El Cartagena se está empezando a mover este mes de agosto. En apenas veinte días se han presenciado los primeros movimientos en el mercado albinegro. En las últimas dos semanas se han incorporado tres jugadores al primer equipo: Simón Moreno y Sergio Lozano, ambos futbolistas cedidos por el Villarreal B, y Nacho Gil, extremo polivalente que en los dos últimos años ha jugado en la Ponferradina y en el Elche. Por otra parte, están los fichajes de Pedro Neves y Kleandro Lleshi, jugadores que tendrán ficha con el filial pero que estarán en la dinámica de entrenamiento con Borja Jiménez.

El apartado de las bajas es bien distinto. Han sonado rumores estas semanas sobre los posibles nombres que estarían en la rampa de salida. Santi Jara fue uno de los primeros nombres que se hizo público, pero Manolo Sánchez Breis, director general deportivo del FC Cartagena ha dado a conocer más futbolistas con los que el club no cuenta para la próxima temporada.

En la zaga, uno de los que tiene la puerta abierta es Sergio Ayala. Es el que más tiempo lleva en el Cartagena de los nombres confirmados por el responsable albinegro. Dos temporadas en el Cartagonova, 53 partidos entre liga, Copa del Rey y play off. Llegó al club procedente de Bélgica con ganas de encontrarse con su mejor versión y así lo hizo en su primer año: 37 partidos en los que jugó la totalidad de los minutos, y solo en dos, en play off, no acabó el encuentro. Esta temporada ha arrastrado problemas físicos, pero eso no le ha impedido aportar su calidad al equipo en 13 choques. Ha llegado a jugar infiltrado en varias ocasiones, ya que ha arrastrado muchas complicaciones en un tobillo que le hizo pasar por el quirófano el pasado mes de junio. El coronavirus atrasó una intervención que tendría que haberse realizado en marzo para paliar su rotura parcial en los tendones del tobillo. El defensa catalán ha demostrado mucho compromiso vistiendo la albinegra.

Markel Etxeberria también tendrá que buscarse un nuevo equipo. El lateral vasco no ha tenido suerte esta temporada. El vizcaíno llegó, junto a Fucile, para llenar el hueco en el lateral derecho que dejó Óscar Ramírez, pero en octubre vio como su temporada llegaría a su fin. Una rotura del ligamento anterior de la rodilla izquierda le ha mantenido fuera más seis meses. El Cartagonova solo pudo disfrutar de su fútbol en cuatro encuentros.

Uno de los nombres más destacados de la lista es el de Quim Araujo. El catalán empezó de manera brillante la temporada, aportando un gol para sumar tres puntos frente al Don Benito. Sus apariciones en los primeros compases de la liga fueron muy positivas, con una asistencia a Manu Viana frente al Sanluqueño. Durante la estancia de Munúa en el banquillo completó la mayoría de los partidos: solamente frente al Yeclano y Marbella partió desde el banquillo. Con la llegada de Borja al banquillo albinegro, no pudo encontrar el nivel que tuvo a principios de temporada. Solo frente al Badajoz completó los noventa minutos, y en otros partidos no llegó a saltar al terreno de juego. La final por el ascenso tampoco la disputó.

En la medular, Manolo Sánchez Breis también ha asegurado que no cuentan con José Ángel Jurado. El centrocampista sevillano llegó el pasado verano al Cartagena, procedente del Sheriff Tiraspol moldavo. Hasta el mes de octubre no pudo jugar con el conjunto albinegro, y desde entonces ha podido participar en 15 encuentros. Junto a Cordero, Verza y Carrasquilla han formado el centro del campo deseado por Borja Jiménez, con polivalencia y garantías. No serán los únicos que salgan, pero sí los que conocemos hasta el momento.

La de William no es una salida, sino un retorno que no se producirá. El brasileño ha sido una de las sensaciones de la temporada anterior y el Cartagena estaba luchando por su fichaje. De hecho, el propio jugador aseguró en una entrevista a La Opinión que su deseo era permanecer en la ciudad portuaria. Sin embargo, Breis afirmó que las negociaciones están rotas: «Se podría decir que a día de hoy las relaciones con el Leganés en esta operación están prácticamente rotas. Veo complicado poder llegar a un acuerdo. Las posturas están muy lejanas, y no puedo ser optimista. Las negociaciones están prácticamente rotas».