Una vez más la historia se repitió. Francisco Tornel seguirá siendo el máximo accionista del Real Murcia después de que Alfonso García haya comunicado al consejo de administración que solo va a participar con 300 euros en la ampliación de capital que acababa a las doce de la noche. Aunque a lo largo del día los representantes del aguileño han estado deshojando la margarita, llegando a dejar caer en algún momento de la tarde que estaban dispuestos a depositar un millón de euros, finalmente parece que ese movimiento no se va a producir. Así se lo han transmitido en una llamada, en la que además han utilizado la excusa de que por un problema bancario no ha podido llevarse a cabo la operación. Sí se han comprometido a ingresar una cantidad simbólica, unos 300 euros, para una vez acabado el proceso empezar a negociar de manera interna con Francisco Tornel y su equipo.

La ampliación de capital en la que se pretendían recaudar 2,2 millones de euros y que finalmente ha acabado con un montante cercano a los 800.000 euros se ha convertido en las últimas semanas en una especie de chiringuito que una vez más ha dejado como gran perdedor al Real Murcia. Como ya ocurriera en los años 2014 y 2015, cuando Jesús Samper vivió una situación parecida con distintas personas posicionándose para invertir en el club hasta que llegado el momento decisivo nunca aparecían, en este 2020 ha vuelto a ocurrir lo mismo.

El pasado mes de noviembre, tal y como adelantaba este diario, Alfonso García, ex presidente del Almería, movía sus piezas para comprar las acciones a Francisco Tornel y entrar en el accionariado del Real Murcia. El objetivo del aguileño era dar un primer paso para posteriormente reunir en sus manos el 51% del capital social. La negativa del consejo de administración a vender los títulos títulos y la posterior junta en la que se cambiaban los estatutos para que nadie pudiese ejercer de accionista mayoritario, cerraron prácticamente las puertas a García.

Solo con la ampliación pasando etapas, el nombre de Alfonso García volvió a sonar con fuerza, aunque en esta ocasión el aguileño no ha participado en la negociación directamente, dejándolo todo en manos de varios intermediarios, a los que les ha venido grande esta operación, convirtiendo las conversaciones en un espectáculo, con filtraciones de un lado y de otro, que han vuelto a poner en un aprieto a la entidad.

Aunque el consejo de administración daba el pasado viernes una rueda de prensa en la que hablaba de otras personas interesadas, la realidad es que la única opción seria era la de Alfonso García. Sin embargo la entrada del aguileño parecía una misión imposible por las condiciones irreales que tenía que cumplir, además de tener que pagar el doble por cada acción que comprara.

El esperpento ha llegado hasta el último día del proceso de venta de acciones. Francisco Tornel no tardaba en confirmar que Alfonso García iba a realizar un ingreso para convertirse en accionista mayoritario. Se hablaba de un millón de euros, lo que le dejaría con medio millón de euros en acciones. El presidente grana, una vez más, se adelantaba a los acontecimientos, informando de un movimiento que ni se había realizado, ya que ni había ingreso ni justificante de la transferencia. Cuando quedaban apenas dos horas para el cierre del proceso, el consejo de administración recibía otra llamada de parte del grupo del aguileño, en la que entonces se decía que no iban a ingresar ningún dinero por problemas bancarios. Lo que sí afirman es que comprarán algunas acciones como gesto para luego sentarse a negociar con los actuales gestores.