Francisco Martínez, Jefe de Sección de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Arrixaca, que ha trabajado para clubes como UCAM Murcia, Real Murcia y ElPozo, y ha colaborado con otros muchos de la Región. El médico explica a La Opinión las dificultades que entraña jugar un play off exprés y qué ocurrirá en un futuro próximo.

¿Cuáles son los principales riesgos para un deportista después de tanto tiempo parado?

El deportista, durante el confinamiento, solo ha podido hacer actividad anaeróbica, es decir, mantenimiento del tono muscular, pero ninguno, salvo circustancias excepcionales, la capacidad aeróbica, la resistencia al trabajo prolongado. Ahora hay que reiniciar poco a poco el trabajo como correr y el sprintar, es decir, para todo lo que se necesita para competir y evitar fatiga muscular, sobrecargas, agujetas y, fundamentalmente, roturas. Umtiti, del Barcelona, se ha roto el sóleo en el primer día de entrenamiento.

Pero de una sobrecarga se puede recuperar un deportista en días, pero de una rotura no.

El principal riesgo es la falta de trabajo de resistencia muscular, que va a conllevar roturas u otros problemas como sobrecargas o contracturas que los tendrán apartados de ocho a diez días. Y si es una rotura, de tres a seis semanas.

Una rotura significará perderte ya lo poco que queda.

Por supuesto, porque luego hay que hacer la readaptación. Por eso hay que entrar de forma muy progresiva, ya que el trabajo en casa es insuficiente. Estaríamos hablando de una nueva pretemporada porque han estado dos meses sin trabajo aeróbico. Si lo medimos en semanas, han estado parados más tiempo que entre el final de una temporada y el inicio de la siguiente, que en muchos casos es un mes, y en este caso han estado dos. Y la pretemporada habitual es de cuatro a seis semanas, por lo que se necesita ahora el mismo período.

Pero muchos arrastrarán ya problemas anteriores por lesiones de la temporada.

Por supuesto. Estamos hablando de una nueva pretemporada en caso de que el jugador no viniera de una lesión previa o estuviera en fase de recuperación.

¿Desde que se empiece con el trabajo individualizado habrá que esperar seis semanas para poder ver partidos?

Entre cuatro y seis semanas. Los jugadores adquieren el estado óptimo de forma dependiendo de la edad, del tipo de jugador e incluso de la posición, ya que los que menos requerimiento físico tienen podrán estar antes. Pero la edad es un factor fundamental porque no es lo mismo una pretemporada para un jugador de 20 años que para otro de 30.

¿Los equipos con más veteranos partirán en desventaja?

Por eso la liga va a dar facilidades porque va a aumentar el número de cambios, ya que la fatiga muscular es mayor. La gran diferencia que existe con la edad es el período de recuperación que necesita el deportista para competir entre un partido y otro. La gente joven necesita un período mucho menor y se prevé que van a competir tres partidos por semana, por lo que los profesionales con 28 o 30 años tendrán más dificultades y deberán ir relevándose con total seguridad. Los equipos con una media de edad avanzada deberán utilizar todas las herramientas que tengan en el banquillo para evitar bajas indefinidas.

En los controles por el COVID empieza a haber cierta psicosis.

Ahora mismo hay que considerar a todos como posibles infectados. Antes de empezar un entrenamiento grupal habrá que hacer el test más sensible, que es la PCR, que consiste en tomar una muestra de la faringe y otro nasal y cultivarlo. En 4 o 6 horas sabemos los resultados y si el paciente tiene un proceso de infección activo. Antes de cualquier concentración, todos los jugadores deben hacerse una PCR. Por ello, el mejor formato es como se ha establecido en el baloncesto, fútbol y fútbol sala, donde todos los jugadores estarán concentrados en unas instalaciones sin tener contacto con el resto de la sociedad, totalmente aislados, y con medidas higiénicas, evitando ningún factor del exterior, porque si están en casa, el riesgo de infección es mayor.

¿Cómo se controla durante el período de concentración que el jugador no se infecte?

Con los test rápidos, que es una muestra sanguínea. En unos 15 minutos tenemos los resultados. Es una prueba de que tenemos anticuerpos que genera nuestro organismo para luchar contra la infección. Hay dos tipos de anticuerpos. Uno es la inmunoglobulina M, que significa que en ese momento estamos luchando contra una infección que está ya dentro de nuestro organismo, por lo que se debería apartar al jugador del equipo. Y el otro tipo es la inmunoglobulina G, que significa que en algún momento has pasado la infección, algo que es muy positivo porque es el más protegido.

¿Pero esos test son caros?

Los test son muy económicos y rápidos, y nos da una prueba de cómo está evolucionando el jugador. Ese test habría que realizarlo cada uno de los días de la competición. Como los resultados están en quince minutos, puedes apartar al jugador de la competición en ese momento. Si alguno llega a jugar un partido, habría que retirar de la competición tanto a su equipo como al contrario. En los estudios que se han hecho, solo entre un 5% y un 10% de la población ha pasado la enfermedad y entre el segmento de 20 a 25 años, donde está la mayoría de los jugadores, han sido asintomáticos.

¿Entonces hace falta aislar a los jugadores el primer día?

No, habría que establecer un par de test rápidos cada semana porque es muy difícil tener durante un mes a los jugadores concentrados.

¿Cree factible entonces que se pueda jugar el play off exprés?

Es el único formato posible para terminar la competición, por eliminatorias y todos los equipos concentrados. Es el único que nos da cierta confianza y seguridad de tener control. La distancia de seguridad cuando estás corriendo debe ser de diez metros, algo imposible en el fútbol, por eso en la concentración se deben mantener dos metros de distancia y sin agentes externos.

¿Y qué puede ocurrir la próxima temporada?

Todos los estudios consideran solo entre un 5% y un 10% la población está contaminada. Para reanudarla hay que llevar a cabo unas medidas de higiene absolutas y a puerta cerrada como mínimo hasta enero. Además, semanalmente tendrán que ser sometidos a un test rápido semanal.

Pero sostener eso económicamente en Segunda B, por ejemplo, es complicado.

Imagino que la Federación tendrá que ayudar, pero los costes mensuales pueden ser de unos 1.200 euros, ya que cada test cuesta entre 15 y 20 euros, no más. Es una cantidad económica que entre los clubes y la Federación pueden asumir. Concentrar jugadores es más complicado, pero la competición se deberá reanudar a puerta cerrada, eso está claro.

El miedo es muy libre y hay futbolistas que dicen que no juegan.

Está el miedo de los jugadores y de la afición. Casi todos los jóvenes ya infectados han superado el COVID con aislamiento en casa, pero aficionados de 60 años, que son muy numerosos, no pueden estar con esa incertidumbre. Los jugadores son gente joven, con un perfil idóneo para superar infección sin problemas, pero el problema es para la afición que no es tan joven. Por debajo de 45 y 50 años podrán ir, pero por encima, el año que viene deberían tener prohibido acudir a los partidos hasta ver un la evolución que tiene la pandemia entre octubre y diciembre. Ahora mismo estamos luchando a pecho descubierto contra el virus y tenemos que esperar a que tengamos una vacuna, que todo apunta a que será en enero.