­El circo que se ha instalado alrededor del Real Murcia protagonizó ayer una nueva función. Después del cierre de la ampliación de capital, en el que la imagen de Alfonso García quedó dañada, las dos partes protagonistas del conflicto siguieron lanzándose acusaciones y desmentidos. Por primera vez desde que el aguileño se interesó por hacerse con el control de la entidad murcianista, su representante, Núñez Mediavilla, convocó a los medios de comunicación para dar su versión de los hechos, aunque lo hizo por cuenta personal, sin tener el consentimiento del empresario murciano. A su lado en la mesa también estaba Quique Baeza, ex consejero grana y persona que lleva años con tejemanejes para conseguir un puesto de trabajo en las oficinas de Nueva Condomina.

La rueda de prensa llegaba después del esperpento vivido el miércoles y que dejó a Alfonso García en muy mal lugar. Las noticias de que el aguileño había prometido invertir un millón de euros y a las pocas horas desistió alegando un «problema con el banco», según afirman en el club que explicaron los intermediarios del empresario, hicieron que rápidamente un sector de los aficionados perdiera la confianza en una persona que de golpe pasó al mismo bando de otros tantos inversores que han hablado de aportar liquidez pero al final no han hecho nada.

Los duros comentarios recibidos por Alfonso García llevaron a reaccionar al abogado Núñez Mediavilla, quien es el que está representando al aguileño en estas negociaciones que ya vienen de lejos y que nunca han estado cerca de llegar a buen puerto. Durante su intervención el economista no dudó en tirar por tierra la versión dada por el consejo de administración, negando que el ex del Almería hubiera prometido poner dinero. «Nunca habló de poner dinero», repitió en distintas ocasiones, asegurando que el empresario no iba a meterse en ningún proyecto sin conocer realmente si podía hacer frente a la deuda, de ahí la insistencia por conocer las cuentas.

«¿Quién pone tres millones sin saber cuál es la situación? Si un día te dicen que la deuda es de 20 millones, al día siguiente de 23, una semana después de 30 millones». «Su intención es entrar y llevar al Real Murcia a Primera División, pero primero quiere saber dónde se mete», continuaba, para dejar claro que desde el consejo de administración nunca le han dado facilidades, negándose en todo momento a enseñar los números detallados de la tesorería.

Mediavilla también desveló que los 300 euros que se ingresaron el último día no salieron del bolsillo de Alfonso García. Fue el propio abogado el que los puso en nombre del aguileño. «Está súper enfadado y estoy seguro que no quiere ni firmar el boletín de suscripción», comentaba en rueda de prensa, y es que esa pequeña cantidad es lo que más ha dañado la imagen del empresario ante los aficionados.

El centro de las críticas fue el consejo de administración. El abogado y economista no dudó en afirmar que «no tienen capacidad», indicando además que «ya están dos meses sin pagar a los jugadores». «Dicen que nos ponen una alfombra roja, pero lo único que nos dicen es ‘ven, siéntate aquí, comprométete a pagar esto y lo otro, y luego ya te enseñamos las cuentas». «Hay que reconocerles el mérito, pero no tienen capacidad de seguir con esto», añadía, llegando a decir que todas las informaciones que han salido del club «son mentira».

Sobre el proyecto deportivo dijo que García ya tiene doce jugadores preparados para traerlos si entra en el club, alguno de ellos internacionales, y que su único objetivo es llevar al Real Murcia a Primera División. «Si le hubieran enseñado las cuentas, hubiera entrado», insistió.

Mediavilla también enseñó un mensaje que Francisco Tornel le enviaba en los últimos días de la ampliación y en el que le decía que si metía «100 euros», permitiría a Alfonso García «entrar en el consejo de administración».

Dada la situación, el abogado y economista dejó claro que el empresario aguileño «se retira» de este culebrón. «No quiere negociar nada mientras siga este consejo de administración».

La puerta se ha cerrado

Mientras que los representantes de Alfonso García dicen una cosa, en el Real Murcia defienden otra. Ayer, en declaraciones a este diario, el consejero Francisco Cobacho mantenía la versión que viene defendiendo la entidad. «Nos reunimos el lunes y hasta el miércoles no dicen nada. Luego nos llaman que van a meter una cantidad, pero más tarde dicen que tienen problemas con el banco. En tres horas pasó de asegurar que iba a convertirse en accionista principal a meter una cantidad simbólica», relataba el responsable grana, que asegura que si el empresario aguileño hubiera dado el paso, ese movimiento habría ayudado al club, que «necesita dinero para pagar».

Sobre si todavía hay posibilidad de seguir negociando, Cobacho fue claro: «Con el consejo ya no tiene nada que negociar. Si quiere conseguir acciones deberá hablar con accionistas de forma privada». «Se les ha cerrado una puerta que veremos a ver cuándo se les vuelve a abrir», concluía.