Estaba el consejo de administración del Real Murcia en entredicho. Dos años después de la salida de Víctor Gálvez de Nueva Condomina, las anunciadas medidas legales contra el oriolano no se habían confirmado. Cada rueda de prensa, los responsables granas prometían que el ex presidente no se iría de rositas y que su gestión nefasta para el club llegaría a los tribunales, sin embargo, los meses iban pasando y las acciones no llegaban.

No quería el equipo jurídico del Real Murcia precipitarse y que la demanda cayese en saco roto por no estar bien redactada. Por ello, han tardado más de la cuenta. Pero desde ya, la querella contra Víctor Gálvez está en los tribunales. Ayer mismo, los granas lo dejaban todo listo para comenzar un proceso en el que también quedan señalados Víctor Valentino Gálvez, quien fuera vicepresidente del club y director general, así como Toni Hernández, director general en los primeros meses y director deportivo hasta su salida, además de cabeza visible de la empresa Fútbol Puro Consulting, que percibía todos los ingresos comerciales y de abonos del club grana durante el verano de 2018.

Como ya se venía informando desde que se produjo el cambio de poder en el Real Murcia y Víctor Gálvez salió por la puerta de atrás de Nueva Condomina, los responsables granas han denunciado al oriolano por administración desleal y por tomar decisiones perjudiciales para la entidad, como el despido de Biel Ribas o la ruptura del contrato con Umbro; pero también por apropiación indebida. Según las cuentas realizadas por los servicios jurídicos del Real Murcia, comandados por el abogado Evaristo Llanos, el oriolano se apropió de 220.000 euros. Tras analizar la entrada y salida de dinero durante la etapa de Gálvez, que va de abril de 2018 a noviembre de ese mismo año, los granas detectan que tras poner unos 330.000 euros para abonar algunos pagos urgentes, a partir de ahí se van apropiando presuntamente de los distintos ingresos que entran en el club, especialmente por la campaña de abonados, donde se llegan a obtener unos 700.000 euros, percibidos en dos partidas, la primera de unos 420.000 euros y la segunda de unos 210.000 euros.

Desde el Real Murcia consideran q no solo cubren lo que han ido poniendo de su bolsillo, sino que además se apropian de unos 220.000 euros de más.

A esta cantidad habría que sumar el enorme perjuicio económico para una entidad a la que Gálvez llevó al borde de la liquidación.

Además serán los juzgados los que deberán determinar también si Gálvez actuó correctamente cuando metió la mano a la caja del Real Murcia para ir cobrándose de los pocos ingresos que tiene el club las cantidades que él había puesto previamente para hacer frente al pago sobre todo de nóminas.