El defensa argentino Ezequiel Garay ha denunciado la "campaña de desprestigio" que considera que su club, el Valencia CF, ha iniciado hacia él, y ha asegurado que los responsables de la entidad le han incluido "en un ERTE de reducción de jornada estando de baja médica", además de afirmar que desde que se lesionó no ha "vuelto a recibir ninguna oferta" de renovación.

"Me da mucha pena llegar a este punto, pero me veo en la obligación de hacerlo, dado la campaña de desprestigio que se está haciendo en contra de mi persona. Lo fácil hubiese sido que mis abogados hiciesen un comunicado y yo lo publicase, pero creo que en la vida hay que ir de frente, y por eso me he decidido a dar la cara", señaló en un directo en la red social Instagram.

En este sentido, aclaró que ese desprestigio al que hace referencia no parte de los medios de comunicación, sino de su propio club. "Cuando digo campaña me refiero a personas de mi club, que por lo visto tienen la intención de desacreditarme como profesional y como persona. El recorrido de un profesional se demuestra con el tiempo, y yo así lo he intentado", manifestó.

"Toda la polémica se desencadena cuando se filtra la noticia de que yo he rechazado una oferta de 2,7 millones de euros netos, y es totalmente falso. Dan a entender que soy yo el que no quiero quedarme en este club, algo que es totalmente falso", añadió.

"Me considero buena persona, tengo corazón y quiero que se sepa la verdad. Cuando ves que estas cosas le hacen daño a personas que amas, a mi familia, duele, y más cuando tengo dos pequeños; mi hija sí se entera, y viene y me dice 'Papá, ¿por qué estás triste? ¿Por qué no sonríes, por qué estás así?'. No sé qué contestarle, pero me siento muy mal y estoy muy dolido por cómo se está actuando hacia mí. Las mentiras son muy fáciles de creer, pero las verdades, desgraciadamente, hay que demostrarlas y justificarlas. Siempre Amunt Valencia", señaló.

El central de Rosario desgranó con detalle todo el camino hacia su frustrada renovación. "El día 2 de julio de 2019, mi representante me hace una oferta notablemente inferior a la que se hace referencia estos días, y se negocia durante el verano. A mediados de agosto, comienzan a surgir inestabilidades en el club que afectan a los jugadores y a Marcelino. El 30 de agosto se le comunica a esta persona que, dada la situación, estoy muy desanimado, igual que mis compañeros, y prefiero que las aguas se calmen, pero le hago saber que quiero renovar", destacó.

Así, queda todo "parado hasta el 13 de noviembre", cuando contacta con él Jorge López. "Me pregunta si quiero renovar; mi respuesta es sí. Se me hace una oferta verbal, empiezan las negociaciones, se llega a un acuerdo verbal a la espera solo del contrato", valoró, pero todo cambió cuando habló con el presidente Anil Murthy durante la Supercopa de España.

"El 7 de enero, en Arabia, me pide un responsable del club que acuda a la habitación del presidente. En dicha conversación cambian las condiciones que teníamos pactadas; en ese momento, comienzan las conversaciones para llegar a un nuevo acuerdo. Cambia el interlocutor, y estas nuevas conversaciones se hacen con el nuevo director deportivo, César Sánchez, de quien nunca se recibe una nueva oferta ni se valora la anterior, que estaba muy avanzada, se queda todo paralizado", apuntó.

Todo se agrava con su lesión del 1 de febrero. "Me someto a una operación de rodilla. Tanto Celades como el director deportivo me hacen saber que tienen intención de renovarme. Poco después, se me solicita la baja federativa para que el club pueda fichar a otro jugador, a lo que yo accedo. Pregunto qué pasará con mi renovación, y la respuesta es un silencio. Hasta el día de hoy no he vuelto a recibir ninguna oferta, ni siquiera me han trasladado la intención de renovar", expresó.

"Voy a defender mis derechos"

Por otra parte, Garay habló de cómo su situación cambió con la crisis provocada por la pandemia de coronavirus. "Como trabajador, voy a defender mis derechos, aquellos que se han visto alterados aprovechando la situación de la pandemia por parte del club. Desde el primer momento quise colaborar con mi reducción de salario, ajustándome únicamente a completar el salario de los trabajadores que estaban en ERTE, pero no se me admitió, querían una reducción mayor. Procedieron a meterme en un ERTE de reducción de jornada estando de baja médica. Tengo las pruebas pertinentes", aseveró.

Por todo ello, el argentino confiesa que le da "muchísima pena tener que llegar a este punto". "No querer renovar a un trabajador es totalmente lícito, pero también puede ir acompañado de un buen entendimiento y de buena relación, no es necesario acabar mal. No entiendo esta forma de actuar hacia mí, cuando desde el primer minuto mi comportamiento como persona y como profesional ha sido bueno. Como jugador, a algunos les gustaré más y a otros menos; hacer ver que no me quiero quedar por dinero me parece un poco injusto, cuando el mismo día de fichar por este club rechacé una oferta bastante más voluminosa", recordó.

"Soy de las personas que prefiere la estabilidad emocional sumado y la felicidad que los bienes materiales. Quiero decir alto y claro que siempre he querido y quiero quedarme en este club, porque el Valencia CF ha hecho posible aquello que me gusta, alcanzar retos, conocer a gente maravillosa como mis compañeros y los trabajadores de este club, y vivir los peores y mejores momentos junto a la afición, esa que nunca nos dejó solos y a la que se lo tengo que agradecer de manera eterna. Aquí he sido feliz y me encantaría seguir siéndolo, pero a la vista está que no depende de mí", concluyó.