Un duelo de titanes. Es lo que se vivió este sábado sobre el césped del Cartagonova. Cartagena y Fuenlabrada se repartieron los puntos en un intenso partido en el que los de Borja Jiménez suman la tercera jornada consecutiva sin conocer la derrota con un punto que hacen bueno después de las dos victorias que había encadenado. El gol de Rubén Castro no bastó a los albinegros para llevarse los tres puntos ante un Fuenlabrada que llegaba invicto y que dio mucha guerra.

Si vienes de hacer el mejor partido de la temporada con once futbolistas de inicio, ¿por qué cambiarlos? Es lo que debió pensar Borja Jiménez para sacar el once inicial. Los mismos jugadores que saltaros desde el principio al césped de El Toralín la semana anterior y lograron la segunda victoria consecutiva fueron los que saltaron al verde frente al Fuenlabrada. Con la defensa consolidada, Clavería siendo uno de los hombres más importantes para que funcione el engranaje de la maquinaria albinegra y la pareja formada por Elady y Rubén Castro en el ataque, lo único que llamó en cierto modo la atención fue la segunda suplencia de Carrasquilla en detrimento de un Jurado que fue elegido mejor jugador de la jornada anterior y la presencia de Nacho Gil, que parece haber desplazado definitivamente a Cayarga.

Se notaba que se veían las caras dos equipos a los que les gusta llevar la iniciativa del juego y tener el balón. Y ninguno de los dos iba a ceder en el intento. Precisamente por ese motivo, ninguno iba a conseguir tenerlo. En unos primeros minutos en los que la intensidad estuvo por encima de la claridad con el balón en los pies, quedó patente que el Cartagena ya es capaz de tutear a grandes equipos como es este Fuenlabrada. De hecho, aunque las primeras aproximaciones de tanteo llegaron por parte del cuadro azulón, fueros los de Borja los primeros en crear verdadero peligro en ataque. Una buena combinación entre Davis Simón y Gallar propició un pase al hueco para Rubén Castro que el delantero aprovechó para sacar un peligroso centro que esperaba Elady en el segundo palo. Sin embargo, Rosic sacó una mano providencial que evitó el remate del jienense, aunque el rechace le cayó al propio Elady, pero no consiguió concretar el disparo a puerta. Fue la carta de presentación de un conjunto albinegro que cuando consiguió entrar, lo hizo casi siempre por la derecha con David Simón y Elady entrando en juego.

La primera del Fuenlabrada no llegó hasta pasado el primer cuarto de hora de juego, cuando un error del Cartagena en la salida de balón provocó el robo y la llegada de Franchu por la derecha, que trató de meter el pase de la muerte pero que se encontró con Marc Martínez yendo perfecto abajo para evitar el remate. Con los de Borja controlando algo más el juego, los acercamientos a ambas áreas fueron mínimos y el poco peligro llegó en jugadas muy aisladas. El Cartagena solo inquietó a Rosic con un disparo de José ángel Jurado desde la frontal, que quiso repetir lo que hizo en Ponferrada para abrir el marcador, pero su disparo se encontró con un defensa y el balón terminó marchándose a saque de esquina pasando muy cerca de la madera. Los visitantes, por su parte, solo consiguieron poner en serios apuros a Marc con un potente y lejano disparo de Mula en una falta situada a treinta metros de la portería albinegra, pero el arquero reaccionó bien desviando la pelota.

Si a la primera mitad le sobró intensidad y le faltaron ocasiones, después del paso por vestuarios llegó el peligro y se mantuvo -e incluso se incrementó- la intensidad sobre el terreno de juego. No tardaron en llegar las primeras oportunidades por parte de uno y otro equipo. Rubén Castro empezaba a avisar de lo que se vendría después con una jugada dentro del área en la que, tras tirar un recorte y dejar sentado al defensa, no pudo concretar el disparo que se lanzó a tapar la zaga visitante. También iba a empezar a llegar el conjunto visitante a través de salidas rápidas. Fue el caso de la contra lanzada desde campo propio con la que con dos toques rápidos se plantaron en área del Cartagena finalizando con un disparo alto. Tras el arreón inicial del segundo acto, hubo diez minutos del encuentro en el que parecía que se volvía a la tónica del primer tiempo. Sin embargo, era solo el preludio de unos minutos en los que el partido se iba a abrir definitivamente e iban a comenzar a llegar las oportunidades y los goles.

La pizarra fue clave

Daba la sensación de que solo a balón para podía abrirse el marcador cuando el partido estaba tan controlado por ambos entrenadores como si de una partida de ajedrez se tratase. Y fue así como terminó llegando el primer gol del encuentro. Desde la pizarra del técnico abulense y con el más listo de la clase aprovechando la estrategia. Fue una falta botada por Álex Gallar desde la banda al segundo palo en la que Álex Martín se marchó de su marca para prolongar la acción a boca de gol. Allí apareció Rubén Castro para cazar el balón y mandarlo a la cazuela y anotar su segundo tanto de la temporada. No obstante, en primera instancia no subió al marcador porque el juez de línea señaló fuera de juego de Álex Martín en el primer pase, por lo que tuvo que ser revisado por el VAR. Finalmente, con suspense y con pocas dudas, el gol del delantero canario subió al marcador y el Cartagena se pudo por delante.

Apenas duró la alegría

Normalmente cuando se adelanta un equipo, consigue aprovechar el estado anímico por ponerse por delante y los siguientes minutos le sirven para asentarse y tratar de pillar descolocado al rival. En este caso, sucedió todo lo contrario. Lejos de venirse abajo, el Fuenlabrada no tardó nada en reaccionar y consiguió igualar el encuentro prácticamente en la jugada posterior al gol albinegro. Una jugada embarullada dentro del área en la que el Cartagena no logró despejar terminó con un balón que se llevaba Franchu para abrirse hueco para el disparo con un toque y batir a bocajarro a un Marc Martínez que no pudo hacer absolutamente nada para detener el disparo. El extremo del conjunto visitante, que apenas había aparecido en el primer tiempo, fue determinante logrando el gol de la igualada.

Fueron unos minutos de caraja que el Cartagena pagó con el gol en contra y que podría haberle salido aún más caro si no llega a ser porque en la siguiente acción, el cancerbero catalán salvó el segundo del combinado madrileño. Una buena combinación rápida que pilló descolocada a la zaga albinegra terminó con un disparo cruzado en el que Marc tuvo que emplearse a fondo. Incluso en el balón que quedó muerto dentro del área pudo llegar el tanto, que terminó evitando la defensa del Cartagena. Una sangría instantánea que Borja trató de tapar con un torniquete llamado Sergio Aguza, que saltó al campo para disputar sus primeros minutos con la camiseta blanquinegra y para darle pausa y control al partido para los locales.

Fue una función que el centrocampista procedente del Almería entendió y cumplió a la perfección. Desde su entrada en el verde, el Cartagena dejó de recibir llegadas y pasó a controlar algo más el juego. Durante los últimos minutos, el Cartagena trató de buscar el gol de la victoria con alguna tímida acción de ataque, como la combinación entre William, Gallar y el remate de Carrasquilla que se marchó desviado en la que fue una de las últimas del partido.

De esta forma, los albinegros suman tres jornadas sin perder y se preparan para visitar entre semana al Almería.