La Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS), a la que pertenecen ElPozo Murcia y Jimbee Cartagena, demandó ayer a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) que concrete la fecha de arranque de la competición o le exigirán los daños económicos causados, tras la «decisión desconcertante» de pedir máximas garantías sanitarias y jurídicas a las autoridades competentes para poder dar inicio a sus competiciones no profesionales, entre ellas las del fútbol sala.

Según informó la asociación, 13 clubes de Primera División y 10 de Segunda, se reunieron de forma telemática para tratar el comunicado emitido por la RFEF el lunes. El inicio de la Primera División está fijado para el 5 de septiembre y el de la Segunda para el 19, y para la LNFS el anuncio federativo «es una decisión desconcertante que llena de incertidumbre a los clubes».

Por ello, «ante esta indefinición», los clubes han enviado a la RFEF «un requerimiento para que en el plazo máximo de 48 horas les comunique si la competición tendrá inicio el próximo 5 de septiembre» o si no «responsabilizarán» a la institución y le «exigirán indemnización por los daños causados».

La asociación recordó que sus equipos planificaron su pretemporada de cara para estas fechas «fijadas y comunicadas por la RFEF», y que «más de dos meses después de la conclusión de la temporada 2019-2020 no existe aún un protocolo elaborado» por el organismo, «como sí ocurre en otros deportes, ni comunicación sobre el mantenimiento o no del inicio de la competición».

En ese sentido, Fran Serrejón, director general de ElPozo Murcia, señaló que «ni a la Liga Nacional de Fútbol Sala ni a los clubes nos han dicho nada y es público el conflicto que hay entre ella y la Federación y los clubes más afines a la LNFS no tenemos comunicación», dijo.

«Nos hemos visto obligados a suspender todo lo que teníamos previsto por falta de un protocolo y cuando salga deberemos planificar de nuevo la pretemporada en cuanto a partidos y mientras seguimos entrenando», señaló.

Según Serrejón, «esto es una molestia para llegar bien a la competición al verse alterado su comienzo» y la situación también afecta a la preparación para la final de la Liga de Campeones de Europa, en principio del 8 al 11 de octubre en Barcelona. «A menos de dos meses vista estamos pendientes de la decisión de la UEFA, que por ahora nos dice que estamos en tiempo y forma, pero aún no han decidido si será con o sin público, aunque yo me inclino por que será a puerta cerrada», indicó.