Kadhim Fall es senegalés. Tiene 18 años, mide 2,05 metros de estatura y esta temporada ha jugado en el UCAM. Este joven, que este año ha entrenado con la primera plantilla a las órdenes de Sito Alonso, ha vivido el confinamiento solo, en esa residencia que tiene el club murciano en Altorreal conocida como 'La Barraca'. Durante el curso deportivo y bajo la tutela de entrenadores y educadores de la entidad baloncestística, unos catorce jugadores de todas las categorías conviven en este chalé con parcela, donde combinan baloncesto y estudios. Pero el estado de alarma provocó que todos se marcharan a sus residiencias familiares menos Kadhim Fall, quien ha estado 'aislado', pero bajo la atenta mirada del club.

El senegalés comenzó a jugar al baloncesto en su país cuando tenía 14 años. Su hermano mayor, Malick Fall, que logró la nacionalidad española estando en el Unicaja Málaga, ya jugaba en España cuando el pequeño de la familia, que había dado el estirón, decidió seguir sus pasos. «Estuve jugando en Senegal mientras mi hermano mayor ya estaba en España. Él tenía un entrenador en Tenerife que me vio y al año siguiente me fui a entrenar a Santo Domingo. Me entrenó Ronald Gómez y me enseñó muchísimo. Trabajábamos todos los días técnica individual», recuerda Fall, quien cuando se decretó el estado de alarma y el consiguiente confinamiento, optó por quedarse en Murcia pese a que se sabía que se quedaría solo en la residencia: «Pensé que lo mejor era que continuara aquí para no sufrir riesgos. Mi madre es mayor, y por la información que me llegaba, parecía que lo mejor que podía hacer era quedarme en la residencia. Si he podido hacerlo yo, a tanta distancia de mi familia, creo que podemos hacerlo todos. Era la mejor forma frenar este virus», explica.

Con la única compañía de personal del UCAM Murcia y sin sus compañeros ha pasado todo este tiempo aislado en Altorreal: «El confinamiento ha sido muy triste, una situación muy rara», dice, para añadir que lo peor ha sido que «no he podido estar con mi familia ni seguir mi rutina diaria, como estar con los compañeros, los entrenamientos, los partidos...», comenta con melancolía un joven que ha tenido que afrontar una situación más dura que otros jugadores, que sí han podido estar con sus familias. «En todo este confinamiento he estado bien gracias a la preocupación del club. Sito Alonso, Alejandro Gómez y José Miguel Garrido han hecho por darme facilidades estos días. Juan Antonio -director de cantera- ha estado atento a que yo estuviera bien. Carmen Puigcerver, la entrenadora del equipo de EBA, se interesaba por mí. Y sobre todo los tutores, que me han ayudado mucho estos días, muy cerca de mí, y han intentado ser como mi familia. Han estado atentos a lo que necesitaba en cada momento», relata.

Los entrenamientos en solitario no han faltado ni un solo día: «He trabajado con Manu Marín y Jota en videollamadas. Además, en ellas también participan mis compañeros y me alegra mucho verlos aunque sea a través del ordenador. Sito Alonso también ha participado en esos entrenamientos y he hecho los ejercicios que él ha ido enviando estos días. En casa los tutores me ayudaron con el material necesario para esas sesiones», comenta. Además de entrenar, Fall ha aprovechado el tiempo para mejorar su «español y también aprender más inglés. Hablo francés y bien el español, pero quiero saber hablar inglés para que me ayude a llegar más arriba». Ahora tiene claro que «quiero seguir en España porque mi sueño es jugar en la primera liga de aquí y con el UCAM Murcia».

Fall llegó a España a través de Tenerife y antes de recalar en Murcia el pasado verano estuvo dos campañas en Cáceres: «Allí trabajé mucho con Roberto Blanco, que era ayudante del equipo de LEB Oro. Él me decía que me fijara mucho en Ante Tomic -pívot del Barcelona-. Al año siguiente, Roberto fue mi entrenador en el júnior y en el EBA, pero a final de temporada se hizo cargo del equipo de LEB. Siempre me ayudó a mejorar mucho», dice. De su etapa en Murcia destaca que «Carmen Puigcever ha creído mucho en mí y me ha dado mucha confianza. También me ha ayudado mucho a entender mejor el juego Carles Miñana», dice.

Para Fall, el mejor momento de su aún corta carrera deportiva lo vivió en 2018: «Jugué con Senegal la Copa África. En mi país hay grandes jugadores y me hacía muy feliz representarlo. Gané mucha experiencia gracias al trabajo duro muy duro para seguir mejorando y poder volver a la selección para ser titular". Además, recuerda sobre su experiencia esta temporada con la primera plantilla del equipo murciano que "Sito Alonso me ayudó mucho. Entrenaba con él cuatro días a las semana. Ronald, Roberto y Sito son los entrenadores que más em han ayudado. El primer día que subía e entrenar fue difícil, es muy diferente al equipo de EBA. Los jugadores tienen mucha experiencia, físicamente son mucho más fuertes y hay mucho nivel".