Seis meses. Ese es el tiempo que han tenido que esperar los aficionados del Real Murcia para ver un partido de su equipo tras la crisis por el coronavirus. El conjunto grana ha regresado a la actividad con su primer amistoso frente al Orihuela (0-1), que se ha acabado llevado gracias al gol de Silvente en la segunda mitad. El Murcia, repleto de caras nuevas tras las numerosas incopororaciones de este verano y de sabia nueva tras la marcha de varios canteranos, ha dejado buenas sensaciones en su primer ensayo, donde contó con dos onces totalmente distintos para cada tiempo. Jugadores como Alberto Toril, Bertomeu o Adrián Melgar no han disputado el choque por molestias físicas.

El Real Murcia entró al partido con muy buen pie. El Orihuela tan solo le inquietó en un par de acciones a balón parado, aunque contó con acciones de peligro bien entrada la primera mitad. Mientras que en el conjunto grana los destellos de Palazón en el centro del campo provocaron la oportunidad más clara para los de Adrián Hernández con un pase en profundidad del canterano para Domi, quien remató alto un disparo que intentó colocar. El Real Murcia se sintó cómodo en los primeros cuarenta y cinco minutos, mezclando juventud y veteranía a partes iguales. Yeray, Curto Chumbi, Edu Luna o Iván Pérez eran las piezas perfectas para que el desparpajo de los jóvenes tuviera hueco para crear.

Así se convirtió el equipo grana en un equipo insistente e incisivo, con buenas triangulaciones, como la de Palazón con Júnior, que no pudo encontrar con claridad a Chumbi. La mejor ocasión llegó en el minuto 35 con el disparo de Domi, pero el Orihuela respondió rápidamente con un lanzamiento al poste de Solano, y otra ocasión peligrosa antes de llegar al descanso.

Adrián Hernández introdujo un once totalmente nuevo para la segunda parte. El conjunto grana ganó mucho más empaque atrás, con nombres como los de Antonio López, Álvaro Moreno o Antiono Navas, con amplia experiencia en la categoría de plata. Por delante, el técnico murciano también combinó de nuevo veteranía con la juventud de La Factoría grana. Pero, al contrario que en el primer tiempo, el peligro llegó por los costados. Las interadas de Segura y, sobre todo, de Pablo Haro inquietaron a la defensa del Orihuela en varias ocasiones. El extremo segoviano, quien militaba la temporada pasada en el filial de Las Palmas, superó a su par en varias ocasiones aunque sus centros no encontraban rematador en el punto de penalti.

El Orihuela se echaba atrás y el Murcia ganaba valentía para seguir mirando hacia la portería contraria. Siempre con la misma fórmula. Y por fin con distinto resultuado. Y es que en una acción por banda de Segura, encontró a Silvente para que, con una gran defición, y con la suerte de que el balón tocó en un rival, superar al guardameta Aitor para hacer el 0-1 en el minuto 78.

El Orihuela trató de despertar tras el gol encajado, y reclamó penalti por una mano involuntaria de un defensa del Real Murcia. El colegiado no señaló nada, y los granas se impulsaron para buscar el segundo tanto. Un disparo cruzado de Pedrosa, en el minuto 86, estuvo a punto de convertirse en el segundo, mientras que el cuadro oriolano, con Toché como máxima referencia, no terminó de inquietar a la defensa murcianista.