencia de Álex Gallar por la cláusula del miedo y ocupó el extremo derecho.

En el Girona, su máxima amenaza ofensiva fue baja. Christian Stuani, que había sido anunciado en el once inicial, se caía de este al sufrir molestias durante el calentamiento.

Golpe nada más arrancar

Comenzó el partido el Cartagena totalmente dominado por el Girona. El balón no duraba en los pies de los futbolistas albinegros y los locales aprovecharon esos momentos de desconcierto inicial para imponerse en el juego y en las ocasiones. De hecho, no hubo que esperar a después de la primera ocasión para ver el primer gol del encuentro. Samu Saiz metió un pase por alto a la espalda de la defensa del Cartagena donde encontró a un rapidísimo Sylla que ganó la posición a la zaga, controló y definió de forma sutil ante la salida de Marc Martínez. Una acción en la que Rhyner pierde la marca del delantero del Girona y no le da tiempo a recuperar la posición para evitar el tanto.

Estando arriba y con la confianza de haber empezado mejor sobre el verde, el Girona siguió buscando la portería albinegra para tratar de hacer el segundo. Primero Bustos y después Bárcenas, buscaron la portería de Marc sin fortuna. El disparo del primero a la media vuelta se encontró con el arquero y el del segundo se marchó alto.

De menos a más

No fue hasta que pasó el primer cuarto de hora cuando el Cartagena comenzó a despertar. Poco a poco se fueron dando posesiones más largas que hicieron que el equipo se asentara sobre el terreno de juego. Fruto de ello, empezaron a llegar los primeros acercamientos a la portería de Juan Carlos. El portero local se iba a tener que emplear para detener la primera acción de los de Borja en una jugada llevada por Forniés por la izquierda. El centro del lateral no llegaron a tocarlo ni Elady ni Rubén Castro, pero sí lo hizo el defensa del Girona, que ante la llegada de Delmás se vio obligado a meter la pierna, pero el arquero estuvo atento para detener la pelota.

Con poco generaba peligro el Cartagena y fue pisando área con más confianza, Lo hizo en este caso con Cayarga, que recibió el balón en banda izquierda y encaró a su par para irse hacia dentro. El extremo encontró el espacio para el disparo y sacó un latigazo con la pierna derecha que desvió Juan Carlos. Sin embargo, el rechace le pegó en el pecho a un Rubén Castro que hasta sin querer hace goles. El balón terminó traspasando la línea y el delantero canario suma su cuarto partido consecutivo viendo puerta y se sitúa como pichichi de la categoría con cinco tantos.

La expulsión cambió el partido

Poco iba a durar la alegría para los albinegros, que vieron cómo de nuevo se volvía a torcer el encuentro. No fue esta vez en forma de gol del rival, sino en forma de expulsión. Iglesias Villanueva mandó a la ducha a David Forniés de forma muy rigurosa en una acción en la que el lateral ilicitano saca el brazo y golpea en la cara a Cristóforo. No fue siquiera el colegiado a revisar la acción en el VAR y el Cartagena se quedó con un hombre menos.

No iban a acabar ahí las decisiones en contra de los intereses albinegros. En los últimos instantes de la primera mitad Elady agarraba el balón en medio campo y tras marcharse de varios rivales filtraba un gran balón para Cayarga, El extremo se quedaba solo delante del Juan Carlos y en el último instante Ramalho llegaba para arrebatarle el balón en el último instante. El central tocaba balón pero antes agarraba a Cayarga, frenando la carrera de este. El árbitro no señaló la pena máxima.

Remar para morir en la orilla

Con toda la segunda parte por delante y un hombre menos, era evidente que al Cartagena se le iba a hacer muy largo el partido. Desde el minuto uno salió el Girona a por el gol y nada más arrancar tuvo un remate de Sylla, que ya avisaba de sus intenciones. Sin embargo, el conjunto de Borja iba a gozar de algunas oportunidades con las que dio un susto al Girona. Delmás se incorporó por la derecha para ganar la espalda a la defensa y cuando lo tenía todo a favor para darle el pase de la muerte de Rubén Castro en boca de gol, no logró dirigir bien el centro. También la tuvo Elady en un mano a mano tras un gran pase de Cayarga, pero el jienense disparó al muñeco y no pudo poner por delante al Cartagena.

Quien perdona lo paga, y eso fue lo que le sucedió a los albinegros. Los locales iban a ponerse de nuevo por delante con otro gol de Sylla, que fue un auténtico quebradero de cabeza durante todo el encuentro. Calavera centró desde la derecha y el delantero se anticipó a la zaga y puso el balón lejos del alcance de Marc con un cabezazo ajustado.

Con minutos por delante para ir en busca del empate, al Cartagena le faltaron las fuerzas y apenas pudo crear peligro, aunque nunca le perdió la cara al encuentro. Más cerca estuvo, eso sí, de llegar el tercero en varias contras. Ya en el descuento Álex Martín fue expulsado, también de manera rigurosa, por derribar al contrario siendo el último hombre. Fue el punto y final para un partido en el que la pegada se impuso al bloque y con el que el Cartagena pone fin a la racha de cinco partido invicto.