Soledad Martínez Cañavate (Ceutí, 24 de marzo de 1994) era una chica con sobrepeso, pero un día cogió una bicicleta y su vida cambió. Practica duatlón con el Triatlón Águilas Primaflor, fue medallista en un Nacional y es una destacada corredora popular. Tras estudiar Relaciones Laborales y Recursos Humanos, dio un giro porque no se sentía realizada y ahora es empleada de Decathlon.¿Cómo y cuándo empezó a hacer deporte?

De pequeña estuve unos años yendo a atletismo, pero no me llamaba la atención. Pero hará unos siete años me dejaron una bici y empecé con el mountain bike. Cuando llevaba un tiempo, me di cuenta de que me gustaba y entonces, que trabajaba en una tienda de ropa, ahorré todo lo que pude para comprarme una. Un día aparecí con la bici en casa y mi madre pensó que estaba loca.

Entonces le dio fuerte desde ese momento.

Me lo tomé muy en serio e incluso llegué a competir un poco, pero entonces pesaba unos 18 kilos más que ahora. Pasé de no hacer deporte a darlo todo. El deporte, básicamente, me cambió la vida.

Pero ha ido evolucionando y metiéndose en los duatlones y en las carreras populares.

Conocí a gente de un club de triatlón y me aficioné a correr, pero despacio y sin saber. Lo intentaba pero no sabía e incluso me daba un poco de vergüenza correr por la calle porque estaba gordita.

¿Estaba obsesionada con el peso?

No era obsesión como tal, pero no me sentía bien conmigo misma. Poco a poco fue cambiando mi metabolismo hasta el punto de que me federé en triatlón y empecé a competir en duatlón. Ahí di un salto que ni yo misma me imaginé que sería capaz de dar.

¿Cuánto llegó a pesar?

No lo recuerdo bien, pero mido 1,74, ahora estoy en los 65 kilos y llegué a estar en más de 80.

Al principio le costaría horrores.

Claro, si es que iba muy despacio porque no sabía ni correr, pero me cambió el cuerpo y todo.

¿No cambió la alimentación?

Muchísimo, aunque nunca he seguido una dieta estricta, pero sí que me he alimentado muchísimo mejor.

Para que todo el mundo lo sepa, ¿qué come?

Antes podía comer gosolinas, dulces o comida con más grasa, y ahora me alimento de frutas, verduras, pescado e hidratos. Hay gente que me dice que los hidratos por la noche engordan, pero no es cierto porque cuando haces deporte, los necesitas.

¿Su vida gira ahora en torno al deporte?

Totalmente. Hay días que tomo de descanso porque es necesario, porque es más importante que entrenar, y noto que me falta algo. El deporte es lo más esencial en mi vida. Lo llevo como puedo por el trabajo, pero lo compagino lo mejor posible y no dejo de entrenar a diario.

Cuidado con el sobreentrenamiento.

Sí, hay gente a la que le pasa eso, pero yo he tenido la suerte de no haberme lesionado nunca, pero ha sido porque desde que me tomé el deporte a nivel competitivo, cuido mucho la alimentación, tengo entrenador y sigo a rajatabla los puntos básicos para realizar deporte.

¿En su casa se pellizcaban cuando la vieron pasar de ser una mujer sedentaria a hacer deporte a diario?

Al principio pensaban que estaba obsesionada porque pasé de hacer nada a mucho, pero al final se han dado cuenta de que no es así, que es mi manera de despejarme, de cambiar de aires, como para otros es leer o estar con los animales. Mi vía de escape es el deporte.

¿Pero qué le gusta más, la bici o el running?

Es difícil de responder, pero a mí me gusta mucho correr, aunque mis inicios deportivos están en la bici.

¿Y qué tal estudiante fue?

Estudié Relaciones Laborales y Recursos Humanos en la UMU, pero me di cuenta de que me había equivocado. Hice prácticas en una asesoría y me quedé trabajando allí un tiempo, pero comprendí que no estaba en el sitio adecuado. No me veía haciendo eso toda mi vida.

Bueno, pero la cafetería de Trabajo Social y Relaciones Laborales es la mejor de la UMU.

Por supuesto, sin duda que es la mejor de la Universidad, estoy totalmente de acuerdo. Las vistas que hay allí no las tiene nadie.

¿Ahora se siente más a gusto consigo misma?

El peso es una parte importante porque es salud, pero me siento bien por todo en general. Los beneficios son más mentales que físicos.

¿Y es competitiva?

Soy bastante competitiva, demasiado a veces porque lo aplico a todo, incluso al trabajo. No quiero ser la mejor, pero sí ser capaz de innovar. Cuando empecé a tomarme en serio el deporte, conseguí una medalla en los Campeonatos de España de Grupos de Edad y comprobé que si hacía eso bien, conseguiría muchas cosas más.

Pues conozco gente que se mosquea si la adelantan.

No, a tanto no he llegado. Es cierto que tienes tus rivales y en las carreras nos conocemos casi todos. Tenemos un pique sano y vamos a pasarlo bien.

En estos deportes hay muy buen ambiente.

Así es. Iniciarme aquí fue lo mejor que hice porque, además, hay muchas chicas y cada vez más. A ver si ahora con la postcuarentena, que la gente está haciendo más deporte, siguiese así y lo incorporase a sus vidas.

De hecho, en la anterior crisis fue cuando se vivió el boom del deporte popular.

Pues estoy segura que después de esta mala racha, pueda pasar lo mismo. El otro día salí a correr por el carrilbici de Ceutí, donde siempre estoy sola, y me encontré con 150 personas. Hay mucha gente que está molesta por ver a tantos corriendo, pero es que tenemos unos horarios y es lógico que todos coincidamos. A mí me alegra.

¿Cómo ha llevado la cuarentena?

Al principio fue complicado para mí porque me gusta correr y montar en bici en el exterior. Ha sido una montaña rusa, con días con muchas ganas y querer hacer todo, y otros en los que no podía con mi alma. Tengo un rodillo en casa y he practicado todos los días bici, y también he hecho ejercicios de fuerza con profesionales. Pero el día 2 de mayo fui una de las personas más felices del mundo cuando salí a primera hora de la mañana a correr.

Y también está la situación laboral, pero estará en un ERTE.

Exacto, pero somos de los más afortunados porque Decathlon está siendo una empresa espectacular. Al margen de que se hizo un ERTE porque la situación lo requiere, ellos han completado el 30% que no te aporta el Estado, e incluso ha dado anticipos a la gente que lo ha necesitado.

¿Qué locura deportiva sería capaz de hacer?

En triatlón nada porque no me da vergüenza decirlo, pero no sé nadar. Me llama la atención prepararme una maratón o una marcha ciclista larga, que requiere de su locura. Y me veo un día en la Ruta de las Fortalezas.

En poco tiempo se ha hecho con un buen palmarés en carreras populares.

Sí, se me han dado bien y siempre estoy luchando por ganar. En casa tengo un disparate de trofeos. He hecho limpieza y muchos los tengo guardados, pero ya no tengo sitio donde ponerlos porque hay carreras donde salgo con dos o tres por ganar la general y mi categoría.