A falta de que sea presentada de forma oficial la que ha sido la última incorporación, la confección de plantilla para la temporada 2020-2021 del Cartagena se puede dar por concluida. La puesta de corto de Jack Harper sobre el césped del Cartagonova pondrá punto y final a un mercado de fichajes en el que el club albinegro ha tenido que exprimirse al máximo para terminar de cerrar el grupo con el que tratará de mantenerse en el fútbol profesional en su retorno a la categoría de plata. Exprimirse en cuanto a esfuerzos y negociaciones, pero también en lo económico, parcela en la que el mánager general deportivo, Manuel Sánchez Breis, comentaba que «se han cuadrado al máximo los números» y que «no queda casi dinero ni para una botella de agua y pipas para el próximo partido en casa». Todo ello con el objetivo de formar la mejor plantilla posible.

Hablamos de un mercado en el que el club se veía obligado a realizar una gran cantidad de movimientos para asumir con garantías el reto que supone pasar de estar arriba en Segunda División B a ser uno más de Segunda División. Y vaya si se han producido. Desde que el Cartagena puso los dos pies en LaLiga el pasado 20 de julio con el ascenso en La Rosaleda, se han hecho cerca de 30 operaciones entre llegadas y salidas -sin contar todas las que no se terminan materializando-, por lo que ha sido este un mercado de lo más movido en las oficinas del Cartagonova.

Media plantilla renovada

Durante todas estas semanas, los ojos han estado puestos -como no puede ser de otro modo- en las posibles incorporaciones. «Es un mercado del que nos tenemos que sentir muy satisfechos. Un mercado difícil para todos en el que tenemos que valorar la cantidad de operaciones que hemos llevado a cabo para llegar hasta aquí. El objetivo era acercarnos a la confecciónque hubiéramos hecho sin tantos contratos en vigor», aseguraba Paco Belmonte. Catorce jugadores nuevos han llegado con respecto a la temporada pasada para dotar de la calidad, experiencia y competitividad necesarias al grupo. Un portero, cuatro defensas, 4 medios y cinco atacantes han aterrizado en el Cartagonova. Muchos de ellos, eso sí, en forma de cesión. Es el caso de jugadores como el guardameta Bulka -procedente del PSG-, Alberto de la Bella, Álex Gallar, los futbolistas procedentes del Villarreal -Sergio Lozano y Simón Moreno- o el delantero Harper. Sin embargo, por encima de todos aparece un jugador que pocos podrían pensar que podía vestir la camiseta del Cartagena esta temporada. Rubén Castro se enfunda la albinegra a sus 39 años para tratar de ser el killer que ha demostrado ser durante toda su carrera. De hecho, fue el encargado de anotar el primer gol de la temporada en Leganés. A las nuevas incorporaciones hay que sumarle las vueltas de William de Camargo, cedido precisamente desde el conjunto blanquiazul, y de Álex Martín, que en este caso viene en propiedad.

Un bloque 'inamovible'

Doce de los 'Héroes de Málaga' -14 si contamos a William y Álex Martín- han permanecido en la plantilla. Sin embargo, una buena cantidad de futbolistas ha tenido que salir para hacer hueco a los nuevos fichajes. A excepción de Pablo Caballero, que no tenía contrato en caso de ascenso, y Diegui y Lucas de Vega, que habían llegado cedidos, para el resto ha habido que encontrar una salida. En algunos casos con la intención de que estén de vuelta, como es la cesión de Vinicius Tanque al Atlético Baleares. Otras, sin embargo, han hecho sudar de lo lindo a la directiva y se han enquistado hasta el último suspiro del mercado. Santi Jara, Sergio Ayala, Quim Araujo, Manu Viana, Markel Etxeberria y Rodrigo han visto cómo su marcha no se producía hasta las últimas horas.