Se esperaba, cuando se puso en marcha, que el actual mercado de fichajes iba a suponer un auténtico quebradero de cabeza para todos los clubes por la falta de movimiento que iba a haber y porque iba a ser incluso más largo de lo habitual. No tanto por la fecha marcada para el cierre del mismo, sino por la cantidad de trabajo que se iba a acumular para las últimas semanas y los últimos días. Y es precisamente lo que está sucediendo en el Fútbol Club Cartagena, donde a falta de menos de dos semanas para echar el cierre del mercado, quedan aún muchas operaciones por materializarse tanto en la entada como en la salida.

Como si de un atasco en carretera se tratase, el club albinegro se encuentra rozando ya el final del mes de septiembre como estuviera en el primer día de vacaciones tratando de salir de la ciudad. El atasco de la operación salida está durando en el club albinegro más de lo previsto y puede terminar convirtiéndose en un problema si no se resuelve la situación de los futbolistas a los que ya se les comunicó hace varias semanas que ni el club, ni el entrenador ni el resto de la comisión deportiva contaban con ellos. Tales son los casos de los Santi Jara, Quim Araujo, Manu Viana, Sergio Ayala o Markel Etxeberria, que no viajaron a Oviedo en la primera jornada en el encuentro en el Carlos Tartiere y que el pasado domingo ante el Sporting de Gijón vieron el partido desde la grada. A las situaciones de estos se les podrían sumar las de hombres cuyo futuro ligado al club estaba en el aire, como es el caso de Miguel Ángel Cordero, quien sin embargo, tuvo minutos sobre el césped del Carlos Tartiere durante la segunda parte.

Si nos remontamos varios días atrás, concretamente al 14 de septiembre, Alberto de La Bella estaba siendo presentado con la camiseta albinegra en la sede del FCC Business. Pocas horas antes se había hecho oficial el fichaje de Rubén Castro y parecía que se daba un acelerón en la confección de la plantilla. Sin embargo, en esa misma presentación, el director general deportivo confirmaba que se iba a echar el freno en cuanto a las llegadas porque era prioridad absoluta dar una solución a los jugadores que estaban en la rampa de salida: «Hemos hablado todos y hemos decidido que es el momento de pararnos y empezar a trabajar fuerte en la operación salida. No podemos seguir trayendo jugadores al grupo sin que salgan otros porque podemos cometer el riesgo de superar el límite salarial o cualquier otro que luego nos lleva a problemas mayores. Debemos ser sensatos, trabajar con ellos para ver si podemos llegar a un acuerdo con ellos y con los clubes que han preguntado por sus servicios y tratar de avanzar», comentaba Manuel Sánchez Breis.

Desde esa fecha, solo se han producido dos movimientos de salida y uno de ellos ha sido en forma de cesión. En primer lugar se anunciaba la rescisión del contrato de Mauro Lucero, que había estado cedido anteriormente. Después, fue el turno de la cesión de Vinicius Tanque al Atlético Baleares, donde se espera que termine de explotar en el fútbol español para poder volver al Cartagena con garantías de poder aportar al equipo en Segunda División.

El mercado de fichajes se cierra el próximo 5 de octubre. Es decir, el Cartagena tiene poco más de diez días para resolver todas las situaciones de salida y poder terminar e confeccionar la plantilla a la que aún le quedan varias piezas por encajar. La portería, el centro de la zaga, el medio campo y un hombre de la parte de ataque son las posiciones que quedan por reforzar.