El mercado de fichajes del verano de 2019 se cerró para el Real Murcia con la rescisión de contrato de Simón Ballester. El meta murciano era despedido el último día de plazo. Una campaña después, la portería ha vuelto a poner contra las cuerdas a los responsables murcianistas. Llegaba hoy el periodo de fichajes a su fin, y en las oficinas de Nueva Condomina no se trabajaba para conseguir un refuerzo de última hora. En los despachos del estadio murciano se corría para poder sacar de la plantilla a Alberto Lejárraga, sin sitio, pero con contrato en vigor hasta junio de 2021.

Se había metido el Real Murcia en un auténtico lío. No han sabido los murcianistas manejar ni los tiempos ni las limitaciones de fichas sénior. Al último día del mercado se llegaba con un jugador sénior más de la cuenta en la plantilla. No había capacidad para fichar, ni a los chollos de última hora ni a nadie. Se escapaban opciones interesantes y todo por el overbooking de jugadores mayores de 23 años. Después de la salida de Melgar, había que solucionar como fuese la rescisión del contrato de un Lejárraga que, pese a estar nominado todo el verano, se había resistido a abandonar el club si no se le abonaba una buena parte de lo que tenía firmado.

Sin equipo al que marcharse al estar todas las porterías completas, solo le quedaba al madrileño irse al paro, por lo que el meta quería cobrar su dinero, y al Murcia le tocó rascarse el bolsillo para no ampliar el problema que ya tenían. Así se llegó al último día, donde el tira y afloja se mantuvo hasta las nueve de la noche de este lunes. Fue a esa hora cuando los murcianistas emitieron un comunicado en el que informaban que se había llegado «a un acuerdo con Alberto Lejárraga para la rescisión de su contrato». «El guardameta madrileño finaliza su relación con el Real Murcia tras una temporada en la que disputó un total de 14 partido, todos ellos de competición liguera», añadía. «Desde la entidad le queremos agradecer el trabajo y profesionalidad mostrados, deseándole suerte en su futuro profesional», completaba la nota.

Con la salida de Lejárraga, el Real Murcia ya tiene la plantilla que competirá por ascender al fútbol profesional.

Pablo Herrero, al primer equipo

El canterano Pablo Herrero, del Imperial, ha sido el jugador elegido por el Real Murcia para ocupar la ficha sub-23 que quedaba libre.

El extremo da el salto así a la primera plantilla, con la que ha realizado la pretemporada. El atacante formó parte de la estructura grana durante edad infantil y cadete, para después marcharse. Regresaba hace una temporada para incorporarse al Imperial procedente del UCAM juvenil.

El de Alcantarilla, que a las órdenes de Javi Motos disputó 25 partidos, da el salto así a la plantilla entrenada por Adrián Hernández. Al final los jugadores que han promocionado han sido Pedrosa, que lo tenía en su contrato; Carlos Palazón y Adrián Melgar. También son jugadores sub-23 con ficha en el primer equipo el meta Josele y el centrocampista Youness.