Sin recepciones oficiales ni celebraciones masivas. Así ha sido la atípica semana después del ascenso, en una ciudad que vive en un momento de éxtasis contenido. Los festejos se postergan para tiempos mejores, cuando reunir a una afición tan grande como la del Cartagena no suponga ningún peligro para la salud pública. Así pues, el único acto de esta semana ha sido la visita a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Caridad. Allí donde acuden cada verano a pedirle apoyo para la temporada que empieza, esta vez fueron a agradecerle a la patrona que no les abandonara cuando más falta les hizo. No pudo ir la plantilla entera, eso sí, sino que solo se desplazaron el presidente Paco Belmonte, el entrenador Borja Jiménez y cuatro jugadores de la plantilla: Miguel Ángel Cordero, Verza, Sergio Ayala y Carlos David. Todos ellos depositaron una corona de flores en la Basílica de la Caridad, en pleno centro de la ciudad portuaria.

El presidente del club declaró durante esa visita que «la patrona estuvo con nosotros en esa tanda de penaltis». «Era imposible no ganar ese play off con todos los que tenemos arriba», comentaba, recordando al padre Turpín, que durante tantos años siempre estuvo animando al equipo: «Miro al cielo y me acuerdo de él. Seguro que está dando saltos de alegría de ver a su Cartagena en Segunda», dijo el máximo mandatario del club sobre el sacerdote, que murió hace cuatro años sin ver el regreso del club a la división de plata.

Por su parte, el entrenador y los jugadores miraban ya hacia el futuro durante ese acto, pensando en la temporada próxima en Segunda División. El técnico comentaba en su visita a la basílica que sabían «que solo había una opción de mejorar lo que se había hecho hasta ahora, que era ascender». «El fútbol es para valientes», recalcaba. Y es que el club, dado que no puede entretenerse con celebraciones, está preparando a marchas forzadas su regreso a la división de plata, para el cual tienen que cumplir con las condiciones que impone La Liga, y reforzar la plantilla para, como mínimo, mantenerse en el fúbol profesional. Futbolistas como Cordero, Verza, Pablo Caballero o Diegui Johannesson también cuentan con experiencia en Segunda.