Leo Messia través de un comunicado. Él no habla y sigue sin ir a entrenar con Ronald Koeman. Pero ese comunicado no es para responder al Barça sino para replicar al comunicado que emitió La Liga (LFP) la pasada semana en el que anunciaba que no podía abandonar el Barça si no era, a cambio, de ejecutar la cláusula de rescisión de 700 millones de euros. La estrella, que se ha perdido el cuarto día de trabajo con el nuevo entrenador, sostiene que puede aferrarse a esa cláusula, a pesar de que el Barça alega que caducó el pasado 10 de junio.

En el comunicado, firmado por el padre del jugador, Jorge Messi, se critica "la obvia parcialidad" de LaLiga y resalta que el futbolista no está sujeto a ninguna cláusula. El comunicado consta de dos puntos:

1º. Desconocemos qué contrato es el que han analizado y cuáles son las bases sobre las que concluyen que el mismo contaría con una 'cláusula de rescisión' aplicable en caso de que el jugador decidiera instar la extinción unilateral del mismo, con efectos a partir de la finalización de la temporada deportiva 2019/20.

2º. Ello se debe a un error evidente por su parte. Así, tal y como señala literalmente la cláusula 8.2.3.6. del contrato firmado entre el club y el jugador,

"Esta indemnización no aplicará cuando la resolución del contrato por decisión unilateral del jugador tenga efectos a partir de la finalización de la temporada deportiva 2019-2020", añade el texto firmado por el progenitor del argentino.

"Fraude de ley"

No ha abierto, pues, la boca Messi, sino que delega en su padre y representante el primer comunicado, burofax al margen, aquel en que manifestaba su deseo de abandonar este verano el Camp Nou. Tampoco ha abierto la boca el presidente Josep Maria Bartomeu. Pero la estrella ha decidido, siguiendo el consejo de sus asesores legales, responder al organismo que preside Javier Tebas, el mismo dirigente quien en su etapa de asesor deportivo del Alavés (2005) quiso prohibir el estreno del argentino con el primer equipo alegando "un fraude de ley" en su ficha.

Mantiene Messi su idea de marcharse este verano, pese a las reuniones que ha tenido Jorge, su padre y agente, con Bartomeu. El Barça no quiere venderlo. Y mucho menos regalarlo, mientras el jugador recalca que esa cláusula del contrato, que se firmó en noviembre del 2017, le permite salir libremente. Una interpretación distinta realizan los Messi, que se consideran ya libres de elegir su destino.

Con este paso, el primero que da oficialmente, más allá de los monosílabos de su padre, capturados por los periodistas, sea en el aeropuerto o en la puerta de su despacho, el capitán traza un nuevo camino. Sintiéndose, en todo momento, exjugador del Barça porque no ha acudido a la ciudad deportiva ni un solo día. Ni siquiera ha explicado a sus compañeros, que empezaron a trabajar el pasado lunes, su postura oficial.

Sin estrellas para LaLiga

No ha vuelto a pisar Messi el vestuario. Hace 11 días envió el burofax para documentar legalmente el deseo verbal que le había trasladado a Bartomeu en varias ocasiones. Ahora replica a La Liga, el único que se ha posicionado públicamente en este caso. Ni el propio capitán ni el Barcelona. Solo Tebas, que perdería con la marcha del argentino un patrimonio deportivo incalculable, que tendría luego repercusiones comerciales y económicas.

Se fue Neymar para reunirse con Mbappé en el Paris SG. Se marchó Cristiano Ronaldo con la Juventus y ahora podría irse, dos años después, Messi camino de Inglaterra para potenciar la marca y el músculo financiero de la Premier jugando en el Manchester City de Guardiola.

De ahí que Messi, en su primer movimiento tras el burofax, apunte directamente a la Liga, manteniendo el escenario que él desea. Irse del Camp Nou, tras 20 años de convivencia, consiguiendo una salida pactada, tendiendo la mano al club como ya anunció El Periódico la pasada semana.