¿Cómo fueron sus inicios deportivos?

A los cinco años yo ya estaba con un balón en los pies. Me encantaba y le dije a mis padres que quería apuntarme a un equipo, y a los seis sacaron actividades extraescolares para chicas en mi pueblo. Ahí estuve un par de días a la semana hasta que a los 9 años nos federamos y empecé a competir en la Región.

¿No tenía que jugar también con chicos?

No, nosotras no porque formamos un grupo muy bueno en Mula, con bastantes chicas, y el equipo salió.

¿Y alguna vez les ganaban a los chicos?

Pues jugábamos de vez en cuando. Algunas veces nos ganaban ellos, pero otras lo hacíamos nosotras.

Pues eso les debería sentar muy mal.

Pues seguro, pero la verdad es que en nuestro pueblo no ha sido lo típico que las chicas jugaran con los chicos porque en mi edad siempre había chicas. Tuve la suerte de encontrar doce o trece niñas a las que también les gustaba. Éramos casi todas de la misma edad y con el entrenador que nos llevó, Felipe Sánchez, fuimos campeonas de España con el PDM Mula.

Jugó en el UCAM y en el Roldán. ¿Qué le ha llevado al Alcorcón?

Surgieron dos imprevistos que no tenía pensado. Uno fue que por temas económicos mi club, el UCAM, empezó a tener dudas de si iba a salir. Se enteraron varios equipos y empezaron a llamarme. También es verdad que fueron muchos los que me escribieron y me preguntaron, pero yo quería quedarme en Murcia. Con el paso del tiempo, viendo que la situación no iba a mejorar y que nuestro presidente, no sé por qué motivos que nunca he querido preguntar, había tomado esa decisión, recibí una llamada Alcorcón. Sí que es verdad que tuve muchos calentamientos de cabeza porque no quería irme de casa porque soy bastante casera, pero quería competir en Primera, seguir jugando, y la única manera era irme. El Alcorcón, desde el primer momento, me transmitió algo que los demás no hicieron. Me gustó la idea, el proyeto y lo que me ofrecieron.

¿Allí está trabajando al margen de jugar?

Estoy estudiando un Master y llevando varias escuelas, además de entrenar. No paro. Mi agenda diaria es un poco liada.

¿Sus padres siempre le apoyaron en sus inicios?

Siempre, nunca me han dicho no juegues e incluso mis padres me llevaron durante dos años a Roldán a entrenar los cuatros días a la semana.

¿No le decían que era un deporte de chicos?

Mis padres siempre me han dicho que hiciera lo que quisiera, se lo debo todo a ellos.

¿Cómo le llegó la llamada para ir a la selección?

Estaba en el piso y por el grupo de wasap pusieron 'Enhorabuena, Pepa y Nere', que es mi otra compañera. Nosotras éramos las dos nuevas de la lista y yo pensaba que era una broma. Estaba estudiando y dejé el móvil, ni lo miré. Y en ese momento apareció una compañera de mi piso, me dijo que mirara el móvil y me encontré la imagen de la convocatoria. Me puse nerviosa y me dio por llorar porque sufrí una lesión gorda que me dejó sin ir a una convocatoria hace un tiempo y este era mi sueño desde los cinco años€

¿Qué lesión sufrió?

Me rompí el cruzado anterior hace cuatro años.

Entonces se perdió un año.

No, estuve casi dos años porque tuve complicaciones.

¿Y en ese tiempo no pensó en dejarlo?

Me llevó a seguir mi sueño desde niña, debutar con la selección española, mejorar, superarme día a día. Era una motivación personal, no me podía rendir.

¿En esos dos años hubo mucha gente que le ayudó y otra que le dio de lado?

Sí, no voy a decir quienes, pero yo esperaba que hubiese gente que me hablase, me escribiese, me estuviese apoyando, y como pasa en todo, también hubo gente que me sorprendió para bien. Mi familia y mi grupo de amigos más cercanos sí que estuvieron en todo momento.

Con su ritmo de vida, tener amigos debe ser difícil.

El problema es que no tengo tiempo, muy poco. A mis amigos y amigas les decía que no podía quedar. Encima, cuando tienes un día libre estás deseando descansar y hacer tus cosas.

Y encima no se hace millonaria.

Evidentemente, así es. Nos portamos como profesionales, pero no lo somos, no nos toman como tal. El fútbol sala no está tan mediatizado ni lo ve tanta gente, obviamente, entonces es más difícil.

Pero la selección española es campeona de Europa.

Ahora, poco a poco, se le está dando más visibilidad, las redes sociales acompañan, se ve más movimiento y también está ayudando el tirón del fútbol femenino.

Pero también, aunque a veces parezca que no, hay una parte de la sociedad con la mente más abierta, que ya no ve raro que una mujer le dé patada a un balón.

Así es. Yo conozco a chicas que antes no podían jugar por lo que les decía su familia o amigos, pero ahora no es así. La mentalidad está cambiando y eso ayuda muchísimo al fútbol sala femenino.

Seguro que algún marimacho ha tenido que soportar.

Sí, por supuesto, he tenido que soportar que me dijeran alguna palabra mal sonante.

¿Y cómo reaccionaba?

Pues no pensaba en lo que me decían porque yo hacía lo que me gustaba y me daba igual lo que me dijesen, pero a otro tipo de personas sí que les influencia.

¿Cómo se siente en su primera experiencia fuera de casa, echa de menos a papá y a mamá?

Muchísimo. Ahora no paro de llamar a mi madre por videollamada para que me ayude a hacer las lentejas y los potajes, que los echo mucho de menos. Mi madre me pregunta si la estoy echando de menos y no lo sabe bien. Antes llegaba a casa y tenía la cena hecha, pero ahora me la tengo que dejar hecha antes de irme a entrenar.

Ahora se organizará mejor.

Claro, ahora voy con un horario para todo, voy como los relojes.

¿Y cómo están con el coronavirus en Madrid?

Ahora mismo estamos en estado de alarma y no podemos movernos a otras zonas ni nada. Los bares cierran a las diez, pero no me afecta porque no salimos casi nada. Nosotras estamos en nuestro piso, cada una haciendo sus cosas, y lo único que salimos es para ir a entrenar y a la compra.

Mientras que no les quiten jugar€

Eso es, porque al principio también lo veíamos complicado con el tema de los test, estaba la cosa un poco fea.

¿Ha pasado muchos test ya?

Pues llevo ya cuatro.

¿Cómo fue su cumpleaños confinada?

Fue un poco duro porque como casi nunca me junto con mis amigos y tenía en mente hacer una pequeña celebración con la mayoría. Y mira, de querer celebrarlo una semana antes a vernos confinados a la siguiente.

¿Y el confinamiento, cómo lo llevó?

Un poco mal porque tenía en mi casa un patio amplio para poder hacer ciertos ejercicios, pero no tienes los materiales adecuados para poder fortalecer, pesas, máquinas de gimnasio€ Tampoco tenía cinta de correr y fue muy complicado, ya que los ejercicios que podía hacer eran casi todos lo mismo.

¿Qué sensación tuvo cuando se puso la camiseta de la selección?

Pues mi cara lo reflejaba en la entrevista que me hicieron. Un sueño que cumples y te ha costado tanto, no tienes palabras para describirlo. A mí se me encogió el pecho y no me lo creía.

Como cuando le llamaron, que no se lo creía.

Mira, cuando me dijeron que me pusiera ante la cámara porque me iban a hacer unas preguntas, me dio por llorar por el sacrificio que me ha costado llegar hasta ahí. Seguiré trabajando para repetir más veces y estar en más convocatorias, pero ya he cumplido uno de mis sueños y ahora es seguir ahí. Me acordé mucho de mis padres y de mi familia, porque no podían estar ahí y ellos han hecho posible que lo consiga.

En el futuro se quiere dedicar a la docencia.

Sí que me gustaría, pero también quiero alargar todo lo que pueda mi carrera deportiva, pero no sé hasta qué punto lo pueda compatibilizar. No tengo ni idea de cómo poder hacerlo.

De momento se está formando.

Sí, ahora mismo estoy en eso.

¿Piensa que ha renunciado a muchas cosas por el deporte?

Sí, siento que hay cosas que me gustaría haber hecho y que no he podido llevar a cabo, pero ha sido por algo que me gusta. Por ejemplo, apenas he podido viajar con mi familia y he tenido que pedir esos días libres para hacerlo.

¿Le cambió mucho la mentalidad su lesión?

Mucho porque antes me daban igual algunas cosas y cuando me lesioné le tomé importancia a situaciones a las que no hacía caso. En el fondo me sentía afortunada porque lo mío era una lesión y que podría volver. Me hizo valorar a las personas que estaban conmigo y que sin sacrificio y esfuerzo no se llega a ningún lado. En definitiva, me ha hecho mejor persona y me preocupo el doble que antes por los demás. Y ahora valoro mucho más a mi familia.

¿En qué jugadores se fijaba de pequeña?

En el fútbol me encantaba Ronaldo el gordo, Zidane€

Vamos, que es del Madrid.

Soy del Madrid, cerrada. Bueno, Beckham también me encantaba, al margen de que fuera guapo. Y de fútbol sala me encantaban Paulo Roberto, Wilde y Miguelín.

¿El día que volvió de su lesión tuvo las mismas sensaciones que en su debut en la selección?

Lo único que hice fue llorar de ver que estaba jugando y ahora valoro cada partido que juego, doy las gracias por jugar, por disfrutar€

¿No tiene miedo a volver a lesionarse?

No porque si me tengo que romper otra vez, pasará y seguiré luchando por hacer lo que me gusta.

A mí me preguntaban si tenía miedo y no era eso, que me tuvieron que volver a intervenir para limpiarme la rodilla. A partir de eso todo fue muy bien. Miedo pasé al principio porque tuvo un tramo malo por pensar que no volvería a jugar, por si no me quedaba bien y no podía cumplir mi sueño.