Se les rompió el amor

La primera vez que el KBusiness fue señalado desde dentro fue el pasado mes de noviembre. Quique Baeza, Chema Almela y Chema Cano pasaban del amor al 'odio' nada más ser desplazados del consejo de administración. Francisco Tornel, Daniel Moreno, Francisco Miró, Francisco Cobacho y Álvaro Ruiz mantenían sus sillas, expulsando a los otros tres, que de la docilidad por pertenecer al Real Murcia pasaron rápidamente al ataque.

El periodista murciano no dudaba en indicar el 20 de marzo de 2019 en conversaciones con esta redacción que «el KBusiness es oro». «Ellos son quienes creo que van a salvar al club», añadía, lanzando incluso una pregunta «¿si el KBusiness arregla llegando limpios a junio, seguirán siendo lo peor?». Sus alabanzas al actual consejo se acabaron a principios de noviembre, cuando Francisco Tornel, de acuerdo con Daniel Moreno, Francisco Cobacho, Francisco Miró y Álvaro Ruiz, decidía reducir el órgano de control a cinco miembros. En los últimos meses ha cambiado de opinión, cuestionando y filtrando informaciones contrarias a los actuales gestores, y promoviendo la llegada de Alfonso García en otro intento por regresar él al club.

El mismo camino siguió Chema Almela. El murciano, que llegó a la presidencia del club gracias a PARMU, no dudó en mantenerse al lado del KBusiness incluso cuando a sus compañeros de Plataforma les iban cerrando las puertas de los despachos -Enrique López, Stefan Settels y Torregrosa dimitieron por presiones del resto-. Tampoco levantó la voz cuando en verano de 2019 le quitaban la presidencia. Solo a partir de noviembre, al verse fuera de NC, empezó a cuestionar las intenciones de los actuales responsables murcianistas. Primero dijo que impugnaría la Junta en la que le quitaron el cargo, para posteriormente convertirse en uno de los aliados de Higinio Pérez, votando en contra del 'modelo alemán' que tanto había defendido. Hace unos días, en Onda Regional, decía del KBusiness que «no es bueno que un grupo tan pequeño controle el Real Murcia».

Ni Quique Baeza, ni Chema Cano ni Chema Almela formaban parte de los socios fundadores de la empresa constituida en febrero de 2018. Sí están en ese consejo de administración Francisco Martínez Rivas y Antonio Ruiz, los últimos en adherirse al bando crítico con el equipo que gestiona el Real Murcia. Y lo han hecho curiosamente después de perder la batalla con los de dentro y tener que dejar sus cargos.

El salto del KB dentro del accionariado ha sido la gota que colma el vaso para que dos de sus socios fundadores cuestionen a la sociedad que ahora es máxima accionista del club grana. A los 150.000 euros que tienen dentro del capital social han unido unos 300.000 euros que les han cedido las distintas empresas que participaron en la ampliación de capital y que ya venían dando su apoyo al actual consejo en las últimas juntas. Ahora, en vez de actuar por separado, se han unido todas dentro del KBusiness, permitiendo que la sociedad tenga casi un 15% del capital, un porcentaje donde no se incluyen los 265.000 euros que tiene Francisco Tornel de manera independiente.

Nada más conocerse estos movimientos, Martínez Rivas, 'adrianista' declarado y que a principios de mayo dimitía de su cargo de encargado del área de negocios de la entidad grana por las desavenencias surgidas dentro del consejo por la renovación de Adrián y Algar, utilizaba su cuenta de Twitter para disparar contra el KB. «No se fundó para esto», decía el murciano, que en diciembre no se pronunció en contra de la entrada de la sociedad limitada de la que forma parte en el accionariado tras la compra de créditos participativos.

Solo tras su salida han llegado las críticas, llegando a indicar en otro tuit que «con un club tan atomizado se debería tener un consejo mucho más amplio y con más actores que representen las diversas casuísticas que a día de hoy tiene ser accionista del Real Murcia», una opinión que tampoco expresó hace unos meses cuando se abría la puerta a Almela, Baeza y Cano, conformando un consejo casi 100% KBusiness.

En la misma línea que Martínez Rivas se ha expresado otro socio fundador del KB. Antonio Ruiz, que en enero dimitía de su cargo de secretario del consejo y de responsable del área jurídica, también utilizaba las redes sociales para indicar que el salto en el accionariado de la sociedad limitada «es una mala noticia». «Esto no debería ser una carrera y Paco Tornel debería ser respetado por su propio consejo hasta que él diga... Circo».

Ruiz dejó su cargo a principios de año sin explicar públicamente los motivos. El pasado mes de mayo volvía a Nueva Condomina, pero lo hacía por trabajo. Y es que su paso por el club grana le permitió ganar clientes para su despacho de abogados. Fue el encargado de asesorar a Adrián Hernández en su renovación. El técnico murciano le agradecía su apoyo en redes sociales.

Chema Almela

Convivió con el KBusiness durante varios meses dentro el consejo. Ni la salida de algunos de sus compañeros de PARMU evitó que diera un golpe sobre la mesa. Solo cuando le apartaron de consejero, empezó a cuestionar el poder del KB y el modelo alemán.

Francisco Martínez Rivas

Socio fundador del KBusiness. Se ha mantenido en el grupo incluso cuando en diciembre decidían entrar en el accionariado. Dimitió en mayo por la batalla por la renovación de Adrián. Ahora critica que el KB siga acumulando poder.

Antonio Ruiz

También aparece entre los socios fundadores del KBusiness. Salió secretario del Real Murcia en la junta de accionistas de febrero de 2019 y además se encargaba del área jurídica. El pasado mes de enero dimitió de su cargo.

Quique Baeza

Pese a no formar parte del KBusiness ganó poder con la entrada del grupo, hasta convertirse en consejero del Real Murcia. Fue uno de los máximos defensores del trabajo realizado hasta que en noviembre le cerraban la puerta del consejo.

Chema Cano

Tampoco forma parte del KBusiness. Entró al consejo de administración en febrero de 2019. Trabajó con el actual consejo hasta que le dejaron sin cargo en noviembre. En la última junta de accionistas ya se posicionó en contra del 'modelo alemán'.