El Real Murcia se estrena con decepción en la Nueva Condomina, tras caer por 0-1 en la prórroga ante el Puertollano, que supo aguantar el dominio grana durante la primera mitad y buena parte de la segunda. El equipo dirigido por Adrián Hernández no fue capaz de materializar las ocasiones que tuvo durante la primera media hora, en la que le fueron anulados dos goles a Chumbi por fuera de juego, y se fue desinflando conforme avanzaba el encuentro. Los 90 minutos reglamentarios dieron paso a una prórroga en la que las fuerzas fallaron en ambos equipos, pero en la que el Puertollano supo amueblar sus ideas para convetir el peligro en realidad, aporovechando Hendrio un error de Antonio López para marcar el único tanto del partido y echar al Real Murcia de la Copa Federación en la primera ronda.

La superioridad del Real Murcia quedó patente desde el primer minuto de partido, haciéndose con la posesión del balón y buscando el área rival con las primeras intentonas de Pablo Haro por banda derecha, aunque el primer aviso llegó por el flanco izquierdo, con un centro de Segura que el mismo Haro consiguió cabecear en el área pequeña. El balón fue empujado por Chumbi al fondo de la red, pero el gol no subió al marcador por fuera de juego del ariete grana.

El conjunto de la capital del Segura marcó territorio en casa adueñándose del balón, moviéndolo de un lado al otro sin prisas y robando con rapidez cuando el Puertollano intentaba salir. Esta intensidad se materializó de nuevo en una buena internada por parte derecha de los de Adrián Hernández, que acabó en un saque de esquina que desembocaría en una nueva ocasión de peligro, en la que Chumbi conseguía batir al portero rival en el segundo palo tras un pase filtrado, pero de nuevo fue invalidado el gol por encontrarse el 9 en posición antirreglamentaria.

Los primeros 25 minutos fueron un monólogo del Real Murcia, que conseguía una y otra vez llegar al área rival con peligro, sobre todo por banda izquierda, y aprovechando la presión alta que le permitió robar muchos balones en zona de tres cuartos. La intensidad fue decayendo, y aunque el Puertollano no dio un claro paso al frente, sí que volvió a acercarse a la portería de Josele con tibias llegadas. El tiempo restante hasta el descanso evidenció el ansia del Real Murcia por conseguir el primer gol, actuando en las pocas salidas en velocidad claras que gozó con más corazón que cabeza. El primer tiempo acabó con empate a cero, y con la sensación de que el equipo grana podría haber dejado casi sentenciado el encuentro antes de marcharse a los vestuarios.

La segunda mitad comenzó con un notable cambio en el Puertollano, que decidió adelantar líneas para intentar competir de tú a tú a un Real Murcia en el que Abenza y Sandoval habían entrado en el 11 tras el paso por vestuarios. Pero los minutos se sucedieron y se volvió a plasmar en el terreno de juego lo que la primera mitad había deparado: un Real Murcia que poco a poco se volvía a animar a dominar el juego a través del balón, y un Puertollano que se fue encogiendo en su mitad de campo.

La diferencia en el juego de ambos equipos era evidente, pero el gol seguía sin caer del lado murcianista, por lo que Adrián Hernández decidió meter pólvora con la entrada de Víctor Curto y Toril. La chispa del Real Murcia comenzó a perder intensidad, y el partido se convirtió por momentos en un correcalles que permitió al Puertollano salir con velocidad hacia meta contraria en varias ocasiones, dejando a los granas algo incómodos sobre el verde.

El partido encaró los últimos 15 minutos con una dinámica muy distinta de lo que hasta ahora había mostrado. El Puertollano se envalentonó cada vez más, y el Real Murcia no lograba ni siquiera crear peligro, aumentando la ansiedad en el conjunto de Adrián Hernández al ver que el gol parecía cada vez más lejano. Todo pareció trabarse en las mentes y piernas del Real Murcia, que no supo enlazar buenas jugadas en zona de peligro, y que solo pudo contener las rápidas salidas del Puertollano. Los 90 minutos reglamentarios se consumieron y el empate a cero seguía siendo una realidad, llevando el encuentro hacia la prórroga.

Los minutos suplementarios comenzaron con claras muestras de cansancio por parte de ambos equipos, aunque fue el Puertollano quien más inquietó el área contraria en lo poco que se pudo jugar sin interrupciones. El juego se distribuyó en la zona central del campo, alternándose con fugaces salidas en ataque del Puertollano que no tuvieron éxito para los visitantes.

Los segundos 15 minutos de la prórroga comenzaron como había acabado la primera parte del tiempo suplementario, con más alegría en las piernas de los jugadores del Puertollano y con la misma falta de chispa en el Real Murcia, lo que acabó por traducirse en el gol del Puertollano y todo un jarro de agua fría para los granas. Hendrio aprovechó un fallo atrás de Antonio López para adelantar a los castellanomanchegos y obligar al Real Murcia a realizar un milagro para engancharse al resultado, un milagro que nunca llegó pese a los intentos, con más corazón que cabeza, del Real Murcia en los últimos minutos.

El equipo grana se estrena en competición oficial con una derrota, contra un rival de categoría inferior, y que además le supone el adiós a una competición, la Copa Federación, cuya defensa de título ha flaqueado a las primeras de cambio.