Julio anticipaba un verano tranquilo en el Real Murcia. Con los fichajes cerrados de Júnior, Youness, Miguel Muñoz, Antonio Navas, Pablo Haro y David Segura, poco trabajo parecía quedar por delante. El objetivo de dar continuidad al bloque del pasado curso reforzaba esa idea. Los deberes de la dirección deportiva grana estarían en cerrar las renovaciones de Chumbi y Víctor Curto, y en esperar alguna opción interesante para dar la puntilla a una plantilla que todavía no sabe cuándo comenzará a rodar el balón en esta temporada 2020-2021.

Con agosto llegando a su fin, pocos piensan ya que el verano va a ser tranquilo. El ritmo de trabajo se va intensificando conforme pasan los días, y a 25 de agosto, a la vez que Julio Algar cierra algunos frentes, otros se le abren, hasta el punto de que ahora mismo el Real Murcia tiene ya 20 jugadores en plantilla, pero muchas posiciones debilitadas por falta de efectivos. Y, como ocurriera hace unos veranos, con Deseado Flores al frente de la dirección deportiva, la calculadora para cuadrar fichas sénior y sub-23 no funciona en Nueva Condomina.

Quitando la delantera y el centro del campo, el resto de líneas están totalmente por hacer. La salida de Armando, un futbolista que el pasado curso elevó el nivel en la zaga, ha provocado que la defensa se haya quedado coja. Sin el murciano, que jugaba por el centro pero que también podía actuar en el lateral en caso de urgencia, Julio Algar tendrá que remangarse para firmar como mínimo a tres futbolistas para esa zona. Y es que actualmente, los murcianistas solo cuentan con tres centrales, dos laterales derechos, aunque Escribano no entra en los planes de Adrián Hernández, y un banda izquierda, un Iván Pérez que pese a ser una de las grandes decepciones de la pasada temporada, parece tener el crédito intacto.

A Edu Luna, Miguel Muñoz y Antonio López deberá sumarse como mínimo otro central, para tener dos por puesto, sobre todo teniendo en cuenta las preferencias de Adrián Hernández por las defensas de cinco. Igual ocurrirá en las bandas. Tanto Antonio Navas como Iván Pérez necesitarán competencia para evitar relajaciones.

Cojea el Murcia por bandas y también lo hace en los extremos. Por la izquierda solo aparece David Segura, mientras que por la derecha Adrián Hernández cuenta con Pablo Haro, uno de los fichajes de este verano, y Javi Pedrosa, quien por contrato este curso tiene que tener ficha con el primer equipo.

Más claras parecen las cosas en el centro del campo. A Youness y Juanma Bravo, los dos únicos futbolistas sub-23 si se confirma la salida de Meseguer al Mirandés, se sumará Abenza si el murciano por fin consigue desvincularse del Almería. Por delante Yeray, último fichaje de los murcianistas, será el encargado de organizar el juego de los de Adrián Hernández. En Nueva Condomina siguen negociando para el traspaso del joven futbolista criado en la cantera del Ranero. Si se concreta su marcha, el Real Murcia habrá dejado escapar a los dos sub-23 que ya habían demostrado que están preparados para destacar en Segunda B, y es que ayer también se confirmó el fichaje de Josema por el filial del Espanyol.

Mientras la plantilla murcianista se vacía de futbolistas menores de 23 años, hay una especie de overbooking de jugadores sénior, y es que el ascenso de canteranos como Escribano, que no entra en los planes, Melgar y Javi Pedrosa, todos ellos nacidos antes de 1998 y sin apenas experiencia en la Segunda B, hacen que con varios fichajes por llegar, el Real Murcia ya cuente con 17 fichas de mayores, una más de las que permite la Federación Española. Y los refuerzos que están ya apalabrados, como es el caso de Abenza, agravarán aún más el problema, recordando al verano en el que, con Deseado Flores al frente de la dirección deportiva, los aficionados se tiraron semanas haciendo cuentas al ver que no se cumplían los requisitos de edad.

Negociando el adiós de Lejárraga

Para encontrar algo de alivio, el Real Murcia ha puesto la cruz en el nombre de Alberto Lejárraga. El madrileño, que tiene un año más de contrato, no entra en los planes de la entidad, que negocia su salida. De confirmarse su marcha, los granas pasarían a firmar a un portero sub-23 o ascender al primer equipo a Antonio Gallego, del Imperial. El nuevo guardameta tendrá que competir por un puesto con Tanis Marcellán (24 años), quien, pese a las dudas que ofreció el pasado curso, se ha asegurado la continuidad al aceptar una rebaja de sueldo.

Una vez se confirmen las salidas de Escribano y Lejárraga, así como la contratación de Abenza, el Murcia tendrá justo 16 fichas sénior, las máximas permitidas, sin embargo la plantilla seguirá sin cerrar.

Mientras que Adrián Hernández ya tiene definido el ataque, donde contará con los mismos jugadores de la pasada temporada, otro de los puestos que no tiene competencia es el de mediapunta. Esa posición que tantos quebraderos de cabeza dio el pasado curso a solo cuenta ahora mismo con Júnior.