"Resulta indispensable la realización de controles, como mínimo, antes del inicio de las competiciones, y después, con carácter aleatorio y reiterativo". Así se expresaba el Consejo Superior de Deportes en un comunicado emitido el pasado martes. El organismo gubernamental, ante la falta de acuerdo con federaciones y comunidades autónomas para elaborar un protocolo sanitario que permitiese la vuelta de las competiciones no profesionales, se levantaba de la mesa, y reconocía que sin PCR o test rápidos obligatorios no se podía regresar a la actividad.

Cuarenta y ocho horas después, y ante las presiones, las conversaciones se reiniciaron, y, dado que en la mayoría de competiciones no profesionales, los deportistas y los clubes no pueden permitirse asumir un gasto tan elevado para realizar pruebas diagnósticas, el CSD ha decidido ceder ante las federaciones y las comunicades autónomas, que han antepuesto el ahorro a la salud.

Aunque los detalles no son oficiales, ya hay un preacuerdo para el mencionado protocolo. A última hora del miércoles, el Consejo Superior de Deportes anunció un principio de acuerdo con las Comunidades Autónomas (CCAA), las Federaciones Deportivas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el Comité Olímpico y Paralímpico Español (COE y CPE) y los organizadores de competiciones. El organismo presidido por Irene Lozano confirmaba a Europa Press un acuerdo con todas las partes con compromisos sobre los aforos y sobre el "procedimiento a seguir para incorporar el criterio sanitario respecto a las pruebas de detección de la COVID-19". El CSD ha explicado que "se ha conseguido consensuar el texto completo" y destaca la satisfacción de la plataforma creada para el regreso de las competiciones nacionales por el "esfuerzo realizado" y por el "resultado conseguido", el cual ofrece "seguridad al sector del deporte en España". La plataforma destaca que se trata de un "acuerdo histórico por su alcance y dimensión y por todos los actores e instituciones que han sido involucrados". Además, considera que su relevancia es "aún mayor en base a la coyuntura inédita y especialmente negativa que propicia la pandemia".

No dio detalles Irene Lozano sobre el protocolo que ya han aceptado todas las partes, pero de manera extraoficial ya se ha conocido que el deporte no profesional, donde se incluyen competiciones como la Segunda División B, la Primera División de fútbol sala o las ligas femeninas, podrá regresar a la actividad sin la obligación de hacer test de detección del coronavirus. A diferencia del fútbol profesional o de la ACB, en este caso, se levantará la mano, y es que las federaciones y los clubes no estaban dispuestas a hacer un gasto tan elevado. Según algunas estimaciones, se habla de que imponer PCR y test rápidos supondría un coste de unos 80 millones de euros.

Con el CSD dando vía libre a las competiciones, será ahora el Ministerio de Sanidad así como las autoridades de cada comunidad autónoma las que decidan si elevan las exigencias a las federaciones y clubes.

El texto, según informa la web Palco23, sí recomienda realizar algún tipo de prueba de detección (que no tiene por qué ser un PCR), pero que en ningún caso se usa el término obligación. Además, se da la tutela a las comunidades autónomas para que sean las que regulen sobre la materia.

A la espera de que se publiquen los detalles del protocolo, lo que ya es una realidad es que los clubes no profesionales de las distintas modalidades deportivas podrán regresar a la actividad sin necesidad de llevar a cabo pruebas de detección del coronavirus.

Uno de los primeros en aplaudir el acuerdo fue la Asociación de Futbolistas Españoles. "AFE se congratula del acuerdo alcanzado para crear un protocolo unificado que garantice la seguridad de nuestros compañeros y compañeras del fútbol 'no profesional' estatal. ¡Felicitaciones al COE, Comité Paralímpico, ADESP, al Ministerio de Cultura y Deporte y al CSD", expresó el sindicato a través de su perfil oficial de 'Twitter'. De todos modos, la asociación que preside David Aganzo advirtió que "vigilará en todo momento para que el protocolo sea seguro" y que "velará por la salud del colectivo al que representa".

Protocolo de la Federación Murciana de Fútbol

Hoy mismo la Federación Murciana de Fútbol ya ha hecho oficial el protocolo que va a llevar a cabo para el desarrollo de las competiciones no nacionales. En el texto no aparece ni una sola vez la palabra PCR o test rápido. Las normas elaboradas por la FFRM se basan en las recomendaciones sanitarias que se están haciendo desde que surgiese la crisis del coronavirus. Los clubes, futbolistas, entrenadores y árbitros tendrán que mantener la distancia de seguridad y si esto no es posible será obligatorio el uso de mascarilla. Se deberá extremar la limieza de manos y se recomienda que antes de comenzar un entrenamiento o un partido se haga un control de temperatura a todos los participantes.

"Las medidas serán de aplicación a todas las competiciones, partidos y entrenamientos de la modalidad de fútbol y de sus distintas especialidades que tengan lugar en el territorio de la Región de Murcia", indica el texto.

En el apartado 'Medidas de entrenamientos y competiciones', la FFRM informa de que "no se compartirá ningún material", y que si esto no fuera posible, se garantizará la presencia de elementos de higiene. Los futbolistas tampoco podrán compartir bebidas, alimentos o similares. "Se utilizará la mascarilla durante el tiempo de circulación en espacios comunes", continúa el texto.

A la hora de entrenamientos, se establece un máximo de personas, que no podrá superar las 40 en la modalidad principal y las 30 en especialidades como fútbol-8 y fútbol sala. "La duración total de las sesiones no debería exceder los 90 minutos, estableciéndose turnos horarios de acceso y entrenamiento y procediendo a la limpieza de los espacios utilizados tras la finalización de cada turno".

La Federación Murciana también establece una serie de recomendaciones para el transporte de los participantes. Se indica que en vehículos particulares solo viajen personas que convivan en la misma vivienda. En transportes privados colectivos se recomienda viajar con una distancia social de 1.5 metros entre pasajeros. Será obligatorio el uso de mascarilla para todos los ocupantes de los vehículos.