El UCAM Murcia CB se plantó ayer en Zaragoza con la teoría aprendida. Pero no con la práctica. Sito Alonso, entrenador del conjunto universitario, ya había avisado a su plantilla de lo que iba a ocurrir en el inicio del encuentro si no centraban todas sus fuerzas en los puntos fuertes del Casademont, pero sus jugadores se quedaron en blanco en el momento más inoportuno (98-86). «Es un equipo que en el momento en el que tengas la más mínima relajación, no solo vas a perder seguro, sino que no vas a tener opciones de competir contra ellos. Hay que tener un control muy grande de sus jugadores exteriores, porque su polivalencia para alternar posiciones es bastante difícil, y defenderlos va a ser difícil porque su capacidad de generar es muy grande», explicaba el entrenador madrileño el pasado viernes en la previa del encuentro.

Todo eso se lo llevó el viento. Porque a los tres minutos de partido, con 14-4 en el marcador, Sito Alonso tuvo que solicitar el primer tiempo muerto para darle un toque de atención a sus jugadores. El UCAM llegó tarde a los primeros lanzamientos del Casademont Zaragoza, y tampoco era capaz de ejecutar en ataque el plan inicial diseñado para proteger a Conner Frankamp, con molestias en su rodilla izquierda, y paliar la baja de DJ Strawberry por una fascitis plantar. El entrenador del UCAM volvió a agitar el quinteto inicial con Davis -subiendo el balón-, Townes, Peter Jok, DiLeo y Augusto Lima. Comenzó flojeando en defensa, ante un rival repleto de calidad y dispuesto a recuperar el crédito perdido en las primeras cinco jornadas, y siguió por improvisar en ataque. «Jugad las jugadas, sed serios. Jugad como entrenáis», acababa diciendo el entrenador universitario en el primer tiempo muerto del encuentro.

Ya era demasiado tarde, porque el UCAM, pese a que consiguió reaccionar en la segunda parte, con un último cuarto estelar de Conner Frankamp a pesar de sus dolencias para colocarse a diez puntos de diferencia a falta de seis minutos, acabó cayendo en Zaragoza porque simplemente llegó tarde. Con dos despistes locales, el conjunto universitario dio un golpe en la mesa para presentar su candidatura a llevarse el triunfo. Pero no fue suficiente tras marcharse al descanso con 20 puntos de desventaja. Después del 4/4 en triples y el tiempo muerto de Sito Alonso, el UCAM mejoró algo en ataque con las rotaciones, pero los triples de Barreiro y Benzing cerraron el primer cuarto tras el inicio rabioso del conjunto aragonés (26-13).

El parcial de salida del segundo cuarto no solo mantuvo la ventaja en el marcador, si no que la incrementó. El UCAM acusó los problemas físicos de Frankamp, quien pese a estar sobre la pista no ejercía su rol como base, y la mala defensa al juego exterior del Casademont Zaragoza, junto a las dificultades para imponerse en el rebote, le acabó condenando al descanso. El equipo de Diego Ocampo, entrenador del cuadro maño, movía el balón a placer buscando la opción liberada en todo momento y así fue como se llegó a los 20 puntos de diferencia (39-19). Sito Alonso volvió a parar el encuentro, pero tan solo los puntos interiores de Radovic y Lima mantenían con vida al UCAM tras el 0/9 en triples. Fue Peter Jok el que rompió la mala racha desde la línea de 6,75 con el primer lanzamiento de tres convertido a los 16 minutos y medio de partido. Y, pese a que los universitarios intentaron un último arreón en el primer tiempo tras una antideportiva sobre Davis, la mala defensa de los de Sito Alonso ayudaba a su rival a conservar la amplia renta (53-33).

El UCAM regresó de los vestuarios mucho más entonado en defensa y confiando en poder acercarse en el marcador para tener opciones en el último cuarto. Los ajustos de Sito Alonso funcionaron. Y así lo demostraron en el arranque del tercer cuarto con un parcial de salida de 0-5 y los triples de Peter Jok, que ayudaron a rebajar la distancia hasta los 13 puntos (56-43). El UCAM tenía la posibilidad de rebajar la distancia y rozar la barrera psicológica los diez puntos en el ecuador del tercer cuarto. Justo cuando el Casademont estaba muy tocado, confiado por extensa diferencia en el marcador. El equipo universitario contó con varias posesiones para colocarse a tan solo once o diez minutos. Davis, pese a anotar anteriormente, se precipitó en varias acciones, y el Zaragoza se cansó de dejarse llevar. Una antideportiva de Rojas sobre Seeley, y dos triples del jugador local consecutivos, colocaron el +19 de nuevo de distancia para los maños y ahí murieron casi todas las esperanzas del UCAM (62-43). Eso sí, el conjunto de Sito Alonso lo siguió intentando, pero no fue suficiente y el Casademont Zaragoza llegó a los diez minutos, incluso, aumentando la ventaja anterior (75-53).

Pero el equipo murciano tiró de fe y volvió a intentarlo de nuevo. Por última vez. Y lo hizo con un Conner Frankamp que anotó 19 de los 20 puntos con el que finalizó el partido en un abrir y cerrar de ojos. El base norteamericano, mermado todavía por sus molestias en la articulación, fue el líder hasta que su rodila el volvió a frenar. Un parcial de 8-18 devolvió toda esperanza (83-73). Los de Sito Alonso se situaron a tan solo diez puntos de ventaja después de tres triples consecutivos de Frankamp y otro de Peter Jok, junto a las canastas de Radovic y Lima, cuando todavía restaban seis minutos para llegar al final. Sin embargo, un mal giro en la rodilla maltrecha de Frankamp, cuando intentaba una entrada a canasta, dejó tocado al base norteamericano y terminó por desconectar totalmente al UCAM (88-78). El equipo aragonés supo entonces mantener la calma en los minutos finales, pese a la mejoría del UCAM, y dos triples lejanísimos de Ennis cuando el equipo murciano quería dar el último mordisco al marcador, acabaron finiquitando el primer partido de los dos seguidos que afrontará el equipo murciano como visitante (98-86).