«Voy a hacer un cuaderno de venta de las acciones con su valoración y poner unos requisitos para todos aquellos que quieran optar a comprarlas. Si viene alguien y cumple las exigencias, estaré encantado de la vida». «Vamos a ahuyentar a todos estos que invierten y luego no sabes a quién representan. Si quieren el Real Murcia, que enseñen la patita. No vaya a ser que yo piense que es Caperucita Roja y luego sea el lobo». Estas declaraciones no son actuales. Ni han salido de la boca de Francisco Tornel, actual mandatario del Real Murcia, ni de ninguno de sus consejeros. Esas palabras fueron pronunciadas en agosto de 2014 por Jesús Samper, pero bien podrían estar en el guion que hoy represente el equipo liderado por el notario murciano. Y es que Tornel ha pasado de ser el azote del madrileño a convertirse en su principal seguidor, hasta el punto que con su discurso de las últimas semanas está dando la razón al ya fallecido presidente.

Si en verano de 2015, cuando intentaba hacerse con la mayoría accionarial del Real Murcia a cambio de 1 euro, el notario atacaba duramente a Samper al considerar que las condiciones que le exigía para abrirle las puertas de Nueva Condomina «eran imposibles de cumplir». En el día de hoy, el presidente ha establecido unos requisitos más bien parecidos a Alfonso García. «Lo que pide es un imposible. Nadie que llegue al Real Murcia estaría dispuesto a abonar tal suma de dinero», indicaba el notario cuando el abogado le pidió un aval para confirmar si realmente contaba con los varios millones de euros que decía que iba a poner a través de varios empresarios. Tampoco sentó bien que el ya fallecido empresario no tuviese en cuenta la posibilidad de aceptar una especie de alquiler con el que dejaría la gestión por una temporada. «Alega que nuestra oferta no se ajusta a su petición inicial. Da la sensación que lo que quiere es no abandonar el club».

Era tal el malestar de Tornel en aquella época que off de récord no dudaba en amenazar con acudir a los tribunales a pedir a la juez del concurso que apartara al accionista mayoritario del club, tal y como se publicó en varios medios de comunicación.

Solo cinco años después, Francisco Tornel ha pasado de exigir que al dueño que se apartase al no tener el músculo financiero para poder seguir manteniendo al Real Murcia a ejercer de accionista mayoritario, repitiendo el discurso de Jesús Samper punto por punto en la negociación que mantiene con Alfonso García. La diferencia es que mientras que el madrileño poseía el 82% de las acciones, el notario apenas cuenta con un capital de 264.000 euros.

El mismo aval que le pedía Jesús Samper a Francisco Tornel en verano de 2015, es el que ahora exige el actual consejo de administración a Alfonso García, quien para tener las llaves del club no solo tendría que demostrar su solvencia sino también «pagar las deudas con Hacienda y la Seguridad Social», según explicaba el presidente en unas declaraciones a Onda Regional. En esa misma entrevista también afirmó que «si considera -en referencia al aguileño- que eso es excesivo, pues ya lo gestiono yo. No vamos a darle el control a una persona que aporte lo mismo que nosotros».

Esas frases del mandatario murcianista bien podrían haber salido de la boca de Samper en su momento. Y es que el madrileño en una rueda de prensa de 2014 pronunció unas palabras que a día de hoy siguen siendo recordadas: «Quien quiera entrar en el Real Murcia que enseñe la patita, no vaya a ser que yo piense que es Caperucita Roja y luego sea el lobo. Vamos a ahuyentar a todos estos que invierten y luego no sabes a quién representan. No quiero ni representantes, ni oportunistas. No quiero intermediarios, terceros, especuladores o gente que busque el minuto de gloria. Eso no implica el abandono de mis responsabilidades y de mis obligaciones con el Real Murcia».

Por aquella época Samper también era duramente atacado por no querer enseñar las cuentas a cualquiera que se presentase a decir que iba a comprar el Real Murcia. En la misma comparecencia indicaba que para dar esa información exigía una fianza que se devolvería al final del proceso. Eso siempre que no se filtrara la información a la prensa.

Esa cautela que en su momento Tornel criticó al ya fallecido empresario, es en la que se escuda el consejo de administración para no atender las peticiones de un Alfonso García que tampoco acaba de enseñar la patita.

Hoy los responsables del Real Murcia comparecerán en rueda de prensa, donde posiblemente se reafirmarán en las exigencias que ya vienen deslizando en los medios. La ampliación de capital, que ya va por su cuarta fase, está a cinco días de su conclusión.