El exjugador del Real Madrid Pepe, el valencianista Ezequiel Garay, Adriano, Cuaresma o el celtiña Hugo Mallo son algunos de los futbolistas que han pasado por las manos de Juande Gambín (@juandegambintattoo), un goleador del tatuaje de Molina de Segura que con solo 29 años se ha convertido en una referencia para los deportistas.

«Hace unos años fuimos a tatuar un amigo y yo a Turquía a Adriano y Cuaresma, que estaban en el Besiktas con Pepe, pero a él lo tatué en Portugal», dice un artista que recuerda del defensa portugués, que se granjeó muchas enemistades en España por su juego duro en el terreno del juego, que «es una persona de diez. Me acogió súper bien y poca gente me ha tratado así. Se tatuó las caras de sus hijas y se quedó muy contento, me lo agradeció mil veces. Fue una experiencia única», dice un molinense con más de cien mil seguidores en Instagram y que desde su estudio, conocido como Perla Negra, ha dado la vuelta al mundo.

Gambín consiera a David Beckham el gran impulsor del tatuaje entre los futbolistas: «Gracias a él mucha gente del fútbol se empezó a tatuar, marcó un antes y un después», explicó durante la entrevista en directo en Instagram con La Opinión (@laopiniondemurcia). El murciano también desveló qué se hicieron otros jugadores: «Adriano se tatuó un tigre porque se sentía muy identificado con ese animal, por la fuerza y la agilidad. Y a Cuaresma le hice un ojo en la mano, pero es un jugador que va lleno de tatuajes y le quedan pocos huecos en el cuerpo, es de los futbolistas que más llevan».

«Los deportistas van a día de hoy muy tatuados y los futbolistas llevan muchísimos. Es más, cuando haces uno a un compañero, al final acabas tatuando a un equipo entero», admite Juande Gambín, quien recuerda que «cuando empecé no había muchos jugadores tatuados porque hace quince años te miraban raro si los llevabas, pero ya no suele pasar». Además, próximamente hará lo mismo al centrocampista murciano del Real Betis: «Había quedado con él para ir a Sevilla justo antes de empezar el confinamiento, pero hemos tenido que dejaro para después. Le tatuaré el brazo y se lo haré en cuanto pueda», dice. Quien también ha pasado ya por sus manos ha sido el celtiña Hugo Mallo: «Es muy humilde, una persona muy sincera y agradable, encantadora. Se hizo una escultura en la espalda y hace poco me escribió también para ver cuándo subía a Vigo para hacerse otro».

Juande Gambín era un adolescentes cuando se inició en el mundo del tatuaje. «Empecé profesionalmente con 19 años, pero con 15 me compré un kit porque me llamó mucho la atención. Y vivo de esto desde que mi madre me dijo que no me daba un euro más y que me buscara la vida», asegura el molinense, quien admite que «antes era más difícil encontrar clientes porque no teníamos las redes sociales», que le han dado otra dimensión a su trabajo.

Una chica que llegó expresamente desde Australia hasta su estudio para que le hiciera un tatuaje a su pareja, y numerosos artistas de Argentina y República Dominicana, también son algunos de los clientes de este murciano, que ha recibido una propuesta para tatuar en México a varios conocidos presentadores de televisión que le han propuesto grabar una serie.