Infinidad de familias se han visto afectadas por la crisis económica originada por la covid. Cuando llegue el mes de septiembre y se reanude la actividad deportiva, muchos padres no tendrán más remedio que comunicarle a sus hijos que no pueden seguir practicando deporte porque no pueden asumir el pago de las cuotas. Son muchos clubes de la Región los que se han puesto ya manos a la obra con el fin de evitar esas situaciones. Hay iniciativas de todo tipo y una de ellas llega desde la Escuela Baloncesto Salesianos Cartagena, una entidad con 32 años de historia que nació en las pistas de un colegio.

Domingo Lorente, presidente del EBS Cartagena, explica que «hemos decidido crear un fondo económico extraordinario que va a salir tanto de aportaciones de empresas y donaciones como de nuestros propio presupuesto. Todo ese dinero irá destinado a las familias que entendamos que tengan problemas por la pandemia, para ayudarles económicamente para que los niños y niñas no se queden sin baloncesto», explica sobre esta iniciativa que ya ha empezado a recibir contribuciones. «Nuestra intención es que un problema económico no sea un impedimento para que las familias paguen las cuotas que tenemos, cuya cuantía va en función de la categoría de los chicos y chicas. Sabemos que la Federación nos va a ayudar y que el Ayuntamiento también va a sacar una convocatoria extraordinaria de ayudas, así como también tenemos claro que encontrar patrocinadores esta temporada va a ser muy complicado. Nuestra pretensión lanzando esta bolsa extraordinaria es que a todo el mundo le quede claro que jugar al baloncesto en nuestro club no va a ser un problema», comenta Lorente.

El EBS Cartagena, que la temporada pasada contó con quince equipos federaciones, desde la categoría benjamín hasta Primera Nacional, ha pulsado ya la situación de las familias con hijos en sus equipos: «Hemos hecho una encuesta para intentar detectar algún tipo de problema. Dentro de nuestra propia gente no hay excesivas dificultades, pero sabemos que van a surgir. Conocemos el ambiente social donde nos movemos y esperamos que sean pocos los afectados, pero seguro que alguien se va a encontrar con la tesitura de no poder pagar las cuotas de sus hijos. A todos esos les vamos a ayudar», garantiza Lorente, quien se congratula de que «el club está saneado y no tenemos excesivos problemas, algo que nos da mucho aliento».

La Asociación Deportiva Marme, de San Javier, es otro club ejemplar. Siempre ha ayudado a los más necesitados y, por supuesto, va a intensificar esa labor a raíz de la crisis económica que se vive. La entidad que preside Antonio Pérez beca todos los años a aquellos jugadores que no pueden pagar las cuotas. «Damos todas las facilidades para que nadie se deje el baloncesto. Les damos una beca y a cambio tienen la posibilidad todos los que quieren de colaborar con el club pitando partidos o ayudando en todos los campeonatos que organizamos con el fin de que se sientan útiles y no lo vean como una limosna», dice el máximo mandatario sanjaviereño, quien apunta que «cuando nos enteramos que alguien se deja el baloncesto preguntamos para saber si es por temas económicos. Si es así, les ayudamos. Todos los años nos pasa con uno o dos jugadores», apunta. Uno de esos fue un chico de origen marroquí que un día se vio en la tesitura de dejar el baloncesto. El Marme le echó una mano y él «colaboró haciendo de mopa en los partidos o pitando a los más pequeños. De esa manera se invlucró más en el club, como han hecho padres de algunos niños que no han podido pagar las cuotas», termina diciendo.