Alrededor de tres centenares de seguidores se concentraron ayer en la explanada del Cartagonova para arropar al equipo antes de poner rumbo a Marbella. Ante la imposibilidad de poder viajar a Málaga, los aficionados no quisieron dejar escapar la oportunidad de mostrar su apoyo y su último grito de aliento a los jugadores y al cuerpo técnico. Los cánticos, bufandas y banderas tomaban protagonismo. Desde abajo, los aficionados apoyaban mientras que, desde el interior del autobús, eran los propios jugadores los que golpeaban los cristales para mostrarles que viajan con la máxima motivación para lograr el objetivo del ascenso.