El modelo de atomización del capital social del Real Murcia se tambalea. Las urgencias del club precisan de otras soluciones. Los 17,4 millones de deuda con Hacienda y Seguridad Social son una losa. Aunque el equipo lograra en el futuro un ascenso al fútbol profesional, no podría hacerse efectivo mientras sin un acuerdo con el Estado. Por ello es necesaria la llegada de un gran inversor capaz de poner sobre la mesa tres millones de euros y pactar un calendario de pagos para saldar la deuda. «Pensábamos que las empresas murcianas iban a apoyar, que un grupo de 10 o 12 iban a dar estabilidad al proyecto y estamos decepcionados por eso», expresó ayer en rueda de prensa el presidente grana, Francisco Tornel, quien se refirió al interés de diez grupos diferentes por hacerse con el control de la entidad, aunque solo apuntó tres nombres: el aguileño Alfonso García, expresidente del UD Almería que ya en diciembre, como informó en su día este diario, mantuvo los primeros contactos con el presidente, una petrolera radicada en Dallas y un grupo inversor de Barcelona. A todos se les ha exigido, como en su día ya hizo Jesús Samper, «que vengan con un acuerdo con Hacienda y Seguridad Social», recalcó Tornel.

El comunicado que emitió la entidad previo a las preguntas de los periodistas expuso que el «Consejo de Administración representa actualmente el 31% del capital de la Sociedad Anónima» y que en caso de cerrarse la ampliación de capital con los 777.937 euros adquiridos actualmente, «pasaría a representar un 23%». A su vez, en el «hipotético caso de que se suscribiera el 100% -restan 1.514.797 euros-representaríamos el 16%». Con la exposición de estos datos trató de justificar el equipo rector que no se pueda cumplir uno de los requisitos que exige Alfonso García, que es contar con el 51%, según expuso Tornel. «No tenemos apego al cargo, no vamos a poner problemas a un grupo inversor», dijo el máximo accionista, quien señaló que «hasta la fecha se han puesto en contacto con nosotros más de 10 grupos inversores, recibiéndose en los últimos días tres cartas, una de ellas sin firmar. Había mucha gente que pedía información sobre la situación del Real Murcia y para darla se ha exigido una carta de intenciones y un acuerdo de confidencialidad», matizó Tornel, quien posteriormente desveló que «el representante de Alfonso García ha presentado la carta sin firmar por nadie».

Tornel también informó que en la tarde del jueves hubo un encuentro «que nos sorprendió la concreción de la oferta» con el grupo inversor de Dallas, y que ante las condiciones impuestas de Alfonso García «de tener el 51% de las acciones», recalcó que «para ello hay que llegar a acuerdo con accionistas individuales. Nosotros queremos que venga con un acuerdo con Hacienda y Seguridad Social, porque si es así, intentaremos que consiga el 80% de las acciones. A mí me viene Alfonso García con un documento donde acredita tener el acuerdo y lucharé por conseguir que tenga el 90% del capital. El Real Murcia necesita solvencia y nosotros no tenemos apego al cargo, en absoluto», dijo.

Después de mostrar toda la predisposición para que Alfonso García se haga con el control de la entidad, Tornel no desaprovechó la oportunidad de lanzar algún dardo al empresario de Águilas. «Hemos mantenido reuniones con el representante de Alfonso García -Núñez Mediavilla-, que ha incumplido reiteradamente el acuerdo de confidencialidad y cuya carta de intenciones contenía serias dudas, pero con el objetivo de buscar lo mejor para el Real Murcia le hemos invitado a reunirnos en la sede del club. Ayer mismo -el jueves para el lector- llamé por teléfono a Alfonso dos veces sin que me lo cogiera», explicó, para añadir que «quien quiera venir a ver las cuentas, siempre que sea con buena fe, no va a tener problemas».

«Lo tenemos todo al día», afirmó Tornel, quien expuso que el club ha generado 4,4 millones de euros la última temporada y que «casi todos los inversores quieren saber sus compromisos de pago a corto plazo. Si entra con el 30%, nosotros nos vamos a casa y después puede convertir el dinero que invierta en préstamos convertibles. Con un 33% la gestión y administración de la empresa no va a ser un problema», dijo en alusión a las dudas que tienen los inversores para hacerse cargo de la dirección de la entidad. Sin embargo, la exigencia de tener que llegar con un acuerdo ya firmado por parte de Hacienda y Seguridad Social convierte en inviable la operación a corto plazo. La única solución, por tanto, para los interesados es adquirir 1,5 millones de euros en acciones de aquí al miércoles próximo, antes de que se cierre la cuarta fase de la ampliación de capital, donde cualquier inversor tiene que pagar una prima de adquisición y cree en la buena fe del consejo.

Tornel también comprometió su palabra con la siguiente frase: «No me gustaría desprenderme de las acciones del Real Murcia porque no he comprado para especular, pero si hay un proyecto viable, transmitiré mis acciones», dijo.