El domingo pasado fue un día complicado en las oficinas de Nueva Condomina. Los responsables murcianistas eran los destinatarios de las críticas tras confirmarse las salidas de Víctor Meseguer al Mirandés por 130.000 euros y de Juanma Bravo al Alcorcón por unos 80.000 euros -las cifras no son oficiales-. Para conseguir que los seguidores mirasen para otro sitio, desde el consejo de administración se aceleró en el lanzamiento de noticias. A media tarde se informó de que el canterano Carlos Palazón tendría ficha con el primer equipo para la campaña 2020-2021.

No fue la única noticia que recibieron los abonados del club. Poco después se hacía oficial el fichaje del central Álvaro Moreno. Ahí se acabaron las novedades en la actualidad murcianista. A lo largo de esta semana, en Nueva Condomina no han respirado. De hecho, ni Yeray, fichado el 22 de agosto, ni el propio Álvaro han sido presentados pese a estar ya entrenando a las órdenes de Adrián Hernández.

El trabajo en los despachos tampoco ha dado frutos. Alberto Lejárraga y Escribano saben que no entran en los planes de un club que tiene que soltar lastre de fichas sénior, pero de momento no se consigue cerrar la salida de los dos jugadores, con contrato hasta junio de 2021. Por otro lado, Abenza, que tiene un acuerdo para jugar en Nueva Condomina, mantiene su pelea con el Almería por su rescisión.

Ni salidas, ni fichajes, ni amistosos. Porque por ahora el Real Murcia no ha dado a conocer ningún partido de pretemporada.