Para un ciclista con un palmarés como Luis León Sánchez Gil, con cuatro victorias de etapa en el Tour de Francia, una París-Niza o dos Clásicas de San Sebastián, entre otros muchos éxitos, ganar el Campeonato de España en ruta se antoja como un objetivo menor. Pero para este muleño de 36 años de edad no fue ayer en Baeza. Era un éxito que llevaba persiguiendo desde hace muchos tiempo. En 2013 se quedó cerca, pero Jesús Herrada, el ciclista al que precisamente arrebató la gloria en las carreteras jienenenses, y Ion Izagirre lo impidieron. Hace un año, en Murcia, arropado por la gran afición de la Región, lo rozó con la yema de los dedos. En su mano a mano con Alejandro Valverde, el campeón del mundo de 2018 le arrebató la gloria en el barrio del Infante. En ese sprint final, el ciclista de Las Lumbreras fue más veloz. Pero ayer, por la sierra de Jaén, con un recorrido rompepiernas entre Úbeda y Baeza y bajo un calor asfixiante, Luisle, que solo una semana antes había sufrido una caída en el Criterium Dauphiné que puso en duda su participación, demostró que es un ciclista diferente y volvió a sacar a relucir ese instinto innato que tiene para cazar triunfos. Pero ese olfato no ha salido a relucir ahora, con la veteranía, porque es el mismo que viene demostrando desde que era un júnior y ganó con el Colchón Comodón, un equipo con aroma a ciclismo romántico, la Copa de España.

«Hay triunfos que saben mejor que ganar etapas del Tour, que ganar Paris-Niza, que ganar Clásicas de San Sebastián... La de hoy, seguro que las estás disfrutando más», escribía en su cuenta de Twitter Pedro León, futbolista del Eibar, hermano de Luisle y de León, el mayor de la saga que perdió la vida hace unos años y al que ambos dedican todos sus triunfos y goles. Y no le falta razón al talentoso centrocampista porque el gesto de su hermano cuando cruzó la línea de meta, una vez más mirando la cielo, acordándose de León, quien le guió de nuevo al triunfo, fue una explosión. Sacó toda esa rabia contenida en estos meses duros, donde no podía salir de casa y se tenía que conformar con tirarse horas y horas subido al rodillo, y esos años donde se le resistió la victoria.

Hay quien dirá que el Campeonato de España 2020 era descafeinado por las ausencias. Sin ir más lejos, Alejandro Valverde y el bloque del Movistar que estará en el Tour de Francia a partir del sábado, no estaba, Por eso, el Nacional necesitaba un campeón de prestigio, uno de esos ciclistas que han de época. Y la victoria de Luis León, que besó con pasión el maillot con los colores de España en el podio, 'salvó' una carrera que ofreció momentos de tensión que supo solventar el corredor de Mula con la misma precisión de un músico afinando su violín. Con el apoyo de Gorka Izagirre, quien le lanzó en la última subida, cuando quedaban 3,5 kilómetros y Jesús Herrada 'volaba' hacia la meta, Luisle midió la distancia. Mientras que el conquense miraba hacia atrás, él mantenía la mirada fija en el horizonte, sin exponer más de lo debido, dando la impresión de que todo estaba bajo control. Y así fue. A un kilómetro y medio se puso a rueda del ciclista del Cofidis, campeón nacional en 2017, y lanzó un ataque descomunal a 800 metros, tras salir de un giro a derechas. Herrada intentó acelerar, lo consiguió, pero unos metros después vio cómo se le salía la cadena. El ciclista de Mota del Cuervo no solo perdió el oro, también se quedó fuera del podio y entró en meta andando con su bicicleta mientras Gorka Izagirre se hacía con la plata y Vicente García de Mateos, con el bronce.

En la meta esperaban a Luis León sus padres, que con ojos enrojecidos y mascarilla en el rostro fueron los primeros en abrazar a su hijo, muy emocionado por bañarse en el oro que más deseaba, ese que tanto había perseguido.

«Estoy muy feliz. Después de muchos intentos y puestos en el podio, finalmente lo logré», expresaba un emocionado Luis León, quien añadió que «estaré orgulloso y feliz de llevar la camiseta de campeón de España durante el próximo año por todo el mundo», dijo.