El Yeclano Deportivo comenzó la temporada mostrándose competitivo y sobre todo férreo ante un prometedor Linares. Los de Sandroni, con bajas importantes y todavía a medio hacer en facetas ofensivas, sólo sufrió un cuarto de hora al inicio de la segunda parte y dispuso de dos de las ocasiones más claras del partido, con controvertido gol anulado incluido.

El primer acto fue el previsible en cualquier arranque liguero, con un Yeclano bien posicionado y un Linares todavía modoso en su vuelta a la categoría. Más allá de un remate anulado de Fran Martínez en las siempre peligrosas jugadas a balón parado azulgrana (o salmón, mejor dicho), la primera media hora fue de tanteo con unos llamando aceituna lo que otros llamaban oliva. En los diez últimos minutos si que hubo más brío, después de que Gianni se llevará el susto en una bola con el pie que rebotó en la espalda de Hugo Díaz marchándose fuera por poco.

Al instante respondió el Yeclano, con un balón de Karim que se metió al área desde la banda y la cruzó ante un Razak que logró rechazar. Con la cosa animada, Luís Lara dispuso de un balón exterior que mandó fuera, para llegar a un descanso de 0-0 de manual.

La reanudación dio lugar al peor momento para los azulgranas y el mejor para los andaluces. Gianni hizo la parada de la tarde con una mano abajo espectacular en un remate de córner de Fran Morente. Con sufrimiento, se sucedieron saques de esquina y achuchones, con tiro alto de Isra desde la cocina incluido. El acecho jienense se frenó de golpe y pudo incluso haber sido definitivo, con una falta lateral que sacó Álex Vaquero y que acabó en gol. Con un retraso de levantamiento de banderín mosqueante, Bueno Prieto anuló el tanto que Karim había conseguido remachando un rechace de Razak a remate de Ayoze.

Minutos después, el Yeclano volvió a tener la de los puntos, pero esta vez en vez del banderín fue el palo lo que se interpuso en el camino. Luis Castillo se encontró un regalo de la zaga azulona pero su remate-reflejo golpeó el poste. Con Navarro y Sergio Bañón dándole más identidad todavía a la propuesta de Sandroni, los minutos finales fueron desordenados y con la incertidumbre de si alguno de los dos equipos se llevaba el partido al huerto.

Entre tanto cambio, la incógnita era si alguno de los dos veteranos matadores como Iker Torre y Chendo Alarcón iban a ser el Islero de Linarejos, pero la contienda acabó con un coherente reparto de puntos entre un recién ascendido con muy buenas trazas y un Yeclano con bajas y todavía por evolucionar ofensivamente.