ElPozo Murcia sumó un punto en su estreno liguero tras el empate (6-6) cosechado ante el Valdepeñas. En un encuentro calmado en su primer acto y loco en el segundo, el conjunto de Giustozzi tuvo alternancia en el dominio pero no llegó nunca a cerrar filas en el plano defensivo, lo que le costó decir adiós al triunfo. Eso sí, recuperó a lo grande algo que se echaba en falta en pretemporada: la pegada. Lo hizo con seis goles, dos de ellos con el sello de un Rafa Santos que tuvo un debut soñado, que fueron contrarrestados con bastante rapidez por su rival. De cara a la Champions que comienza el próximo viernes es una buena noticia eso de reencontrase con la eficacia de cara a la portería, falta poder mostrar más fortaleza en defensa y ayudas.

La primera parte, si bien tuvo algo de electricidad en su tramo final y en contadas fases, no fue demasiado espléndida. Los equipos probaron la fortaleza del rival, se iniciaron con veloces transiciones y circulaciones de toque que apuntaban alto y que se quedaron a mitad de camino. Ninguno de los dos equipos encontraba un hueco claro por el que hacer daño al contrario y el desgaste llegó haciendo que, durante muchos minutos, el balón se quedará atascado en la batalla que se libraba en mitad de la pista.

El gol se alejaba en un partido algo frío hasta que en una contra rápida Fernando puso por delante a ElPozo. Fue una liberación para los pupilos de Giustozzi, quienes parecían cargar con la losa de la mala pretemporada hecha en lo referente a los resultados. Con el gol, ElPozo comenzó a sentirse más cómodo sobre el parqué del Palacio, a disfrutar con la pelota en su poder. Pero el Valdepeñas, que no entiende de concesiones ni de aquello de tomarse un respiro, aprovechó una situación favorable para igualar el marcador y, pocos segundos después, ponerse por delante al transformar un doble penalti. Todo a escasos instantes de que los jugadores tomaran el camino a vestuarios. El mazazo era importante para ElPozo, que había pasado de dominar a verse obligado a remontar justo antes de la muerte del primer tiempo.

Del tedio a espectáculo

El segundo acto debía ser distinto, o eso era lo que debía forzar la escuadra murciana para no irse de vacío en su estreno liguero, evitar los fantasmas y marcharse del duelo con buenas sensaciones antes de la Champions. Y con esa premisa grabada a fuego pareció saltar el conjunto de Giustozzi a la pista pues casi ni había comenzado a rodar la pelota cuando Rafa Santos logró la igualada. En el primer minuto ya había un partido nuevo.

El empate trajo consigo la locura. Y es que, en siete minutos, los que iban del 24 al 31, se vieron cinco goles. Primero se puso por delante ElPozo pero no le duró la alegría nada pues segundos después empataba Valdepeñas. Luego, volvió a adelantarse el cuadro manchego, respondió el conjunto murciano con otro tanto y, en un calco de lo sucedido antes, los visitantes volvieron a marcar en la siguiente jugada para ponerse al mando del partido. Así, del 2-2 se pasó al 4-5 en un suspiro en el que se encerraba todo el mundo del fútbol sala de antaño. Ese de resultado espectacular que bien poco gustan a los técnicos pero que exaltan a los aficionados.

Restaban nueve minutos para la conclusión cuando ElPozo adelantó sus filas para hacer una presión más agresiva que se tradujo en dos goles en un minuto y que lo llevaron, nuevamente a comandar el duelo. Ya en los últimos instantes y con portero jugador, Valdepeñas logró la igualada con la que se cerraría el resultado de un encuentro que sabe a poco para ambos técnicos. Al menos, ElPozo vuelve a generar esa sensación de peligro cara al gol.