En todos los equipos existe ese jugador encargado de hacer que el engranaje y el estilo de juego pueda desarrollarse y fluir como se pretende desde el banquillo. Ese futbolista sin el que probablemente sería más difícil hacer que las piezas del puzle sobre el campo encajaran. En el Cartagena, ese jugador es Quim Araujo. A sus 32 años tiene ante sí un nuevo play off de ascenso y es posiblemente uno de los últimos vagones que tiene para subirse al tren de la Segunda División: «Para mí va a ser fundamental esta fase de ascenso. Después de dos años en Segunda sin tener el protagonismo que yo buscaba es el momento de poder ascender con un equipo siendo importante. Eso te cambia mucho la forma de entrar en esta categoría, ya que no es lo mismo llegar con un papel secundario que con uno destacado. Entonces para mí es fundamental conseguir el ascenso con el Cartagena. Es una oportunidad única que no quieres desaprovechar por nada del mundo y un partido que me puede cambiar la vida a nivel individual», afirma.

Así lo ve el barcelonés a ya menos de dos semanas para que llegue el partido, que tres años después tiene ante sí la oportunidad de ascender a la categoría de plata. Por aquel entonces, se quedó a las puertas de hacerlo capitaneando al Valencia Mestalla y siendo decisivo. La experiencia y la sangre fría son imprescindibles para este tipo de encuentros: «Quizá lo más importante en un partido como este es el no presionarse. Recuerdo el play off de hace varias temporadas en el que estaba con mucha incertidumbre viendo los equipos que te van tocando. Pensar en exceso en los partidos te desvía un poco de lo que realmente es necesario, que es salir al campo y hacer lo que llevas haciendo durante todo el año. Hay que intentar disfrutar en el campo y hacerlo como uno sabe. No pensar que es algo diferente ni volverse loco. Y por supuesto la actitud. Si no compites al cien por cien un partido así, cualquier equipo te pasa por encima porque hay mucho nivel», asegura Araujo.

Y precisamente ese nivel es el que está convencido que va a demostrar el rival que va a tratar de torpedear el ascenso albinegro. El Atlético Baleares ha puesto sobre la mesa durante la temporada sus credenciales para llegar hasta aquí: «Tienen un estilo de juego diferente al nuestro y de los que había sí que creemos que es el más rocoso defensivamente. Han mostrado ser más sólidos durante la competición. Pero también sabemos que es muy complicado tener un referencia del estilo de juego de un equipo después de un parón de más de tres meses. Yo creo que la clave es estar pendientes de nosotros mismos más que del rival porque si hacemos las cosas como las tenemos que hacer, por muy difícil que sea el rival podemos hacer daño», comenta el jugador albinegro.

Para ese encuentro ningún componente de la plantilla se quiere quedar fuera del once. El alto nivel que existe y las posibles combinaciones que puede utilizar Borja, hacen que la competencia de cara al encuentro esté siendo máxima: «Al final es competencia pura y es muy buena para el equipo. La suerte que tenemos es que sabemos que cualquier compañero que vaya a participar es un gran jugador y que lo va a hacer bien. El problema lo va a tener el entrenador a la hora de elegir y decidir quién cree que es más oportuno que salga a competir en ese encuentro. Nosotros competimos entre nosotros de una forma muy sana porque el objetivo de todos es el mismo. No importa quién juegue, sino el objetivo común, que está por encima del individual. Nosotros tenemos inculcada la idea de competir al cien por cien porque al final va a ser mejor también para el compañero. Lo importante es ponérselo difícil al entrenador y estar disponibles para él en cualquier momento que él quiera tirar de nosotros», comenta.

Tampoco ha pasado por alto Quim Araujo el respaldo que está mostrando la afición durante las semanas previas al partido más importante de los dos últimos años. Con la campaña de abonados sobrepasando los 4000 fieles y los aficionados apoyando desde las redes sociales y los balcones, los jugadores sienten su aliento: «Todo lo que envuelve al equipo se transmite dentro del vestuario. Que la gente esté ilusionada, que nos estén apoyando, que se identifiquen con el equipo y que nos muestren las ganas que tienen de conseguirlo renovando los abonos sin saber lo que va a pasar es una motivación enorme. Son ellos los que sufren y los que están año tras año yendo al Cartagonova. Esa alegría e ilusión que tienen con el posible ascenso se comenta dentro del vestuario y se tiene presente. Lo que queremos es darles una alegría después de varios años de sufrimiento y brindarles el ascenso a Segunda División», asegura.

Es algo, eso sí, que en caso de consumarse el ascenso no podría celebrarse de la forma convencional, por lo que son los propios futbolistas los que piden cabeza y responsabilidad a los aficionados, que deben jugar su partido particular: «Lamentablemente no podemos disfrutar de este play off de la forma que se merece. Jugar una fase de ascenso sin ambiente no es lo que queríamos, pero es lo que toca. A los aficionados les pedimos que tengan cabeza y que estén seguros de que nosotros vamos a dejarlo todo en el campo para conseguir el ascenso. Ya buscaríamos la manera de celebrarlo de alguna forma, pero tienen que ser responsables porque lo importante es que puedan volver al Cartagonova con el equipo en Segunda División y disfrutarlo. Sería la mejor celebración posible», sentenciaba el catalán.