Desde el pasado martes ya se pude jugar en La Serena Golf los dieciocho hoyos totalmente reformados. Después de las lluvias de diciembre del 2019 donde los bunkers, quedaron muy dañados, decidieron vaciarlos por completo, cambiar los drenajes y la arena, al igual que los greenes que han sido renovados.

Esta remodelación les va a permitir mejorar la relación con el medio ambiente y con el entorno más directo, y al mismo tiempo, supondrá un incremento considerable en la calidad y el diseño del campo, mejorando la experiencia del jugador. «En los greenes, tras más de dos años de búsqueda y pruebas con diferentes variedades de césped, nos hemos decantado por la variedad bermuda ultra-dwarf miniverde. Es mucho más respetuosa con el medio ambiente, ya que al ser de clima cálido, consume de media un 30% menos de agua que el agrostis actual. Tiene una altísima tolerancia a las malas hierbas y a diferentes enfermedades, con lo que el uso de productos fitosanitarios se reduce considerablemente. Todo esto, conservando unas cualidades de juego excelentes. Hemos aprovechado también para agrandar la mayoría de los greenes, que tras el paso de los años habían reducido su tamaño», declaró Bruno Pérez, director del campo desde 2010.

La escuela del club, a cargo del profesional Diego Torné ha comenzado ya su actividad, con muy buena respuesta por parte de los asociados, y a partir de este fin de semana el campo estará abierto de martes a domingo para dar cobertura a todos los jugadores. «Tenemos que conservar las instalaciones, hay otros países como Turquía que están aprovechando la situación para ofrecerse como destino de golf, por ello en importante mantener las instalaciones y el destino, para cuando pase esta difícil situación sigamos teniendo la misma calidad que hasta ahora», concluyó Pérez.