Casi medio año. Ese es el tiempo que ha tenido que esperar el Real Murcia para saltar a un terreno de juego. Y anoche llegó el momento. Después de la crisis por el coronavirus, todos los focos del conjunto grana volvieron a estar sobre el césped. La expectación era alta después de tener que esperar tanto tiempo y el Murcia, pese a las numerosas caras nuevas por los fichajes realizados durante el verano y la sabia nueva de la cantera tras la marcha de jugadores como Víctor Meseguer o Juanma Bravo, no defraudó. Dejó buenas sensaciones tanto en el primer tiempo como en el segundo, donde el gol de Silvente en el minuto 78 terminó por desequilibrar la balanza a favor de los murcianos frente al Orihuela (0-1). La apuesta por la veteranía y la juventud dejó una interesante carta de presentación, pero todavía queda camino por recorrer antes de que empiece el nuevo curso el próximo 18 de octubre.

El Real Murcia entró al partido con muy buen pie. El Orihuela tan solo le inquietó en un par de acciones a balón parado, aunque contó con acciones de peligro bien entrada la primera mitad. Mientras que en el conjunto grana los destellos de Palazón en el centro del campo provocaron la oportunidad más clara para los de Adrián Hernández con un pase en profundidad del canterano para Domi, quien remató alto un disparo que intentó colocar. El Real Murcia se sintó cómodo en los primeros cuarenta y cinco minutos, mezclando juventud y veteranía a partes iguales. Yeray, Curto Chumbi, Edu Luna o Iván Pérez eran las piezas perfectas para que el desparpajo de los jóvenes tuviera hueco para crear. Así se convirtió el equipo grana en un equipo insistente e incisivo, con buenas triangulaciones, como la de Palazón con Júnior, que no pudo encontrar con claridad a Chumbi. La mejor ocasión llegó en el minuto 35 con el disparo de Domi, pero el Orihuela respondió rápidamente con un lanzamiento al poste de Solano, y otra ocasión peligrosa antes de llegar al descanso.

Adrián Hernández introdujo un once totalmente nuevo para la segunda parte. El conjunto grana ganó mucho más empaque atrás, con nombres como los de Antonio López, Álvaro Moreno o Antiono Navas, con amplia experiencia en la categoría de plata. Por delante, el técnico murciano también combinó de nuevo veteranía con la juventud de La Factoría grana. Pero, al contrario que en el primer tiempo, el peligro llegó por los costados. Las interadas de Segura y, sobre todo, de Pablo Haro inquietaron a la defensa del Orihuela en varias ocasiones. El extremo segoviano, quien militaba la temporada pasada en el filial de Las Palmas, superó a su par en varias ocasiones aunque sus centros no encontraban rematador en el punto de penalti.

El Orihuela se echaba atrás y el Murcia ganaba valentía para seguir mirando hacia la portería contraria. Siempre con la misma fórmula. Y por fin con distinto resultuado. Y es que en una acción por banda de Segura, encontró a Silvente para que, con una gran defición, y con la suerte de que el balón tocó en un rival, superar al guardameta Aitor para hacer el 0-1 en el minuto 78.

El Orihuela trató de despertar tras el gol encajado, y reclamó penalti por una mano involuntaria de un defensa del Real Murcia. El colegiado no señaló nada, y los granas se impulsaron para buscar el segundo tanto. Un disparo cruzado de Pedrosa, en el minuto 86, estuvo a punto de convertirse en el segundo, mientras que el cuadro oriolano, con Toché como máxima referencia, no terminó de inquietar a la defensa murcianista.